ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Un de Las noches de tletelolco reseña

Wendy Flores MartinezReseña17 de Enero de 2018

2.582 Palabras (11 Páginas)276 Visitas

Página 1 de 11

Índice

Primera parte. Ganar la calle…………………………………………………………………………2

Segunda parte. La noche de Tlatelolco……………………………………………………………..5

Personajes importantes………………………………………………………………………………6

Movimientos relacionados…………………………………………………………………………….7

Comentario crítico……………………………………………………………………………………...8

LA NOCHE DE TLATELOLCO

Se trata nada más y nada menos de una obra de la autoría de Elena Poniatowska, una mujer de nacionalidad francesa que además de ser escritora es activista y periodista. Entre sus principales obras destacan: “Llilus Kikus”, “Hasta no verte Jesús mío”, “La noche de Tlatelolco”, “La piel del cielo” y “El tren pasa primero”, por mencionar algunas.

Esta obra a grandes rasgos nos va narrando todo lo que ocurrió durante el movimiento estudiantil del 68 a través de testimonios que fueron recopilando el pensamiento y sentir de todos aquellos que lo vivieron en carne propia, manifestando sus ideas ya sea a favor o en contra.  Se nos menciona que fue impulsado principalmente por estudiantes y maestros, y que además fue apoyado por mucha gente entre las cuales estaban amas de casa, obreros, padres de familia, etc. Dicha obra se encuentra dividida en 2 partes, la primera parte se titula “Ganar la calle” y la segunda “La noche de Tlatelolco”.

PRIMERA PARTE

GANAR LA CALLE

En esta primera parte se hace mención a todos aquellos sucesos que fueron envolviendo al movimiento de 1968, pues nos narra en testimonios cada acto que se fue cometiendo, es decir, las actitudes de los estudiantes y todos aquellos que participaron, el ambiente que se vivía para ese entonces, las marchas que se realizaron, todo lo que hicieron para expandir información a todos lados, en fin, todo movimiento que hubo antes de llegar a lo que fuera la verdadera masacre del 2 de octubre.

El suceso del 68 fue algo que se dio en el periodo de gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, mismo que se caracterizó por ser un periodo de represión y falta de libertad de expresión, pues no se permitían marchas o cualquier otra cosa que fuese en contra del gobierno, así también, el hecho de ser un estudiante, ante los ojos de Ordaz, era prácticamente el ser considerado como un “revoltoso”. Por otro lado, el movimiento comenzó desde el mes de julio entre las fechas del 22 y 23 cuando hubo una riña de estudiantes entre 2 pandillas: los “Ciudadelos” y los “Arañas”, pues se pelearon frente a la Preparatoria Isaac Ochoterena, e hicieron que los alumnos de esa preparatoria se enfrentaran con los de la Vocacional 2 del IPN. Ante esto las fuerzas de granaderos detuvieron el conflicto de una manera brutal y se llevaron detenidos a varios estudiantes y así mismo entraron a lo que era la vocacional, después de esto los estudiantes de la UNAM se declararon en una huelga indefinida, pues al ver el abuso de autoridad que había en ese entonces decidieron alzar la voz en contra del gobierno, exigiendo algunas peticiones. El siguiente movimiento sucedió entre el 26 y 29 cuando la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos convocó a una marcha que sin tardar tanto fue reprimida por los policías.

Así fueron uniéndose las escuelas, entre las cuales por ejemplo estuvieron la UNAM, el IPN, la UPN, el Colegio de México, la Escuela de Agricultura de Chapingo, la Universidad Iberoamericana y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, entre algunas más.  El libro nos narra de cómo fue que todo el pueblo estaba tan unido, y en especial los estudiantes quienes perseguían un mismo ideal, así también estaban apoyados por el que sería el rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, pues el 1 de agosto encabezaría una marcha por la avenida Insurgentes, exigiendo la autonomía universitaria y la libertad de los presos políticos e izando la bandera mexicana hasta media asta. Todos estaban liderados a través de lo que sería el Consejo Nacional de Huelga, el cual fue creado el 2 de agosto y liderado por “Cabeza de vaca”, Hernández Gamundi y Luis González de Alba; los estudiantes tan solo exigían cosas justas para ellos y para el pueblo, pues el movimiento era de todos; ante todo el conflicto crearon un pliego petitorio el 4 de agosto que contenía seis puntos:

1.- Libertad a los presos políticos

2.- Derogación de los artículos 145 del Código Penal Federal

3.- Desaparición del Cuerpo de Granaderos

4.- Destitución de los generales Luis Cueto Ramírez y Raúl Mendiolea y del teniente coronel Armando Frías

5.- Indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos desde el inicio del conflicto

6.- Deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos sangrientos.

A través de este pliego petitorio los estudiantes se manifestaban cada día con entusiasmo y con tantas ganas de que se cumplieran cada uno de los 6 puntos, pues difundían información de muchas formas a través de las brigadas, quienes eran grupos que se formaban para “volantear” y hacer colectas en camiones, metros, cafeterías, restaurantes, mercados, centros de trabajo y cualquier lugar en donde hubiera un buen número de personas a quienes informar. Muchas de estas brigadas también se encargaban de pintar los camiones con mensajes sobre el movimiento así también como las bardas, las escuelas e incluso hasta las azoteas. Jugaban un papel muy importante, pues cada día la población debía estar al tanto de todo y se buscaban tantas formas como fuera posible de hacerlo, muchas veces, algunas estudiantes se dedicaron a realizar pequeñas actuaciones con el fin de atraer a la gente y de esta manera conseguir más apoyo al movimiento. Pero claro que no todos estaban a favor de ello, pues el gobierno por supuesto que no vería bien el hecho de que hubiera ese tipo de manifestaciones en su contra, pues el presidente Díaz Ordaz consideraba a los estudiantes como una amenaza y como una “bola de revoltosos y rebeldes”, de la misma forma así lo pensaban amas de casa que no sentían seguras ni ellas ni su familia, algunos campesinos que decían que si los estudiantes no querían estudiar que mejor se repartiera el dinero que se destinaba para las escuelas entre ellos para su beneficio, así también como este tipo de comentarios se podían escuchar por todos lados tanto positivos como negativos.

Algunas de las marchas más importantes y que destacan fueron por ejemplo la que se dio el 27 de agosto, donde se juntaron más de quinientas mil personas, que marcharon desde el Museo de Antropología hasta el Zócalo Capitalino. Así también como la del 13 de septiembre, que fue la “Marcha Silenciosa”, llamada así porque en dicha manifestación no se escucharon más que los pasos de los estudiantes y la gente que se unía cada vez más, esto debido a que los jóvenes se colocaron tela adhesiva y trapos en la boca con el fin de abstenerse a gritar u ofender como en otras ocasiones lo habían hecho y así lograr un mejor resultado, fue en esta misma marcha cuando surgió lo que fue el símbolo de la “V” de “Venceremos”.

De la misma forma resalta la fecha del 18 de septiembre cuando el ejército invadió la Ciudad Universitaria, lugar donde se refugiaban los estudiantes y donde realizaban las asambleas, imprimían volantes y guardaban su propaganda;  y el 23 de septiembre cuando el rector, Javier Barros Sierra, presentó su renuncia a la Junta de Gobierno de la UNAM. Fueron diversos movimientos y en cada uno de ellos sobresalía la figura del famosísimo Ernesto “Che” Guevara y Fidel Castro, pues fueron figuras icónicas e ideológicas para este suceso.

SEGUNDA PARTE

LA NOCHE DE TLATELOLCO

En este segundo apartado ya se da la entrada a lo que fue la verdadera masacre, pues se recopilan ya los testimonios de ese tan sangriento 2 de octubre y se narra cómo fue que sucedió todo ese día. Es en este apartado cuando más se siente la emoción, pues el tan solo leer los pequeños renglones hace que uno se estremezca.

Nos dice que en el movimiento se encontraban alrededor de 10 mil personas a las cinco y media de la tarde en la explanada de la Plaza de las Tres Culturas y había tanto como estudiantes, maestros, transeúntes, vendedores ambulantes, amas de casa, niños, etc. Todo fue un movimiento tan rápido, pues mientras algunos integrantes de la CNH daban un discurso y demás, en el cielo se logró escuchar el sonido de luces de bengala que fueron lanzadas, fue esa la señal para que de inmediato el ejército, granaderos y en este caso el Batallón Olimpia comenzara a disparar sin piedad a nadie. Ese día se vivía un ambiente tan tenso, lleno de verdadera angustia, pues todo parecía una verdadera película de terror al haber tanta sangre, cuerpos y heridos por todos lados. Fue una gran estrategia por parte del gobierno para entonces convertir la Plaza de las Tres Culturas en un matadero. Muchas personas gritando, salvando sus propias vidas, niños indefensos que no tenían la culpa de nada, madres de familia salvaguardando la vida de sus hijos, estudiantes que fueron golpeados sin tentarse el corazón, miles de detenidos y un interminable humo de pólvora era lo que rodeaba todo aquella espantosa escena.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (16 Kb) pdf (111 Kb) docx (20 Kb)
Leer 10 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com