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"Vanguardias, rupturas y revoluciones" Frida Khalo y Tarsila do Amaral


Enviado por   •  4 de Noviembre de 2019  •  Informes  •  2.625 Palabras (11 Páginas)  •  629 Visitas

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Vanguardias, rupturas

y  revoluciones

por

Frida Kahlo y Tarsila do Amaral

[pic 1][pic 2]

ÍNDICE:

  • Introducción……….….…...….......2
  • Desarrollo

Frida Kahlo……………..…………3

Tarsila do Amaral………….….…...7

  • Conclusión

¿Por qué las obras referentes

              son consideradas Vanguardias?.......8

  • Bibliografía………………….…….11

INTRODUCCIÓN:

        

           Cuando hablamos de Literatura, decimos que es un arte de la expresión, ya sea escrita o hablada. La descubrimos a través de las novelas, la cual se afianzó como género en el siglo XIX a través del realismo y del naturalismo. En el siglo XX se inició con la ruptura de las vanguardias en el arte, un quiebre que no solo quería ser técnico sino también conceptual. Un nuevo modo de ver la existencia y de vivir nuestra vida cotidiana que pedía renovadas formas alejadas del relato convencional.

        En aquel entonces, los jóvenes artistas se autodenominan vanguardistas por su actitud de militancia inconformista, decían que era necesario romper y destruir para poder construir un arte y una sociedad nueva: “Reconectar el arte con la experiencia vital” y para ello tomaremos como referentes a dos grandes artistas que son un perfecto ejemplo de unión entre tradición local y vanguardia: Frida Kahlo (México, 1907-1964)  y Tarsila Do Amaral (Brasil 1886-1973).

DESARROLLO:

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Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, nació el 6 de julio de 1907, en Coyoacán, México, se destacó por sus pinturas.​ Sus padres fueron Guillermo Kahlo, inmigrante alemán nacionalizado mexicano y fotógrafo, su madre se llamaba Matilde Calderón, mexicana.

Su vida estuvo marcada por el infortunio y el sufrimiento, tanto físico como emocional. A los 6 años sufrió de poliomielitis[1], enfermedad que la obligó a pasar 9 meses en cama. Para su rehabilitación y a sugerencia de su padre, la pequeña Frida practicaba fútbol y boxeo, deportes poco comunes y más para una mujer, esto creó un lazo con su padre, que se afianzó cuando descubrió que este sufría de ataques de epilepsia, ambos se ayudaban a mejorar mutuamente.

En 1922 fue una de las 35 mujeres –de un total de dos mil estudiantes- que ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria de la Ciudad de México, donde perteneció a "Los Cachuchas”, jóvenes protestantes contra las injusticias de su sistema escolar, eran rebeldes, su actividad y posición política calzaba en algún espacio entre las ideas anarquistas y revolucionarias románticas. Durante su juventud, Frida Kahlo llegaba a vestirse de hombre, cortó su largo cabello y lograba romper son los roles que se suponía debían cumplir las mujeres de la época.

El 17 de Septiembre de 1925, a la edad de 18 años, sufrió un accidente cuando el autobús en el que viajaba fue arrollado por un tranvía. Esto la dejó con la columna vertebral destruida y fracturas en las costillas, la clavícula, el hueso pélvico, la pierna derecha y la vagina, postrándose en su cama por un período de tiempo más largo e inmovilizada para poder recuperarse, la pintura se convirtió en una parte fundamental de su existencia, plasmando en ella su propia vida llena de sufrimiento. Para pintar, Frida utilizaba un atril especial que se adaptaba debido a que ni siquiera podía sentarse en su cama y con la ayuda de un espejo, ella comienza a pintarse a sí misma.

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“ Lo único de bueno que tengo es que ya

voy empezando a acostumbrarme a sufrir ”

En septiembre de 1926 pintó su primer autorretrato al óleo, emprendiendo una dinámica que sería el objeto principal de sus obras: reflejar en sus cuadros los sucesos de su vida y los sentimientos que le producían.

Luego de algunos años conoció, gracias a sus allegados, a Diego Rivera un famoso muralista mexicano, quien quedó encantado con sus obras y con ella. En 1929 contrajeron matrimonio, su relación era apasionada y amorosa pero llena de sufrimiento debido a las infidelidades por ambas partes, y que los llevaron a separarse en 1939. Sin embargo, ambos sabían cómo complementarse. Rivera fue el mayor admirador de Kahlo y ella fue la mayor crítica del pintor.

Otro de los sufrimientos por el que tuvo que pasar la pintora, fue su imposibilidad de ser  madre, tras su primer aborto en 1930, los médicos le confirmaron que nunca podría traer un hijo a la vida, luego tuvo otros 2 abortos más en su vida.

Gracias a la fama de Diego Rivera y la situación complicada para los simpatizantes de izquierda, la pareja terminó viviendo de 1931 a 1934 en Estados Unidos, en las ciudades de Nueva York y Detroit, pero Frida se vuelve crítica con la forma de vida estadounidense y lo dejó reflejado en sus pinturas de entonces. Allí, la artista sufrió el segundo aborto y mientras se recuperaba pintó el autorretrato Aborto en Detroit y otra serie de obras, sobre las cuales Rivera dijo:

“Frida empezó a trabajar en una serie de obras maestras sin precedentes en la historia del arte, pinturas que exaltaban la cualidad femenina de la verdad, la realidad, la crueldad y la pena. Nunca antes una mujer había puesto semejante atormentada poesía sobre la tela como Frida en esta época de Detroit”

Cuando volvieron a México en 1933, Diego engañó a su esposa con su hermana pequeña Cristina Kahlo, y Frida entre 1937 y 1939 tuvo una relación con León Trotsky, revolucionario ucraniano, también cuando su amante fue asesinado se la creyó culpable de este, fue arrestada y liberada.

Repasando un poco su obra y figura, Frida resaltaba por su estilo personal; Sus collares de pedrería, sus aretes largos, los listones y las flores de su cabeza, así como sus rebozos, huipiles y faldas largas inspiradas en las mujeres tehuanas de Oaxaca hacían que su estilo fuera único y diferente, había decidido usar faldas y vestidos largos para disimular los problemas de su pierna, además de su semblante cejijunto. Y en 1937 fue retratada para la revista Vogue.

Desde finales de la década del 30, México fascinó al grupo surrealista. En 1938 y desde una mirada europea, André Breton, padre de este movimiento, había afirmado que México era el “lugar por excelencia del surrealismo”. En este sentido, la original obra de Frida –con imágenes entre lo real e irreal–, junto a su militancia política, llevaron a Breton a calificar su obra de surrealista en un ensayo que escribió para la exposición de Kahlo en la galería Julien Levy de Nueva York. A esta afirmación, Frida responde; "Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad"

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