Venezuela fue una colonia española desde finales del siglo XV hasta principios del XIX.

      Como es ya conocido, Venezuela fue una colonia española desde finales del siglo XV hasta principios del XIX. Durante este periodo la metrópolis era dirigida por un sistema monárquico, para ejercer la soberanía y la democracia, tal cual como las que vivimos en el presente con la diferencia de que ésta era ejercida por un rey. Todo decreto realizado por éste que tuviera relación con las colonias en América debía ser obedecido y puesto en práctica. Cuando se inició la Revolución Francesa, se dominaron muchos países europeos, entre estos España, aprovechando su situación en cuanto a la monarquía; cuando a Caracas llegaron las noticias del despojo de la Corona Española y de su imperio hubieron disturbios en el país y se llevaron a cabo votaciones para elegir a un diputado que representase a Venezuela en la Junta Central de Sevilla. Los mantuanos, siguiendo el modelo de éstas y decidieron hacer lo mismo en Venezuela, expresando: “Ya Sevilla, no menos que otras provincias de nuestra Metrópolis, nos ha dado un ejemplo digno de imitarse.” sin embargo, ¿fue esto en realidad una conspiración libertaria?

     En 1789 se inició la Revolución Francesa, que repercutió no sólo en toda Europa, sino también en las colonias que tenían dominadas las potencias de ese continente en América, entre ellas el territorio de lo que hoy es Venezuela. En 1804, al coronarse a Napoleón Bonaparte como emperador de Francia, éste movimiento se había desarrollado en contra de la monarquía absolutista, y la libertad, igualdad y justicia proclamadas se vieron afectadas debido a que Bonaparte intentó dominar toda Europa con el objetivo de realizar el bloqueo que había declarado Francia, nación enemiga. Para ello, invadió también otros países, como España, a base de su crisis en la monarquía. Dentro de este marco, para 1808 el rey de España era Carlos IV, quien hizo acuerdos con Bonaparte para que franceses custodiaran el suelo español; sin embargo, un numeroso grupo de personas en contra de esto llevaron a cabo un motín entre el 17 y 19 de Marzo del mismo año, que obligo a Carlos IV a abdicar en favor de su hijo. Fernando VII, apoderado del trono, desarrollo una política de férreo control a quienes pretendían que la corona fuera devuelta a su padre. Pidió ayuda a Napoleón Bonaparte y este convoco a padre e hijo a un encuentro en Bayona, donde le arrancó una abdicación a cada una de sus partes apoderándose así del trono español para luego cederlo a su hermano José Bonaparte y puso tras las rejas a los ex monarcas Carlos IV y Fernando VII. Por consiguiente, el ejército francés tomó España y el pueblo salió a luchar el 2 de mayo de 1808. Se crearon diferentes corporaciones de gobierno, entre ésta la Junta Central, donde participaron más de 35 diputados, integrando a quienes representaran a América, entre estos países Venezuela, con las siguientes razones: rebeliones armadas en contra de los franceses, defender los derechos de Fernando VII, y la ilegalidad de las abdicaciones e incapacidad de las instituciones reales de frenar a Bonaparte y su complicidad con los mismos, haciendo referencia al siguiente fragmento: “La monarquía de España no era de Carlos IV, ni éste la tenía por sí mismo, sino por derecho de la sangre, según nuestras leyes fundamentales, y el mismo Carlos IV acaba de sentarlo (...) ¿Con qué autoridad, con qué derecho enajena la corona de España y trata a los españoles como a rebaños de animales?”.

      El 15 de julio, un comisionado francés, Paúl de Lamanon, trajo las noticias a Caracas de lo sucedido, y una vez difundidas se formó una manifestación la cual recorrió las calles de la ciudad gritando “vivas” a Fernando VII y “mueras” a Bonaparte. En los días sucesivos, los mantuanos que formaban parte del Cabildo solicitaban al Capitán General la conformación de una junta semejante a la de España y propusieron 18 miembros que podían constituirla. Posteriormente, se realizaron reuniones en casa de José Félix Ribas, con los integrantes del Cabildo con la intención de constituir la junta, de ellas surgió un documento avalado por 45 firmas donde puede leerse que “Ya Sevilla, no menos que otras provincias de nuestra Metrópoli, nos ha dado un ejemplo digno de imitarse.” Esta frase merece cierto detenimiento, porque entrevera la razón que, en principio, animaría la separación americana de España y que los americanos españoles no éramos menos que los de la península. Que, al ser igualmente súbditos del Rey, teníamos derecho de preservar la soberanía mientras el monarca regresaba a ejercerla. Este documento fue presentado a de Casas el 24 de noviembre, y en una reunión, fue mostrado a diferentes integrantes de las milicias de pardos de Caracas, Valencia, Aragua, entre otros, quienes expresaron rechazo. Una vez terminada la reunión, esa misma noche comenzaron a ser detenidos los firmantes del documento. Finalmente, algunos fueron a prisión y otros quedaron en libertad al jurar arrepentimiento.

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