Vida de payaso.

Vida de payaso

Este era un hombre sencillo, que se ganaba la vida haciendo los ratos un poco amenos y viéndole el lado bueno a las cosas; era ¡un pobre payaso!

Su función empezaba al caer la noche. Con su cara pintarrajeada y su vestimenta fuera de lo común, hacia reír a su selecto público y ganaba un par de monedas para subsistir.

Tenía una familia muy bella. Su esposa y sus dos hijitas, quienes eran  su público predilecto y sus mejores fans.

Todos trabajaban en el mismo lugar para  crear el mismo show.

Un día de tantos, la esposa salió con sus dos hijitas a comprar la cena y a la vuelta de una esquina, un embrido al volante los arrollo y las mato al instante.

El pobre payaso, entre un mar de lágrimas y con una agonía calcinante, recogió los tres cuerpos sin vida y los llevo  a la carpa del circo pensando ¡que hacer! Pues apenas había para la cena y hoy, una triple vela y sus bolsillos llenos de hoyos nada más.

En su misma tristeza, elevo una plegaria al creador y entre sollozos y lágrimas se dijo asi mismo: ¡el show debe de continuar…!

Salió al escenario a robar sonrisas de su público para poder con ello colectar dinero para comprar al menos tres humildes ataúdes y así dar cristiana sepultura a lo más preciado que tenía en el mundo.

Es asi la vida, a veces nos toca reanimarnos y sacar fuerzas de neustro interior cuando casi somos cadáveres andantes.

Asi como este pobre payaso, con su gran pena y dolor saco fuerzas de su interior para terminar el show, también nosotros debemos reanudar el camino que Dios nos ha trazado. A fin de cuentas: “el show debe continuar”, ya que el autor de la vida sabe porque pasan las cosas, tengamos fe y ya.

“recuerda: todas las cosas ayudan a bien a los que aman a Dios”

...