PRINCIPALES APORTES PEDAGÓGICOS ENTRE EL SIGLO XVII AL XIX
LUZPARRA6 de Julio de 2011
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
ZEA ESTADO MÉRIDA
PRINCIPALES APORTES PEDAGÓGICOS ENTRE EL SIGLO XVII AL XIX
Participantes:
Luz Parra
Zea, Diciembre 2009
INTRODUCCIÓN
Las ideas pedagógicas que han sostenido algunos representantes en los siglos XVIII al XX, son inspirados en la concepción filosófica – política que motivan a sus proponentes y que han suministrado, a lo largo de la historia, criterios para orientar la organización y el hacer educativo.
Estas ideas, inspiradas en una determinada posición, al encauzar sistemas educativos impregnan a esto de la concepción que hay sobre el hombre, la sociedad y el mundo, sustentando estos no cabe hablar de una educación neutra.
Toda educación, sea cual fuera su idea, tiende a la realización de un determinado hombre, para una concreta sociedad y en una situación histórica definida.
Además se encarga de construir el hombre determinado, según sea su concepción filosófico – política que inspira en construcción de tal hombre, ya que muchas ideas sirven para dejar a salvó la genuina condición humana, o sea, para promover el desarrollo del individuo para que además de servir para un momento histórico, sirven a una sociedad y a el mismo.
Este nos permite establecer con objetividad las relaciones existentes entre una idea pedagógica y su manera de realizarse en la práctica, además de la forma peculiar de hacerlo cada pedagogo. Ya que estas ideas nos permitirá conocer más a fondo la proposición del sistema educativo de diferentes sociedades.
IDEAS PEDAGÓGICAS DE JOHN DEWEY
Este pedagogo tiene sus antecedentes en el siglo XVIII con representantes como Locke, Montesquieu, Rousseau, Diderot, etc. En el siglo XIX se continúa esta tendencia con nombres tales Como Uuillermo de Humboldt, Stuart Mili, Sarmiento y, en nuestro tiempo, don todos los pedagogos humanistas y liberales, como Dilthey, Kershensteiner, Bertrand Russell y los llamados representantes de la escuela activa, tales como Dewey, Decroly, Kilpatrick y otros. Entre la peda¬gogía del siglo XX y la de los siglos XVIII y XIX existe, pues, un lazo de continuidad histórica, ya sea en su estructura y método, como en sus premisas y problemas.
Esta política pedagógica liberal defiende ante todo el respeto a la libertad, el libre ejercicio de la crítica y la discusión, excluye la enseñan-KII religiosa dogmática y confesional y admite la creación de institucio¬nes de educación por personas particulares, siempre que garanticen la libertad de conciencia de sus alumnos. La pedagogía contemporánea, íun cuando se reconoce producto de la evolución histórica, ofrece ca¬racterísticas peculiares que dan origen a movimientos pedagógicos im¬portantes, tal como ocurre el denominado movimiento de la "pedago¬gía activa" o "pedagogía de la acción", sustentado por John Dewey.
John Dewey, considerado el más importante teórico del nuevo concepto pragmático de la educación (pragmatismo pedagógico), nació en Burlington, Estado de Vermont, en el año 1859 y murió en 1952. Es 01 representante más significativo de la pedagogía norteamericana. Se graduó de Doctor en Filosofía en 1884 y desde esa época fue profesor en las universidades de Michigan, Chicago y Colombia, donde desempeñó las cátedras de filosofía y de pedagogía, hasta su jubilación en la Última de estas universidades.
Influido por la concepción pragmática de William James, se inserí- -toe en el grupo de filósofos que proponen comprobar la verdad (ideas, [lechos, teorías, etc.), preguntando cuáles serían las consecuencias prác¬ticas de obrar de acuerdo con ellas. La verdad es verificación, hacer Verdad, la verdad siempre está haciéndose. Su idea básica esencial es |ue el conocimiento verdadero es el conocimiento eficaz, aquel que produce resultados satisfactorios en su interacción con el ambiente.
La posición filosófica de Dewey, conocida como pragmatismo instrumentalista o instrumentalismo, desarrollada en el cuarto de siglo posterior a la Primera Guerra Mundial, se proponía aprovechar los nuevo» acontecimientos: el avance de la ciencia, su método, el avance del industrialismo, la forma republicana de gobierno, etc., todo ello con el propósito de realizar más plenamente su ideal democrático.
“Los supuestos de Dewey respecto a la naturaleza del hombre como sujeto de la educación responden a una perspectiva completamente laica... Dewey, como Darwin, consideraba al hombre como una par del mundo natural... Para Dewey el mundo material es el único ámbito de las actividades humanas. Es un mundo que tiene que ser dominado y obligado a proporcionar objetos para la satisfacción de los hombres. Dewey supone que el hombre es un animal activo, social y solucionador de problemas, cuyo éxito en la vida consiste en dominar su entorno.
Opone, Dewey, a la idea de la "educación por la instrucción", su» tentada por Herbart y por la cual se da a éste el calificativo de intelectualista, la idea de "la educación por la acción" o el "aprender haden do" (learning by doing), pues para Dewey sólo la acción, ya sea CH!.M manual o intelectual es la que promueve la experiencia y, para él, la educación no es otra cosa más que una "continua reconstrucción do l« experiencia".
En 1897, en sus primeras obras y en sus experiencias educativas en la famosa University Elementary School, especie de laboratorio John Dewey ensaya sus nuevas ideas y métodos de educación y enseñanza.
De su numerosa producción bibliográfica podemos mencionar:
— Mi credo pedagógico.
— La escuela y el niño.
— La ciencia de la educación.
— Experiencia y educación.
—- Pedagogía y Filosofía.
— El hombre y sus problemas.
— Democracia y Educación (una de las más importantes publicada en 1916).
Considera Dewey que las condiciones objetivas en las cuales tiene la experiencia son las que, en cierta medida, están dentro de las posibilidades de control por el educador (lo que el educador hace y có¬mo lo hace, los libros, los equipos que utiliza), estos aspectos le "impo¬nen el deber de determinar aquel ambiente que interactuará con las Capacidades y necesidades existentes de los enseñados para crear una experiencia valiosa".
De su idea de la íntima y necesaria relación entre los procesos de la experiencia real y la educación, surge la razón por la cual Dewey prefiere el régimen democrático a cualquiera otro. Así dice: "¿Podemos encontrar una razón que nos lleve últimamente a la creencia de que los regímenes democráticos sociales promueven una cualidad mejor de ex¬periencia humana, más ampliamente accesible y disfrutada, que lo que hacen las formas no democráticas y antidemocráticas de-la vida social? líl principio de respeto a la libertad individual y el decoro y bondad de lis relaciones humanas, ¿no está en el fondo de la convicción de que Mas cosas contribuyen a una cualidad superior de experiencia en un mayor número de personas que lo hacen los métodos de represión o coerción y fuerza? La razón de nuestra preferencia es que creemos que la consulta mutua y las convicciones logradas por persuasión hacen posible una mejor cualidad de experiencia que la que puede ofrecerse de otro modo en una amplia escala".
Así, pues, el fin último de la educación es el de crecer, no sólo físi¬camente sino también en penetración y dominio del medio ambiente.
En tal sentido propone la utilización sistemática del método científico como el modelo ideal de la exploración y aprovechamiento de las potencialidades implícitas en la experiencia personal del alumno; considera que es el único medio auténtico a la disposición del maestro, para descubrir el significado de las experiencias diarias en el mundo en que se vive. Al respecto señala primero, que el alumno debe partir de una experiencia directa e interesante propia de él; segundo, que se plantee un problema o formule una hipótesis dentro de esa situa¬ción; tercero, que compruebe esa hipótesis por las consecuencias que produce cuando se actúa con ella, lo que significa que el alumno debe observar cuidadosa y detenidamente estas consecuencias; en cuarto lugar exige que se siga la pista de las actividades y consecuencias observa¬bas, mediante un análisis y registro de los rasgos significativos de la ex¬periencia en desarrollo y que, tenga oportunidades y ocasiones para comprobar sus reflexiones por sus aplicaciones, aclarando así su signi¬ficación y descubriendo su validez. Fue Dewey quien dio la formulación clásica a la estructura del método de enseñanza a base de problemas. Considera que los problemas han de surgir de las necesidades de los alumnos, de la necesidad de comprender el mundo que les rodea. Para Dewey, los métodos educativos más efectivos son aquellos que se basan ¡en la experiencia directa y en la actividad de los educandos; una actividad tal que haga necesarios el conocimiento, las destrezas, el ejercicio 'intelectual, etc. La adaptación del método a los alumnos de diferentes grado de madurez
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