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Alegoria De La Caverna


Enviado por   •  14 de Septiembre de 2013  •  1.153 Palabras (5 Páginas)  •  300 Visitas

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LA ALEGORÍA DE LA CAVERNA

La Alegoría de la Caverna tal vez sea uno de los textos filosóficos más conocidos sobre transformación personal. En él, Platón nos muestra como el conocimiento del Bien, nos transforma en los hombres nuevos que una nueva sociedad necesita:

(Platón, República, libro VII, 514 a - 518 c - adaptación al castellano)

- (514a) Y ahora -proseguí- date cuenta de la diferencia entre la educación y la falta de educación en nuestra naturaleza tomando alegóricamente la siguiente experiencia. Imagínate unos hombres en una morada subterránea en forma de caverna, que da hacia la luz a través de una entrada abierta a lo largo de toda la caverna. En esta caverna están desde niños encadenados en las piernas y el cuello, de modo que se tienen que quedar allí y sólo pueden mirar hacia delante, porque las ataduras les impiden girar la cabeza en derredor. Muy lejos, desde arriba, a sus espaldas alumbra la luz de un fuego; y entre el fuego y los prisioneros hay un camino a lo alto, a lo largo del cual imagínate que hay un murito, como el biombo que los titiriteros levantan delante del público para mostrar, por encima del biombo, su espectáculo.

- Me lo puedo imaginar, dijo Glaucón.

- Imagínate ahora que, a lo largo del muro, pasa gente que carga toda clase de utensilios que sobresalen por encima del murito, así como figurillas hechas en madera y piedra de hombres y otros animales, es decir, todo tipo de cosas, producidas todas artificialmente, al tiempo que los que van cargando los objetos en parte hablan y en parte callan.

- Extraña comparación y extraños son esos prisioneros de los que hablas.

- ¡Se parecen a nosotros! Pues primero no ven de sí mismos ni de los demás, nada más que las sombras proyectadas en la pared frente a ellos por el fuego, entiendes?

- Claro, si toda su vida están forzados a mantener sus cabezas inmóviles.

- Lo mismo sucede con respecto a los objetos que son llevados por los que pasan por detrás del murito, no?

- Indudablemente.

- Pues entonces, si pudiesen dialogar entre sí, ¿no te parece que creerían estar refiriéndose a los objetos reales cuando hablaran de las sombras que ven?

- Necesariamente.

- Y si la prisión contara con un eco desde la pared que tienen frente a sí, y alguno de los que pasan del otro lado del murito hablara, ¿no piensas que creerían que lo que oyen proviene de la sombra que pasa delante de ellos?

- ¡Por Zeus que sí!

- Entonces resumiendo: los prisioneros no tendrán por real otra cosa que las sombras de los objetos artificiales?

- Necesariamente.

Platón plantea que la gran parte de seres humanos asume que el mundo es tal como se nos presenta de manera artificiosa por otros. Y nos conformamos con la imagen que otros han hecho de nosotros y de los demás y del mundo en general, de modo que llevamos una vida como sujetos pasivos ignorantes de cómo somos manipulados, con un total desconocimiento de nosotros mismos. Las cadenas que nos atan a esta existencia pasiva difícilmente las vamos a romper nosotros por cuenta propia, piensa Platón, y continúa asi:

- Piensa ahora en cómo sería una liberación de sus cadenas y una curación de su ignorancia, cómo es que se daría esto -¿acaso pasaría lo siguiente?: Si uno de ellos fuera liberado y forzado a levantarse de repente, voltear la cabeza y salir para fuera y mirar hacia la luz (del fuego) y, si al hacer esto, sufriera y por los destellos de luz (del fuego) no pudiera mirar aquellos objetos, cuyas sombras había visto antes -

¿Qué piensas que respondería si se le dijese que antes sólo había estado viendo vanos cachivaches y que ahora, en cambio, está viendo mejor, ya que está más cerca de lo que es (realmente) y se ha vuelto hacia cosas reales?

Y si se le mostrara cada uno de los objetos que pasan del otro lado del murito y se le obligara a contestar preguntas sobre lo que son, ¿no piensas que se sentirá en apuros y que creerá que lo que había visto antes, era más real, que lo que se le está mostrando ahora?

- Ciertamente

- Y si se le forzara a mirar a la luz misma, ¿no le dolerían acaso los ojos y trataría de eludirla, volviéndose hacia aquellas cosas que sí puede ver; esto entonces le parecería más claro, que lo que se le enseñó al final, ¿no es cierto?

- Así es.

- “Y si a la fuerza”, pregunté yo- “se lo sacara de allí a rastras por una escarpada y empinada cuesta, sin soltarlo hasta llegar hasta la luz del sol, ¿no estará acaso sufriendo de dolor y estaría irritado por haber sido arrastrado hasta allí? Y tras llegar a la luz, ¿no estarían sus ojos llenos del brillo solar y así sería incapaz de ver ninguno de los objetos que alguien le presentara ahora como verdadero?

- Por cierto, al menos inmediatamente.

- Tendría que acostumbrarse, pienso, si tuviera que observar el mundo de arriba. Primero reconocería con mayor facilidad las sombras, y después los reflejos en el agua de los hombres y de los otros objetos, y luego las cosas mismas. A continuación podría contemplar de noche lo que hay en el cielo y el cielo mismo, mirando la luz de las estrella y la luna más fácilmente que, durante el día, el sol y la luz del sol.

- Claro.

- Finalmente, pienso, podría ver el sol, no ya en imágenes en el agua o en otros cuerpos extraños, sino contemplar al sol mismo en sí en su lugar y reconocer su ser.

- Necesariamente.

- Y entonces concluiría, que es el sol, que es el que produce las estaciones y los años y que gobierna todo en el ámbito visible y que de algún modo es causa de todas las cosas que habían visto.

Si bien todas las personas en algún momento de sus vidas suelen preguntarse si ¿acaso no es posible una vida mejor, más profunda, plena que ésta vida que llevamos, sin aparente sentido? - esta búsqueda no suele concretarse en una búsqueda activa por alternativas de vida. En la mayoría de los casos será necesario que algo o alguien nos saque de nuestro estado de ignorancia por la fuerza de ser necesario.

Sin embargo, el empezar a salir de la caverna, sólo es una oportunidad que se nos brinda de iniciar la autotransformación. En última instancia depende de cada uno de nosotros si seguimos con la profundización de la búsqueda del conocimiento y llegamos a salir hacia la luz del sol.

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