Análisis del uso de la Аntígona, escrito por Sófocles en el siglo V a. C

Hoy en día, todavía hay personas que se sienten reprimidas con respecto a las leyes, no sienten su libertad, piensan que les prohíben mucho. Este pensamiento viene desde ya hace muchos siglos, pero con la diferencia de una evolución presente. Anteriormente este sentimiento de encierro era mucho más fuerte. Este tema se plasma en obras como: Antígona, escrita por Sófocles en el siglo V a. C. En esta obra se puede apreciar como tanta presión por cumplir las reglas obligadamente, y por restringir muchas actividades, hacen que las personas tiendan a crear un estado de rencor en cualquier momento por limitar su libertad. A raíz de esto, la única forma de sacar a la luz este modo de pensar es revelar, ya sea de forma adecuada o no, los puntos de vista que lo reprimen. El propósito del siguiente ensayo será analizar como la rebeldía es un acto de revelación que utilizan las personas como un recurso para dar a conocer el verdadero sentir y pensar. Esto se realiza con el fin de demostrar que el ser rebelde es un grito silencioso anhelando la libertad.

La rebeldía es un comportamiento del ser humano en el que se subleva, es decir, se contiene de una orden u obligación. Para muchas personas resulta ilógico apegarse a leyes ya que va en contra de sus principios e ideales, o sea a sus libertades en cuanto a pensamientos y acciones. Esto se ve reflejado en la protagonista Antígona respondiendo con rebeldía, pero de forma respetuosa, ante el mandato del Rey de Tebas cuando él le pregunta acerca de los hechos:

Creonte: Y tú, tú que estas ahí con la cabeza baja, ¿confiesas haberlo hecho o lo niegas?

Antígona: Afirmo que lo he hecho y nada en absoluto niego. (1)

En esta cita se aprecia un dialogo entre Creonte y Antígona. En la primera parte él, con un tono retórico, enfrenta a Antígona mediante una pregunta directa. Seguida por una afirmación de ella aceptando su acusación. En el momento en el que Creonte repite:”tu,tù” es para resaltar hacia quien se dirige. Lo dice de una forma tranquila en la que no intenta defenderse, ni dar falsas excusas, por lo tanto, de una forma pasiva. También se puede observar en un segundo momento durante el mismo diálogo:

Antígona: Lo sabía. ¿Cómo no lo iba a saber? Bien conocido era.

Creonte: ¿Y aun así te atreviste a desobedecer estas órdenes?

Antígona: … Ni pensaba yo que tus proclamas tuvieran tanta fuerza que permitieran a un mortal transgredir las leyes no escritas e inmutables de los dioses… (2)

En este segundo fragmento, entre los mismos personajes, se puede ver por qué Antígona, a pesar de las advertencias de las consecuencias de sus actos, decide seguir con su plan. Comienza con un intercambio de preguntas retoricas entre ambos. En un primer momento ella se responde a si misma utilizando la ironía, ante lo cual Creonte responde de la misma manera: con una pregunta. Pero luego Antígona contesta a esto empleando un tono expositivo, mostrando sus ideas y razones como fundamentos. Utiliza un hipérbaton alterando el orden, no dándole a importancia y coloca la personificación en “proclamas tuvieran tanta fuerza” para calificar la influencia que estas causaron. Se puede afirmar con certeza que, en muchos casos, la contradicción de distintos principios frente a una orden, ley, etc.es una de las principales causas de la rebeldía.

Por otro lado, el hecho de limitar las libertades del hombre, reiteradas veces en distintos aspectos; acostumbrando a la persona a una rutina de estrictas condiciones y órdenes, llega a crear cierto resentimiento moralmente hacia el que generó esto. Se puede presenciar en el momento de la confrontación entre Creonte y su hijo:

Hemón:… Yo no podría ni sabría decir que no llevas la razón… Pero podría ocurrir, sin embargo, que otro estuviera también en lo cierto…

Creonte: ¿Es que a nuestra edad vamos a recibir lecciones de prudencia por parte de un hombre de la suya? (3)

Aquí Hemón comienza diciendo con tono persuasivo que no podría darle la contra, pero sin embargo, lo hace en un segundo momento contradiciéndose. Causa con esto el asombro de Creonte, su padre, y su mala reacción. Este se defiende con una pregunta retórica en la que emplea además el eufemismo, queriendo

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