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Apologia de Socrates de Platon


Enviado por   •  5 de Noviembre de 2017  •  Resúmenes  •  1.924 Palabras (8 Páginas)  •  184 Visitas

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LA APOLOGIA DE Sócrates

(PLATON)

RESUMEN

El juicio se inicia ante un jurado de más de 500 ciudadanos de Atenas, juicio en el que Sócrates asume su propia defensa:

PRIMERA PARTE

Sócrates al iniciar, niega todas las acusaciones que recaen sobre su persona  y advierte a los presentes que realizara su defensa utilizando términos sencillos, con palabras que siempre ha utilizado toda su vida y que espera que le den valor al fondo de las misma  que a su forma (citamos textualmente) : “… porque en esto consiste toda virtud del juez, como la del orador: en decir la verdad.”[1] Y prosigue respondiendo a sus acusadores, con la seguridad de que sus juzgadores los conocen desde temprana y que a él no le está permitido conocer ni identificar (citamos) “… para defenderme, es preciso que yo me bata, como suele decirse, con una sombra, y que ataque y me defienda sin que ningún adversario aparezca”[2], es decir no sabe quiénes le atribuyen delitos pero que él debe defenderse y dilucidar de sus juzgadores las calumnias tan bien armadas y tejidas por mucho tiempo; y antes de iniciar en el tema de las acusaciones dice: “Venga lo que los dioses quieran, es preciso obedecer a la Ley y defenderse”[3]

Es así que Sócrates cita una de las primeras acusaciones que le causaron mala fama “Sócrates es un impío; por una curiosidad criminal quiere penetrar lo que pasa en los cielos y en la tierra, convierte en buena una mala causa, y enseña a los demás sus doctrinas”[4], acusación que es falsa porque Sócrates  no habla de ciencias extrañas, no enseña y por tanto tampoco cobra, en ese sentido él dice que quienes tienen hijos deberían interesarse que les enseñen hombres que los formen en buenos hombres y buenos ciudadanos.

El origen de sus males surge cuando una compañero de la infancia de Sócrates, Querofon le pregunto al Oráculo (Sócrates recuerda esto y busca no ofender a nadie) “si había en el mundo un hombre más sabio que yo[5] (refiriéndose a Sócrates) y el oráculo respondió que no había ninguno. Es ahí que Sócrates comienza a cuestionarse de la veracidad de dicha afirmación, y con la intención de echar por suelo semejante afirmación con la que no está de acuerdo,  es que comienza a buscar a toda persona que es considerada por sabia por las demás personas y por si mismas, y descubre que al acudir ante un político que era conocido como sabio pero al cuestionarlo descubre que no era ningún sabio, y al intentar hacerle comprender su realidad lo único que consigue es su odio y el de sus amigos. Sin embargo, concluye que él si es más sabio porque no creía saber lo que no sabía.

Luego acudió a los poetas y al repetirse la historia recurrió a los artistas, pero fue la misma situación. Cada representante de grupo se consideraba el más sabio, pero al creerse una condición no real se quitaban merito, en ese proceso de investigación se hizo de muchos enemigos, pero concluye que sólo Dios es el verdadero sabio y “el más sabio entre vosotros es aquel que reconoce, como Sócrates, que su sabiduría no es nada”[6] , siendo este el entendimiento que acepta Sócrates referente a la afirmación del Oráculo, haciendo entender al mundo que nadie es sabio.

Para llegar a esa conclusión, gano muchos enemigos que no aceptaban su ignorancia, de quienes sobresalen o son reconocidos a Meleto (representa a los poetas), Anito (representa a los políticos y artistas) y Licón (a los oradores), y para proseguir responde a las acusaciones concretas que son:

  • Sócrates es culpable porque:

-  corrompe a los jóvenes

  • No cree en los dioses del Estado y en su lugar pone divinidades nuevas  bajo el nombre de demonios.[7]

En el proceso de su defensa cuestiona varias veces a Meleto y concluye que éste miente ya que decía preocuparse por problemas que jamás le han preocupado. Meleto sostuvo que Sócrates corrompía a los jóvenes y de manera voluntaria, afirmación que Sócrates negó diciendo que en caso de corromperlos seria de manera involuntaria y señala: “la ley quiere que se cite a los que merecen castigos, pero no a los que solo tienen necesidad de prevenciones[8], Meleto sostiene que Sócrates corrompe a los jóvenes enseñándoles a no honrar a los dioses de la ciudad pero si a otras divinidades. Sócrates argumenta que Meleto se está contradiciendo ya que no pueden existir divinidades sin existir al mismo tiempo los dioses, por lo tanto, lo acusa de que se está burlando de todos y de que la acusación de Meleto carece de fundamento consecuentemente no es culpable.

Sócrates admirablemente asume una postura ante sus juzgadores y los presentes de que él no estaba avergonzado de lo que hacía y que lo llevaba al extremo porque  un hombre con valentía debería tomar en cuenta “... en sus procederes es ver si lo que hace es justo o injusto”[9], temiendo más vivir como un cobarde, y que el temor a la muerte, seria presumir de saber algo que se desconoce, ya que nadie conoce que sea la muerte, por tanto el no escaparía a lo desconocido porque también tiene una probabilidad de ser bueno y de lo que si debería escapar cualquier hombre es de las situaciones que se saben que son malas. Por otro lado, advirtió que su mandato era el de persuadir a todos de que no hay que preocuparse por el cuerpo ni por las riquezas sino por la virtud y por cultivarla ya que de ella proviene lo bueno, y que a su juicio “el más grande de todos los males es hacer lo que hace Anito en ese momento, que es  trabajar  para hacer morir a un  inocente”[10]. Y por eso llevaría un remordimiento por hacerlo morir salvo que dios se compadezca de él y los demás.

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