Aspectos éticos De La Investigación En Enfermería Clínica
zalyhyuk23 de Mayo de 2012
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Aspectos éticos de la investigación en Enfermería clínica
Antonio Pardo
Departamento de Bioética, Universidad de Navarra
En: Investigación: su lugar en la educación y en la práctica de la enfermería.
Eunsa, Pamplona 1995: 207-217.
El ejercicio profesional de la Enfermería, como el de toda técnica, debe estar
abierto a la innovación y al cambio. Ciertas prácticas, habituales en Enfermería hace
sólo unos pocos años, se consideran hoy día atrasadas, y el enfermero que pretenda
cumplir con su responsabilidad de modo eficaz está obligado a una constante puesta al
día1. Esta puesta al día se consigue con el estudio y la formación continuada2. Pero esta
última sería rutinaria si no incluyera tanto el conocimiento de las aportaciones nuevas a
las ciencias y a la práctica de la Enfermería, como la incitación a buscar soluciones a los
problemas todavía no resueltos. La investigación clínica en Enfermería constituye una
parte fundamental de una correcta atención a los enfermos: una Enfermería que no
investiga se condena a sí misma a atender a sus enfermos con procedimientos
anticuados, o no todo lo eficaces que cabría esperar del estado del arte del momento.
Como es obvio, la investigación en Enfermería no está necesariamente ligada a
disponer de costosos laboratorios o de complicadas técnicas, pues muchas veces versa
sobre cuestiones aparentemente no muy complejas ni aparatosas. Esto hace que la
obligación de investigar alcance a todo enfermero, sea cual sea su modo de ejercicio
profesional o su especialidad3. Aun en las situaciones clínicas aparentemente más
sencillas hay aspectos poco conocidos o comprobados que es necesario conocer más a
fondo. El Código Deontológico de la Enfermería Española especifica como cuestiones
que atañen más inmediatamente al enfermero la prevención y mantenimiento de la
salud, la atención, rehabilitación o integración social del enfermo, la educación para la
salud, o la formación y actividad de los propios enfermeros4; aunque en todas ellas
pueden investigar, en ocasiones, los médicos u otros profesionales de la salud, compete
especialmente al profesional de Enfermería la búsqueda del progreso en estos campos.
Ahora bien, antes de iniciar una investigación cualquiera, el profesional de la
Enfermería debe plantearse la conveniencia y la corrección, tanto de los objetivos que
pretende con su investigación, como de los medios que piensa emplear para llevarla a
cabo. Esta consideración de objetivos y acciones es el objeto de la ética. Antes de iniciar
cualquier investigación deben hacerse, por tanto, una serie de consideraciones de tipo
ético, más o menos explícitas. En estas páginas intentaremos mostrar cuáles son las
consideraciones fundamentales que se deben tener en cuenta a la hora de investigar para,
a continuación, exponer algunas cuestiones de detalle, que son desarrollo necesario de
esos principios más generales.
El conocimiento de los principios éticos de la investigación clínica es necesario
para la realización de la investigación en Enfermería. Actualmente está siendo ya
frecuente la participación de los profesionales de Enfermería en los Comités de Ética de
Investigación, encargados de aprobar todos los protocolos de investigación clínica (y a
veces incluso de investigación básica) que se realizan en el ámbito hospitalario. Como
1 Cfr. Código Deontológico de la Enfermería Española, capítulo XI, artículo 69.
2 Cfr. idem, artículos 70-72
3 Cfr. idem, artículo 73.
4 Cfr. Código Deontológico de la Enfermería Española, prólogo, p. 15.
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es lógico, la ignorancia de las reglas éticas de la investigación puede ser causa de que se
aprueben protocolos que, por las razones que sea, debían ser rechazados o, al menos,
revisados o mejorados. Por tanto, para que el profesional de Enfermería pueda colaborar
adecuadamente a la investigación clínica del centro donde trabaja, debe conocer algunas
cuestiones básicas de ética sanitaria y de la investigación, y no estar en estos comités
como mero espectador o, en el peor de los casos, como cómplice de conductas
inapropiadas.
Una última razón que hace conveniente que el profesional de Enfermería conozca
adecuadamente los principios éticos de la investigación es que debe mantener su
independencia profesional. Es natural que muchos conocimientos de fisiología,
anatomía, bioquímica, etc., que poseen los profesionales de Enfermería les vengan
dados por los estudios realizados por médicos y otros profesionales de la salud. Pero el
enfermero debe cultivar un campo propio de investigación y, en él, no debería depender
exclusivamente de lo que investiguen otros profesionales de la salud. El campo que es
especial responsabilidad de la Enfermería debe ser trabajado por ella misma.
Por todas estas razones, el enfermero debe tener conocer los principios de la ética
de la investigación y sus aplicaciones principales.
Principios generales de la investigación científica
La investigación científica pretende saber los porqués de ciertas cuestiones. Es una
búsqueda de conocimiento que tiene en su horizonte el manejo técnico de la realidad
que estudia. La ciencia moderna es, básicamente, un saber para usar. Así, la ingeniería,
la química, o la física, no se conforman con los conocimientos teóricos, sino que
posteriormente los aplican a cuestiones prácticas. Algunas ciencias están más lejos de
esa aplicación práctica, y se dedican principalmente a la investigación básica; otras están
más cerca, y su investigación es principalmente investigación aplicada. Pero todas
tienen ese punto de vista que mira a la práctica, a diferencia de las ciencias puramente
teóricas, como la filosofía o las matemáticas, que sólo buscan saber.
Como el resultado final de estas “ciencias” (más bien habría que decir “técnicas”)
es una acción, y la ética, como hemos dicho anteriormente, se dedica a estudiar la
conveniencia o disconveniencia de las acciones y de los fines, cabe una ética de la
ciencia y de la investigación científica. El técnico (ingeniero, médico, farmacéutico,
enfermero), en tanto que se dedica a actuar, está sujeto a una serie de normas éticas que
regulan y orientan sus acciones profesionales.
Respeto al hombre.
En el ámbito de las ciencias de la salud hay diversos principios éticos que deben
tomarse en consideración. Sin embargo, en mayor o menor medida, todos ellos se
derivan de uno principal, el respeto al hombre. La razón de que éste sea el principio
primordial se deduce de que la acción técnica de los profesionales del sector sanitario
versa sobre el hombre que, como paciente, se confía a sus cuidados.
La técnica debe tener como objetivo el bien de las personas. Una acción
investigadora que no tenga como meta el bien del hombre refleja una actitud que mira
otros fines; éstos pueden ser buenos y lícitos (el afán de saber, la necesidad de publicar,
la necesidad de recabar fondos para una institución, el deseo de notoriedad, etc.). Sin
embargo, al investigar, esos fines, lícitos en sí mismos, no deben convertirse en excusa
para instrumentalizar al hombre. El objetivo principal de la investigación es el hombre
mismo, y esos otros fines (saber, publicar, etc.) deben subordinarse al fin principal. Una
investigación clínica que no mira el bien del hombre es un contrasentido.
Llamamos respeto a esa actitud del investigador que no pierde de vista el bien del
hombre a la hora de investigar. Respetar al hombre no es una actitud negativa o no
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intervencionista sobre la persona que se presta a la investigación; más bien se refiere a la
actitud interior del investigador, que trata a las personas que le sirven para alcanzar los
fines de la investigación con la dignidad que ellas merecen5. Precisamente de esta
actitud fundamental se deriva la necesidad de estimular el ingenio en la investigación de
modo que hagamos compatibles los fines científicos (la necesidad de un nuevo
conocimiento) con el trato adecuado a las personas y la búsqueda de su beneficio.
La consecuencia primaria de la actitud de respeto que debe presidir la
investigación es que, aunque el sujeto se preste a la investigación, y aunque los
conocimientos que obtengamos puedan beneficiar a otros, no se debe hacer todo lo que
se puede hacer: al investigador le está vedado actuar de modo irrespetuoso con el sujeto
de investigación. Así, para saber la eficacia de un determinado modo de aconsejar una
medida de medicina preventiva (como puede ser el cuidado de la dentadura)6, no sería
correcto tener un grupo de pacientes sin consejo higiénico alguno: aunque sirvan de
grupo testigo para comprobar la eficacia real del nuevo modo de aconsejar que se
prueba, les sometería a un riesgo de lesiones bucales soslayable e injustificado.
De este principio básico de respeto al hombre podemos derivar otros principios
éticos
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