CONÓCETE A TI MISMO.

CONÓCETE A TI MISMO

Ya sea en oriente como en occidente es posible distinguir que a lo largo de los siglos, ha llevado a la humanidad a encontrarse progresivamente con la verdad y confrontarse con ella.

El hombre cuanto más se conoce la realidad y el mundo más se conoce a sí mismo en su unidad. Todo lo que se presenta como parte de nuestro conocimiento se convierte por ello en parte de nuestra vida.

En el recorrido de la existencia humana surgen preguntas como: ¿Quién soy?, ¿de dónde vengo y a dónde voy?, ¿Por qué existe el mal?, ¿Qué hay después de esta vida?, son preguntas que tienen su origen común en la necesidad de sentido que acucia el corazón del hombre de las respuestas que se dé a tales preguntas, es decir depende de la orientación que se le dé a la existencia.

La iglesia ve en la filosofía el camino para conocer las verdades fundamentales relativas a la existencia del hombre, es decir la considera como ayuda indispensable para profundizar en la inteligencia de la fe y comunicar la verdad del Evangelio.

En nuestro tiempo, la búsqueda de la verdad parece a menudo oscurecida. Sin duda la filosofía moderna tiene el gran mérito de haber concentrado su atención en el hombre.

Se han construidos sistemas de pensamientos complejos, que han introducido sus frutos en los diversos ámbitos del saber, favoreciendo el desarrollo de la cultura y de la historia. Sin embargo la filosofía moderna en lugar de apoyarse sobre la capacidad que tiene el hombre para conocer la verdad, ha preferido destacar sus límites y condicionamientos.

Recientemente han adquirido cierto relieve diversas doctrinas que tienden a infravalorar incluso las verdades que el hombre estaba seguro de haber alcanzado, esto ha dado paso a un pluralismo indiferenciado basado en que todas las posiciones son igualmente válidas; siendo este uno de los síntomas más difundidos de la desconfianza en la verdad.

La Iglesia convencida de la competencia que le incumbe por ser depositaria de la revelación de Jesucristo, quiere reafirmar la necesidad de reflexionar sobre la verdad, como también a los teólogos y filósofos a los que corresponde el deber de investigar sobre los diversos aspectos de la verdad, así mismo a las personas que la buscan, para exponer algunas reflexiones sobre la vía que conduce a la verdadera sabiduría.

Centrando la atención sobre el tema de la verdad y de su fundamento en relación con la fe. No se puede negar, en efecto, que este período de rápidos y complejos cambios, expone esencialmente a las nuevas generaciones a la sensación de que se ven privadas de auténticos puntos de referencia, creando ilusiones sobre la posibilidad de alcanzar el verdadero sentido de la existencia; desviando la mirada de la verdad, prefiriendo el éxito inmediato en lugar del esfuerzo de la investigación paciente sobre lo que merece ser vivido.

TIPOS DE CONOCIMIENTO Y SU INTERACCIÓN

• Nuestros conocimientos progresan con el simple contacto con la realidad hasta representaciones conceptuales como: ciencia y filosofía.

• La interrelación existente éntrelos diferentes tipo de conocimiento: vulgar, técnico, símbolo, social, político, religioso, científico y filosófico.

• Tomando el método científico como garantía de conocimientos objetivos y sistemáticos.

LA FILOSOFIA ACTUAL

El PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX: LA FLORACIÓN DE LAS CORRIENTES DEL PENSAMIENTO

Ha de tenerse en cuenta que, primero, el positivismo filosófico, y, después, el científico, habían desautorizado los planteamientos inmanentistas (experiencias internas como criterio de la verdad en general), y el apriorismo en que se habían apoyado la corrientes idealistas que habían alcanzo un álgido en el sistema hegeliano (El individuo singular tiene que recorrer, en cuanto a su contenido, las fases de formación del Espíritu universal, pero como figuras ya dominadas por el Espíritu, como etapas de un camino ya trillado y allanado. Hegel); más aún, las aportaciones del positivismo científico habían puesto en cuestión los procedimientos que se utilizaban para explicar el conocimiento humano e, incluso, el mismo concepto del ser humano.

El VITALISMO, LA FENOMENOLOGÍA Y LA TEORIA DE LOS VALORES

Las tres corrientes se oponen a los principios filosóficos del positivismo científico, de ahí que cada una de ellas busquen nuevas formas de captar la realidad del ser (“lo que es”). Cada una asume de manera diferente las aportaciones del positivismo científico que considera ineludibles.

El VITALISMO

El vitalismo es caracterizado por una afirmación y exaltación de la vida en toda su magnitud y con todas sus consecuencias, y explicar todo como resultado de un solo proceso que va desde las formas más simples de la materia a las más complejas de la vida.

La principal aportación del vitalismo filosófico, aparte de la primacía dada a la idea o principio de la vida, se halla en el mecanismo propuesto para la captación del ser, la intuición como conocimiento directo del objeto que se desvela a y en sujeto cognoscente. De esta manera el vitalismo asume y desarrolla la idea del modo distinto de conocer de las ciencias de la naturaleza, que se ajustan a las propuestas del positivismo, y de la filosofía en el cual se halla implícito el conocimiento que el hombre tiene de sí mismo como sujeto.

LA FENOMENOLOGÍA

Elabora sus fundamentos y desarrolla una manera de pensar con lo que delimitan las características del pensamiento filosófico y establece su distinción especifica del pensamiento científico; Edmund Husserl (1859-1938).

La fenomenología ofrece dos aspectos diferentes: uno es el metodológico con el que Husserl intenta asentar las bases para alcanzar el verdadero conocimiento, el filosófico; y el otro es el propiamente filosófico, en el cual se analizan los fenómenos puros de la conciencia y se descubre la entidad del sujeto pensante.

El término fenomenología equivale a la captación de los fenómenos puros que aparecen en la conciencia; se trata, tanto de un conocimiento directo, intuitivo, delas ideas puras que se manifiestan en la conciencia y tienen y valor universal.

Husserl desvela el camino “el método” por el cual el sujeto capta directamente, intuye el objeto puro que se le manifiesta “el fenómeno”.

LA TEORIA DE LOS VALORES

La teoría de

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