Capital Intelectual

Para definir un concepto explicito, el cual refiera la totalidad del contenido que abarca todas las características que se deben tener en cuenta al momento de hablar del capital intelectual, necesariamente se debe en primero considerar la posibilidad de identificar los distintos puntos de vista de los autores que refieran sus conocimientos a este tema, y luego de esta debida recopilación, se debe lograr un consenso generalizado, pretendiendo emitir una definición que exprese la realidad más cercana; y para ello, se han citado algunos de los autores de mayor relevancia, entre los cuales y en referencia al rema expresan cada uno la definición siguiente:

Edvinsson y Manole (1999) expresa que el capital intelectual una corporación, “es como un árbol, hay una parte que es visible, las hojas, ramas y frutos, y otras que están oculta, las raíces. Si solamente nos preocupamos por recoger las frutas y tener las ramas y hojas en buen estado, olvidando las raíces, el árbol puede morir. Para que el árbol crezca y continúe dando frutos, las raíces deben estar sanas y nutridas. Eso también es válido para las empresas: si solo nos preocupamos de los resultados financieros e ignoramos los valores ocultos, la empresa no sobrevivirá en largo plazo”. Por otra parte Bradley (1997) argumenta que el capital intelectual consiste en “la capacidad para trasformar el conocimiento y los activos intangibles en recursos que crean riqueza tanto en las empresas como en los países, y de igual manera se considera que puede ser considerado como beneficio en el futuro y que se encuentra formado por recursos tales como las ideas, los inventos, las tecnologías, los programas informáticos, los diseños y los procesos.”

Mientras que Stewart (1991) señala que el capital intelectual es “todo aquello que no se puede hacer ganar dinero a la empresa” pero del mismo modo, autor expresa que “El capital intelectual es la suma de todos los conocimientos que poseen los empleados y que otorgan a la empresas ventaja competitiva” y según lo anunciado anteriormente, se considera que “se pueden generar valor en el futuro, pero que, son embargo, no tienen un cuerpo físico o financiero” Lev (2001)

En relación a lo antes expresado, algunos autores como Robinson y Kleiner, (1996) expresas que: “el capital intelectual, que se encuentra formado por los conocimientos, las habilidades, la experiencia, los sistemas de información, la propiedad intelectual, las estructuras organizativas, etc. y de igual forma se considera que se puede aprovechar para crear riqueza. No obstante, en muchas ocasiones estos recursos son difíciles de identificar y aun mas de distribuir eficazmente Stewart, (1998).

Con todas las anteriores apreciaciones que en referencia al concepto del capital intelectual los autores en los que se citaron las anteriores, en términos generales se considera que “El capital intelectual es la combinación de activos materiales o intangibles, incluyéndose el conocimiento del personal, la capacidad para aprender y adaptarse, las relaciones con los clientes y los proveedores, las marcas, los nombres de los productos, los procesos internos y la capacidad de I + D, etc., de una organización, que aunque no están reflejados en los estados contables tradicionales, generan o generan valor futuro o sobre los cuales se podrá sustentar una ventaja competitiva sostenida” (Sanchez Medina, 2007)

...