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Caracteristicas Del Docente De Educacion Inicial

elvisx10 de Octubre de 2012

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1. EL NUEVO PAPEL DEL PROFESOR EN EL MARCO

DE UNA ESCUELA INTEGRADORA

El tema de la preparación del profesorado de educación ordinaria en

materia de educación especial, hasta época muy reciente, ha estado fuera del

interés de profesionales e instituciones de formación del profesorado, por

considerarse que la educación de niños con discapacidades caía fuera de las

competencias del profesor ordinario, siendo un aspecto restringido a un limitado número de especialistas (en Pedagogía Terapéutica o en Audición y

Lenguaje), que se ocuparían de administrar una enseñanza específica mediante un sistema educativo paralelo y al margen del ordinario.

Pero, la corriente internacional de normalización e integración se hace

sentir en nuestro país a finales de los setenta (si bien la Ley General de

Educación de 1970 habla por primera vez de la integración de niños deficientes leves en colegios ordinarios, es en el Plan Nacional de Educación Especial,

de 1978, donde se recogen los mencionados principios), y en los ochenta

comienza a experimentarse la integración escolar, hecho que pone de relieve

la necesidad de preparación del profesorado de enseñanza ordinaria en materia de Educación Especial.

Además, en nuestro país, son de destacar dos hitos importantes: por una

parte, la Reforma del Sistema Educativo y la promulgación de la L.O.G.S.E.,

que se pronuncia por una escuela abierta a la diversidad asumiendo plenamente los principios de normalización e integración, y, por otra, la Reforma

de las enseñanzas universitarias (con la consiguiente modificación de los planes de formación de maestros). Estas referencias legales marcan las bases para

la formación de unos profesionales de la educación capaces de dar una respuesta más satisfactoria a las nuevas demandas y desafíos que plantea la atención escolar de todos los niños.

Se puede entender que la integración representa tanto un proyecto de reforma, ya que tiende a modificar metas y aspectos generales de la educación,La formación del maestro y la atención de las necesidades educativas ... 87

como un proyecto de innovación, que implica cambios concretos en la organización y en la forma de proceder en el trabajo escolar. Así lo entienden, entre

otros, Parrilla (1992), Hegarty y otros (1988), López Melero (1990, 1995),

Balbás (1994, 1995), Puigdellívol (1993), Sánchez Asín (1993), Fortes (1994).

En efecto, como advierte Marchesi (1995):

Muchos de los cambios e innovaciones que se han producido en

los distintos sistemas educativos proceden de la reflexión, ideas y

modelos de aplicación nacidos en el ámbito de la educación especial

['..J La educación para niños con necesidades educativas especiales

exige una mayor conciencia de las diferencias individuales y una

mayor utilización de todas sus posibilidades. La educación ha de ser

personalizada, acorde con los ritmos de cada alumno y basada en la

cooperación entre los distintos profesionales interesados. Asimismo

requiere un contacto regular con los padres. Estas son las condiciones

idóneas para lograr una educación de calidad para todos los alumnos.

Por consiguiente, es comprensible que cuando la escuela ordinaria

trata de integrar a niños con necesidades especiales, tenga que plantearse al mismo tiempo un cambio en la prestación de educación a

todos sus alumnos. Este cambio o reforma debe partir de los principios en que se fundamenta la educación especial (pp. 207, 208).

También López Melero (1995, p. 26) insiste en que es preciso superar el

malentendido que existe en el pensamiento de los profesionales, al considerar

el programa de integración escolar como una reforma de la educación especial, y no de la educación general, que es de lo que se trata.

En estos cambios la figura del profesor juega un papel de gran relevancia.

Así los trabajos realizados durante la etapa de experimentación de la integración en nuestro país (y aún en la actualidad) ponían de relieve la necesidad

de formación en Educación Especial por parte del profesorado, y en general

de todo el personal escolar. Las actitudes de reticencia y oposición mostradas

por los distintos miembros de la comunidad educativa (maestros, directivos,

incluso padres, compañeros, etc., se justifican en relación con las insuficientes

condiciones de los centros educativos y con la falta de preparación y de apoyo

profesional (López González, 1989; Sáenz Barrio, 1990).

La simple ubicación del niño con necesidades educativas especiales en un

aula ordinaria no es una respuesta a la integración. Se hace necesaria la reorientación en la preparación de los profesores para que puedan utilizar

técnicas alternativas y, sobre todo, para ver la clase desde el enfoque de la

diversidad y no desde la tradicional homogeneidad (Balbás, 1994)

Para ser profesionales cualificados no basta sólo una disposición favorable

para aceptar la integración, significa, entre otras cosas: saber diagnosticar la

situación del aula, incluyendo el ritmo y estilo de aprendizaje de cada alumno88 María Lápez González

y las características del proceso de aprendizaje; tener conocimientos sobre el

diseño y la planificación de la enseñanza y, al mismo tiempo, saber incorporar

las demandas del niño diferente y de sus familiares, sin olvidar que en el

ámbito del aula se ha de procurar el equilibrio entre la comprensión de todos

los niños y la atención a las diferencias individuales.

En consecuencia, la formación del profesorado tendrá que considerar las

necesidades que plantea este nuevo modelo educativo, e introducir los consiguientes cambios en su currículum formativo.

2. NECESIDADES DE FORMACIÓN DEL PROFESOR

EN EL NUEVO MODELO EDUCATIVO

La formación inicial del profesor representa sólo el comienzo de un proceso formativo que ha de extenderse a lo largo de su vida profesional. Pero,

en este continuum, la formación inicial cobra particular importancia por su

primacía y sentar las bases necesarias para el ejercicio profesional posterior.

Teniendo en cuenta esta vinculación entre formación inicial y permanente

y la conveniencia de una formación orientada a la reflexión en la práctica, nos

referimos ahora a los contenidos que deben contemplarse en la formación de

todo profesor cuando se asume un modelo de escuela abierta a la diversidad,

que debe dar respuesta a las necesidades de todos los alumnos.

Los trabajos de revisión y metaanálisis de investigaciones y estudios sobre formación del profesorado en el área de Educación Especial (entre los

realizados en nuestro país, los de Parrilla, 1992; Monereo, 1985; León, 1991;

Balbás, 1994) ponen de relieve que se sigue considerando imprescindible la

formación específica del profesorado y personal especialista en Educación Especial (cambiando también el tipo y contenido de su formación,

al variar sus funciones que comprenderán, además de la atención directa

en determinados casos y programas, el asesoramiento, apoyo ycolaboración

con el personal no especialista de los centros educativos). Pero particularmente se destaca lo esencial de una formación inicial que prepare al profesorado «generalista» para dar respuesta satisfactoria a las demandas educativas que presentan los niños con necesidades especiales en las escuelas

ordinarias.

Sin desconsiderar la necesidad de formación del profesorado en ejercicio,

ante las nuevas demandas que la integración plantea, se ve hoy como exigencia contemplar la preparación básica en Educación Especial en todos los

planes conducentes a titulaciones de profesorado, y de todos los niveles educativos, no sólo de las etapas Infantil y Primaria.

En la literatura sobre el tema, derivada de la investigación realizada, desde

finales de los años setenta y sobre todo en las décadas de los ochenta y noventa,La formación del maestro y la atención de las necesidades educativas ... 89

sobre necesidades formativas en relación con la integración se han presentado

múltiples propuestas de contenidos a incluir en la formación del profesorado

ordinario en relación al campo de las necesidades educativas especiales.

En el «Informe Warnock» (1978) se proponen como contenidos básicos a

incluir en los programas de formación inicial los siguientes: conocimientos

sobre educación especial en general y para familiarizarse con las distintas formas de provisión de servicios de apoyo y orientación, especialmente saber

cuándo y dónde dirigirse para pedir ayuda. Conocimientos específicos y destrezas referidas a la observación del aprendizaje y la conducta de los niños;

conciencia de las variables que afectan al desarrollo y progreso educativo;

detección de necesidades de niños con dificultades físicas, sensoriales, de conducta y de aprendizaje; apreciación del papel de los padres; comprensión y

conocimiento práctico de los pasos que pueden darse a través de la modificación de la organización de la escuela y la clase, el curriculum y los métodos de

enseñanza.

En nuestro país el tema de la preparación de los docentes ha sido centro

de atención de diversos congresos

...

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