Comentario Fenomenología del relajo de Jorge Portilla

Comentario Fenomenología del relajo de Jorge Portilla.

Introducción:

Jorge Portilla (1919-1963), nacido en la ciudad de México en 1919, cursó estudios de Derecho en la Universidad Autónoma de México, posteriormente amplió su formación con estudios de Filosofía en la misma institución y en diversas universidades extranjeras. Su pensamiento se distinguió por la búsqueda de una síntesis entre el humanismo marxista y el pensamiento cristiano católico.

Participó activamente en el grupo Hiperión durante la década de 1950, donde se emprendió un análisis profundo de la realidad nacional mexicana. Este grupo tenía como objetivo fundamental establecer los cimientos para un auténtico pensamiento filosófico al situar la filosofía en lo concreto, aclarando el entorno para comprenderse a sí mismo. Portilla fue un apoyo crucial en esta empresa, falleciendo prematuramente en 1963 en la ciudad de México.

Una de las contribuciones más destacadas de Portilla es su obra póstuma "Fenomenología del relajo", que recopila 12 ensayos escritos entre 1948 y 1962. El ensayo que da nombre al libro examina el nihilismo y sus efectos corrosivos en la organización social. Dentro del grupo Hiperión, Portilla recibió elogios constantes de sus contemporáneos, como Víctor Flores Olea, Alejandro Rossi y Luis Villoro.

Fenomenología del relajo:

La risa forma parte de una conciencia tan incidental y pasajera que puede ayudarnos a comprender rasgos esenciales de la condición humana y para tener acceso a la estructura espiritual de un pueblo. Argumenta Jorge Portilla que su trabajo no es una mera descripción neutra y objetiva, sino que es más bien el “inicio de un diálogo” un intento de traer a conciencia un aspecto de la moralidad mexicana; que su objetivo es alcanzar la mayor lucidez.

Sentencia Portilla (1984) que “en México, la actitud espiritual dominante parece ser una reflexión sobre el sentido de nuestra propia historia en el marco de la historia universal” (p. 16). De lo anterior se sigue que la reflexión encaminada al establecimiento inequívoco del ser propio fracasa inevitablemente, que el individuo como tal es inenarrable y la única vía del conocimiento individual es el conocimiento universal. Lo que supone un cambio de perspectiva a otros autores que ya habían pensado sobre el carácter nacional, pero los proyectos distaban de una claridad como la que Portilla quería, debido a que era imposible una comprensión del carácter nacional directa, sino por medio de sus particularidades es que podía entenderse un carácter nacional, según Jorge Portilla.

En la primera sección de su ensayo, Jorge Portilla realiza una descripción del fenómeno conocido como "el relajo". En esta fase descriptiva, se revela la dimensión más fenomenológica, ya que se aborda el fenómeno tal como se presenta a la conciencia, en contraste con la esfera de lo posible que será tratada en la segunda parte, cuando se explore el sentido moral del valor.

El relajo se conceptualiza como un comportamiento que implica el sentido de una conducta. La esencia de esta conducta es suspender la realización de un valor, ya sea temporal o de forma permanente, desvinculando al sujeto de la adhesión propuesta a su libertad. En este contexto, el valor central es la seriedad, y su realización en el mundo se presenta como incompatible con la existencia del relajo en la misma atmósfera social.

El comportamiento asociado al relajo se compone de tres condiciones o momentos, que no necesariamente ocurren en secuencia ni por jerarquía, pudiendo manifestarse simultáneamente. En primer lugar, se observa un desplazamiento de la atención, de carácter digresivo, aunque este desplazamiento no implica un esfuerzo consciente de atención. Un ejemplo específico de esto es el comentario intempestivo, que toma por sorpresa

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