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Corrientes Filosoficas

piruro27 de Noviembre de 2012

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CORRIENTES FILOSOFICAS

EL PRAGMATISMO

Qué es el pragmatismo?

Tengo la seguridad de que ninguno de vosotros es lego acerca de esta pregunta, pero, al mismo tiempo, he hallado que aun para aquellos filósofos que afirman ser pragmatistas no es fácil decir qué es el pragmatismo de un modo que satisfaga a todos y cada uno. Así pues, espero que no os importará si comienzo con una definición lexicográfica del pragmatismo. Dicho procedimiento nos dará lo que Peirce denomina un segundo grado de claridad de la aprehensión.el pragmatismo es

"un movimiento americano de filosofía fundado por C. S. Peirce y William James y caracterizado por las doctrinas de que el significado de las concepciones se debe buscar en sus repercusiones prácticas, de que la función del pensamiento es guiar la acción y de que la verdad se debe examinar preeminentemente por medio de las consecuencias prácticas de la creencia".

Tenemos aquí un buen punto de partida. Encontramos tres elementos clave: (1) el significado está asociado a repercusiones prácticas; (2) la función del pensamiento se concibe como una guía para la acción y (3) se dice que el examen de la verdad consiste en las consecuencias prácticas de la creencia. Por cierto, se trata de claves para la comprensión del pragmatismo en general. Pienso que es especialmente importante recordar que los pragmatistas originarios estaban atrapados en una ola de naturalismo que los indujo a otorgar un gran peso a la idea de que el pensamiento funciona como guía para la acción y que, como tal, conecta la experiencia pasada con las circunstancias presentes y con las expectativas futuras. Es fundamental que el pensamiento juegue un importante papel en la supervivencia humana.

Por qué es importante el pragmatismo?

A pesar de sus limitaciones, el pragmatismo es importante por múltiples razones. Sitúa el pensamiento humano en el orden natural de las cosas y le proporciona una trayectoria hacia delante, en lugar de la trayectoria hacia atrás, propia de las viejas epistemologías y de la filosofía analítica. El contenido de pensamiento ha de ser hallado en las experiencias anticipadas más que en las causas históricas. Se trata de una filosofía dinámica que puede incorporar la creatividad dentro de las actividades intelectuales, aun cuando el significado creativo no está sujeto estrictamente al análisis pragmático.

El pragmatismo relaciona el significado con la evidencia y es naturalmente compatible con una base inductiva para el conocimiento. En este respecto, el pragmatismo casi parece ser una extensión del método científico y nos produce la impresión de ser completamente moderno en el mejor sentido. Al convertir al cognoscente en algo central para la teoría del conocimiento y al denegar especiales privilegios a algún punto de vista particular, el pragmatismo casi parece ser posmoderno (como una muy simple ilustración de lo que significa para un cognoscente (o lector) ser algo central para el conocimiento, considérese el famoso caso del pato-conejo que un estudiante de Peirce, Joseph Jastrow, llevó a la atención del mundo filosófico, con la ayuda de Wittgenstein).

Esta figura por sí misma no puede decir si es la figura de un pato o de un conejo. Verla como un pato es interpretar la figura: verla bajo un concepto. Verla como un conejo también es mirarla teóricamente o bajo el concepto de conejo. Uno no puede ver esta figura como un pato y como un conejo al mismo tiempo porque nuestro concepto de pato es totalmente distinto de nuestro concepto de conejo –aunque las figuras que vemos en ambos casos son idénticas. Esto ilustra cómo el significado debe ser de algún modo conectado al uso o a las consecuencias concebidas.

Como el pragmatismo enlaza el significado y la justificación con la experiencia futura más que con las causas pasadas, deja abierta la posibilidad y la legitimidad de muy creativos métodos de investigación y descubrimiento. Es en este respecto que la abducción peirceana, su método de conjetura informada o intuitiva, se conecta con su pragmatismo. La legitimidad de una hipótesis no se deriva del lugar de donde provino la idea sino de lo que se puede hacer con ella y de si la experiencia futura la sustenta o no.

Por tanto, el pragmatismo es importante, quizá importantísimo, porque las ideas tienen poder y el pragmatismo nos ayuda a comprender cómo puede ser esto posible. Dejo esta observación para que la ponderéis.

El pragmatismo es importante por otra razón, una razón que es más bien sociológica y política. Finalmente, el pragmatismo es importante porque ha sido y es todavía aborrecido por filósofos de importancia. Personalmente, creo que cuando el pragmatismo es objeto de aborrecimiento, tal cosa ocurre usualmente porque se piensa incorrectamente que los pragmatistas favorecen ingenuamente lo útil por sobre lo verdadero; no obstante, sea de ello lo que fuere, incluso el aborrecer algo es reconocer su importancia.

EXISTENCIALISMO

No es posible dar una definición precisa del existencialismo, pues no existe un existencialismo único, pero este siempre reconoce la incertidumbre y el peligro, el cual es propio del hombre y este es su punto de partida, sí pueden presentarse una serie de rasgos que ayuden a describir el talante y el espíritu de ese movimiento filosófico.

El existencialismo marxista trata de introducir la exigencia social del marxismo en el existencialismo, el padre o fundador de esta corriente existencialista fue Kierkegaard, que se vincula de forma remota con Marx en el momento de la disolución del hegelianismo, ambos afirmaban la realidad finita del hombre contra la reducción de este a la infinitud de la razón. Todos los existencialistas han seguido a Kierkegaard al resaltar la importancia de la acción individual apasionada al decidir sobre la moral y la verdad. Han insistido, por tanto, en que la experiencia personal y la actuación según las propias convicciones constituyen los factores esenciales para llegar a la verdad. Así, la comprensión de una situación por parte de alguien que está comprometido en esa situación es más elevada que la del observador indiferente, objetivo.

Contra el concepto de ineluctable necesidad de G. W. F. Hegel -la libertad es la conciencia de la necesidad, afirmaría este filósofo-, el danés Kierkegaard, fundador del existencialismo moderno, opuso la interpretación de la existencia en términos de las formas de existencialismo, la proyección del futuro sobre la base de las posibilidades que constituyen, y reaccionó contra el idealismo absoluto y sistemático de Friedrich Hegel, que afirmó haber encontrado un entendimiento racional total de la humanidad y de la historia. Kierkegaard, por el contrario, resaltó la ambigüedad y lo absurdo de la situación humana. La respuesta individual a esta situación tiene que ser vivir una existencia comprometida por completo, y este compromiso sólo puede ser entendido por el individuo que lo asume. El individuo, por lo tanto, tiene que estar siempre dispuesto para desafiar las normas de la sociedad en nombre de la mayor autoridad de un tipo de vida auténtica en el orden personal. Kierkegaard abogó por un “cambio de fe” en el modo de vida cristiano que, aunque incomprensible y lleno de riesgos, era el único compromiso que, según creía, podía salvar al individuo de la desesperación.

El existencialismo introduce la vivencia personal en la reflexión filosófica. Frente a la tradición de que el filósofo debe establecer cierta distancia entre él mismo como sujeto pensante y el objeto que considera, el existencialista se sumerge apasionadamente en lo que contempla, hasta el punto de que su filosofía puede llegar a ser fundamentalmente una filosofía autobiográfica.

Tal vez el tema más destacado en la filosofía existencialista es el de la elección. La primera característica del ser humano, según la mayoría de los existencialistas, es la libertad para elegir. Mantienen que los seres humanos no tienen una naturaleza inmutable, o esencia, como tienen otros animales o plantas; cada ser humano hace elecciones que conforman su propia naturaleza. Según Los existencialistas han expuesto que, como los individuos son libres de escoger su propio camino, tienen que aceptar el riesgo y la responsabilidad de seguir su compromiso dondequiera que éste les lleve.

Heidegger, autor de una de las obras más representativas del existencialismo, El ser y el tiempo (1927), afirmó que la humanidad se encuentra en un mundo incomprensible e indiferente. Los seres humanos no pueden esperar comprender por qué están aquí; en su lugar, cada individuo ha de elegir una meta y seguirla con apasionada convicción, consciente de la certidumbre de la muerte y del sinsentido último de la vida propia. Heidegger contribuyó al pensamiento existencialista al poner el énfasis en el ser y la ontología tanto como en el lenguaje. Heidegger es el filósofo que parece más alejado de esta perspectiva, que para él el problema fundamental de la filosofía es el ontológico, es decir, el problema del ser, y, por tanto, el problema del hombre queda subordinado a aquel problema. Sin embargo, el ser-ahí, el ente que es el hombre, se sitúa en un lugar preferente en toda pregunta sobre el ser. . Para Heidegger, la muerte es la última posibilidad del hombre, la angustia posee un papel decisivo y similar en las obras del filósofo alemán Martin Heidegger; la angustia lleva a la confrontación del individuo con la nada y con la imposibilidad de encontrar una justificación última para la elección que la persona tiene que hacer.

En la filosofía de Sartre, la palabra

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