¿Cuál es la razón de nuestra existencia en este mundo?

¿Cuál es la razón de nuestra existencia en este mundo?

Desde que nacemos nos preguntamos ¿De dónde provenimos? ¿Por qué vivimos? ¿Cuál es la razón por la cual vivimos? Todos estos cuestionamientos nos planteamos desde el momento en el que nosotros razonamos, y le damos coherencia a los conocimientos, al sentido de la vida, respondiendo cada incógnita que nos presentamos dando ideas sobre cómo es la existencia del hombre en el mundo, y principalmente a que venimos al mundo o por que existimos, el propósito de nuestra vida.

Ante la pregunta ¿a qué venimos los seres humanos a este mundo? la respuesta que más me convence, pero sobretodo me motiva, es: a recolectar, procesar y compartir información (vividas partículas de data sensorial, mística, práctica, mental, etc.). Creo que somos una especie de scouts metafísicos, extraídos súbitamente de un impecable mar de aether (es el principio por el cual se crea la estructura la realidad y se funda la materia.) y lanzados de forma estrepitosa a un azaroso tablero de juego. Si, venimos a explorar, a descubrir (e incluso a creer que descubrimos), venimos a recibir información a través de olores, sonidos, dogmas y orgasmos, de sustancias psicoactivas y eufóricas caricias, de construcciones emocionales y paradigmas organizacionales. En síntesis somos todos protagonistas de una épica narrativa que tiene en la información, en nuestra interacción con ella, su hilo conductor, sobre todo venimos buscando el creador de todo en el mundo.

Nos planteamos el sentido de la vida cuando se nos plantean problemas en ella, o mejor dicho, cuando se nos plantean ciertos “sinsentidos” como la muerte, el suicidio o la existencia del mal. También, cuando nos sentimos desorientados, cuando no sabemos a dónde vamos ni sabemos hacia donde se dirigen las tareas que la vida nos impone, entonces la pregunta se convierte en algo vital. En algún momento, todos los seres humanos se han sentido realizados. Con lo que han vivido o en la forma como lo hayan hecho, encuentran algún significado para su  existencia. Descubrir el sentido del vivir, es prioritario para todo ser pensante. Encontrar las respuestas a los porqués, trae como consecuencia las explicaciones para concebirnos como vidas que tienen una propia vida, ¿de dónde nace el amor? El amor nace del ser de una persona la compañía que necesita el ser humano no solo para procrearse o reproducirse el ser humano necesita un compañero para ser completo, un ser humano sin compañero es como no tener una razón para vivir o existir.

La “muerte” esta palabra al escucharla nos atemoriza con solo pensar que algún día moriremos pero algunas personas en distintas sociedades al no encontrarle el sentido de la vida o el porqué existe, piensan o se plantean que solo nacieron para morir y nada más, que su vida no está destina para ser compartida con los demás sin pensar en las consecuencias que se genera uno, Muchas personas creen y afirman que el sentido de su vida es Dios, el que afirma que tras la muerte del cuerpo, el alma continua existiendo y vivirá eternamente junto a Él. Las personas al darse una idea de que “después de la muerte  hay otro vida en el cielo” son planteamientos que no se sabes si son certeros o no porque nadie viene del mas allá y nos dice el cielo es bonito.

El ser humano no solo existe para dar amor o armonía también es causante su propia destrucción generando el mal en el mundo como son guerras sin fin caos etc. El mundo no es un campo de guerra el mundo es una forma de experimentar el ser y la existencia de ti mismo encontrar el camino correcto y el por qué vi vives y por quien vives, nuestra existencia humana y el mundo son absurdos. Vivimos y seremos personas pasajeras en la historia de la Tierra. Todo lo que hacemos, absolutamente todo, carece de un sentido propio. Los días son exactamente iguales y vives desaprovechando el tiempo, pues un día morirás y no te habrá servido de nada el haber vivido por tanto, existen personas que piensan que el sentido de su vida es aquello que pueda proporcionarle la felicidad en su estancia en la tierra, como ayudar a los demás o realizar aquello que te pueda completar enteramente como persona, pero tras todo esto, en la muerte, no existe ningún sentido.

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