DI NO Mi nombre es Dina y sufrí maltrato físico como verbal. Cada noche era cuestión de tiempo para recibir un golpe de mi marido por el simple hecho de no cocinar bien

DI NO

Mi nombre es Dina y sufrí maltrato físico como verbal. Cada noche era cuestión de tiempo para recibir un golpe de mi marido por el simple hecho de no cocinar bien, o no le gustaba como estaba vestida para él.

Era algo de rutina diaria recibir golpes de su parte, por esa razón jamás denuncie, jamás le comenté a alguien sobre esto, por eso jamás le dije que NO.

Han pasado días desde la última vez que abuso sexualmente de mí; una noche llego ebrio y con "ganas" como me grito. Me tironeó del brazo hasta tirarme en el piso de la cocina, no dije nada y sólo vi como abría el cierre de su pantalón. Mire hacia la ventana mientras sentía cada una de sus embestidas, no grite, no disfrute y no llore. La mujer era un objeto y los hombres lo debían usar a su antojo, o bueno.. eso era lo que yo pensaba. ¡Jaja!

11:45 de la noche marcaba mi reloj un 05 de Agosto del 1978. No he estado bien desde semanas atrás, las visitas al médico no puedo hacerlas pues mi marido no me da dinero. Esa noche me senté en el jardín de la casa como hace tiempo no lo hacia, mire al cielo y me pregunte ¿Desde cuando no soy feliz? ¿desde cuando permití todo este abuso? y mil más preguntas me hice hasta que mi momento de paz término.

Mi marido había llegado, eran las 12:07 de la media noche. Me tomo del cabello y me arrastro hasta adentrarme a la casa, está vez ya no quería sentirse más humillada y decidí levantarme para gritar "¡BASTA!" pero no sirvio de nada. Sólo sentí como su puño golpeaba una y otra vez mi cara. Comenzó a darme golpes en el estómago hasta el punto que llegue a vomitar sangre, pero algo más sucedía había sangre saliendo de mi vagina. Pero ¿por qué? Comencé a sentir un dolor indescriptible en mi vientre, seguía sin saber que pasaba. A él eso no le importo y me siguió golpeando, me levanté como pude mientras escuchaba sus gritos "PUTA" "ERES UNA ZORRA" "¡ESTÁS MÁS VIEJA SÓLO MÍRATE!

Casi arrastras llegue a la cocina con él detrás diciéndome pendejada y media, mire un cuchillo, lo tome y sólo sentí su voz en mi oído. Voltee y lo apuñale una y otra vez hasta que me desvanecí.

Hoy es 15 de Enero del 2000 y tengo 47 años. Cumplo una condena de 50 años por homicidio, han pasado sólo 25 años y no me arrepiento de lo que hice. Arnold mato a nuestro hijo en mi vientre y se lo cobre quitándole la vida.

Como hubiera querido gritar NO en ese tiempo y alejarme de él a mis 22 años. Pero ¿cómo alejarme de el amor de mi vida? Tenía tan sólo 15 años cuando lo conocí, mientras que él tenía 23 años. Me encantaban sus ojos color avellana, su voz gruesa y la manera en la que vivía. Mi madre me advertía sobre él, no era un buen tipo según ella. Pero nunca le creí y me fui a vivir con él a mis 17 años. Ella no soporto

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