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Deontologia De La Comunicacion


Enviado por   •  14 de Abril de 2013  •  3.251 Palabras (14 Páginas)  •  372 Visitas

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INTRODUCCIÓN

El término ética no se usó como sustantivo hasta el siglo XVIII. Antes “Ethiké” y “Moralis” designaban una parte de filosofía: cuáles son las virtudes de una persona para llevar una vida plenamente humana. Este cambio coincide con el cambio social. Así, ética pasa a designar la realidad, el tema, que trata. Según esta nueva definición se trata de un código normativo que:

1. Regula nuestras relaciones con los demás.

2. No ha sido impuesta por ninguna autoridad.

3. Es universal; vale para cualquier ser humano.

4. Tiene prioridad o supremacía sobre los demás sistemas de reglas establecidos.

Esta nueva concepción adquiere una expresión madura para Kant.

En este sentido, la ética es una concepción de reglas ideales de cómo debemos comportarnos (aunque no implica que lo hagamos) Esta concepción es distinta de la de los sociólogos a partir del s. XIX, pues para éstos no es universal y sí distinto entre sociedades)

Por tanto, se distingue entre dos usos: DESCRIPTIVO (cómo es) y NORMATIVO (cómo debería ser) según Gert.

La ética, o moral en el uso cotidiano, es un código normativo con prohibiciones, obligaciones y permisos. Estas tres partes conforman el deber.

Pero, hay algo más, existen puntos no contemplados en estas normas. Se tratan de todos los adjetivos (específicos) que definen o forman el bien y el mal (generales) Son términos o predicados de valor (BIEN) Nuestro vocabulario moral consta, por tanto, de dos partes.

Existen adjetivos específicos relacionados estrechamente con una expresión humana.

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SOBRE LA ÉTICA

LO QUE NO ES LA ÉTICA

1. Algunas personas piensan que la moralidad es un sistema de rígidas prohibiciones puritanas. Los moralistas tradicionales pretenden ser defensores de la moralidad cuando lo único que defienden es un código moral determinado. Cuando un titular anuncia “los obispos impugnan la pobreza de las normas morales” esperamos leer un nuevo alegato, en general, en contra de la sexualidad. Sin embargo la ética no es un conjunto de prohibiciones referidas particularmente a cuestiones sexuales. La sexualidad no plantea ningún problema moral especial.

En definitiva, no podemos identificar la ética con unas normas relativas a un momento o lugar porque somos críticos. Las cuestionamos, debatimos y cambiamos si es necesario.

2. En segundo lugar, un juicio ético que de nada sirva en la práctica debe padecer también un defecto teórico, ya que el sentido de los juicios éticos es servir de guías para la práctica.

En ocasiones la gente cree que la ética es inaplicable al mundo real porque le parece reglas breves y simples; imposibles de adaptar a las complejidades de la vida. En situaciones desacostumbradas, las reglas simples discrepan entre sí, o incluso atenerse a una regla puede conducir al desastre.

El fracaso de una ética constituida por reglas simples ha de ser interpretado como el desmoronamiento de una visión de la ética, no de la ética en sí. Y este fallo no es irremediable. Las normas cortas no sirven para guiarnos en la vida real pero la ética no es eso, porque perdemos de vista cuestiones más importantes.

En este punto hay que distinguir entre Consecuencialismo y Deontologismo. Para los primeros, la moral se mide según las consecuencias para el mundo. Se busca la felicidad de los miembros. Si para ello hay que violar una norma, se hace. En ocasiones se reduce a disminuir el mal y no a hacer el bien propiamente dicho. Por tanto, los consecuencialistas salen indemnes de entre las complejidades que dificultan la aplicación de reglas simples. Estos no parten de reglas morales, sino de objetivos, y evalúan las acciones en función en que se cumplan o no. De entre ellas destaca el utilitarismo. Como hemos dicho, el consecuencialismo clásico considera que una acción es buena si produce un aumento de la felicidad de quienes afecta; es mala en el caso contrario. Además, las consecuencias de una acción varían de acuerdo con las circunstancias (según cuales sean las consecuencias) P.e. mentir.

En cuanto al deontologismo, la moralidad no se mide solo por sus consecuencias. Según sus versiones más extremas no tiene nada que ver. La moralidad son restricciones sobre las personas y deben respetarlas no importa cuales sean las consecuencias (Kant)

Las versiones más desarrolladas del deontologismo no se reduce a “cumplamos una norma”. Existe un principio o “espíritu general” que inspiran las normas, el cual muchos creen que es el respeto por las personas. Respetar significa que las tenemos en cuenta porque reconocemos su valor categórico, es decir, independientemente de mis intereses,

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por lo que no debo ser perjudicial ni descuidarlas. Esta definición tiene por tanto valor cognitivo, actitud de referencia y obligación.

Esta noción es deontológica porque aceptamos el cumplir esas obligaciones o restricciones con independencia de las consecuencias. Tolos los seres humanos tienen valor, término acuñado como dignidad por Kant en el s. XVIII independientemente de las opiniones que esa persona tenga. En las constituciones aparece la dignidad como núcleo principal de los derechos humanos.

El derecho podemos definirlo según Raz de esta forma: cuando algún aspecto o interés de una persona tiene valor suficiente como para justificar el imponer obligaciones a otros. Es decir, cuando alguien tiene un derecho, necesariamente otra persona tiene una obligación. Cuantos más derechos tengamos más obligaciones imponemos. Este concepto es también eminentemente deontológico por este motivo, porque son fundamento de obligaciones.

Los deontologistas pueden rescatar su posición si encuentran reglas más complicadas y más específicas, que no se hallen en pugna unas con otras.

3. En tercer lugar, la ética no es algo que sólo sea inteligible en el contexto de una religión. Algunos teístas dicen que sí porque el significado de “bueno” es “lo que Dios aprueba”. El punto de vista opuesto convierte la aprobación divina en algo arbitrario.

Algunos teístas modernos se ponen en contra sosteniendo que Dios es bueno, de manera que no es posible que hubiera podido aprobar malas acciones como la tortura; pero que es bueno ¿qué quiere decir? ¿Que cuenta con la aprobación de Dios?

Tradicionalmente,

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