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Derecho De Morir Con Dignidad


Enviado por   •  28 de Abril de 2013  •  751 Palabras (4 Páginas)  •  508 Visitas

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DERECHO DE MORIR CON DIGNIDAD

INTRODUCCION:

Satisfacer las necesidades y temores del paciente hasta el final de sus días, respetando las decisiones que él tome.

DIALOGO:

Me encuentro yo por primera vez en el área de medicina interna realizando actividades de enfermería. Posteriormente a realizar actualización de expedientes, procedí a brindar los cuidados, que eran baño de esponja y cambio de ropa de cama. Me dirigí a realizar dicho procedimiento a un paciente adolecente en fase terminal de VIH de nombre Juan Hernández Martínez. Me presento nuevamente con él y le indico lo que voy a realizar, inicio con dicha actividad. A pesar de la situación en que el paciente se encontraba ponía de todo su esfuerzo para ayudarme a realizarle su limpieza. En cierta ocasión se requirió que el adolecente se apoyara en mi cuerpo para poder ser movilizado, en eso él puso sus brazos alrededor de mi cuello y yo alrededor de su espalda y sin querer nos dimos un fuerte abrazo. El separo sus brazos de mí y yo me separe de él. Él con lágrimas en los ojos me dijo:

JUAN: Si ese abrazo me lo hubieran dado hace años... hoy no estuviera aquí.

Yo con una sonrisa le conteste:

DORITA: Que no estaba solo. Que tenía a alguien que lo cuidaba.

De esta misma forma me di cuenta que estaba multipuncionado, y con venoclisis actual infiltrada, preparo material para realizarle una venopuncion, al momento de buscar sitio para esta actividad, el paciente me pide de manera amable:

JUAN: Ya no me piques, así déjame.

Le explico el porqué de este procedimiento.

DORITA: Es para ministrarte medicamentos y aprovechar para realizarte laboratorios, y si es necesario transfundirte sangre. Y tratare de no lastimarte. Recuerda que tienes todo el derecho de obtener alivio efectivo a tu dolor y de tus síntomas. Tendré todo el cuidado. Y con la ayuda de Dios te aliviaras.

Tiempo después me vuelve a tocar en el mismo servicio. Antes de iniciar mis actividades me dirigí directamente a Juan. Y me senté a un lado de la cama con él. Durante mi dialogo, mantenemos contacto visual los dos, el ritmo de las palabras es lento y el tono suave y seguro.

D: ¿Qué tal vas?

J: Mal, no mejoro, cada día estoy peor.

D: ¿Crees que no mejoras?

J: No, no mejoro, creo que me muero.

D: ¿Realmente te parece que te mueres?

J: Sí.

D: Y eso ¿te da miedo?

J: (Me coge de la mano) No, la muerte no me da miedo, lo que me da miedo es sufrir.

D: Hasta ahora te hemos aliviado el dolor, iremos solucionando lo que vaya surgiendo, no tienes por qué sufrir. A partir de ahora vendré diario a verte, hablaremos de todo lo que sientas e intentare aliviarte. Además ya sabes que me puedes llamar siempre que lo necesites.

J: (Muy emocionado. Sigue agarrando mi mano e insiste) Ya sabes, me da miedo sufrir.

D: Ya lo sé. Siempre contaras con mi apoyo.

Tiempo después, juan fallece y yo me quedo con la sensación de haber contribuido con un poco de mi para que el descansara libremente, en esta fase de transición de vida-muerte.

En suma, si yo fuera este paciente con una enfermedad terminal y sintiera mi muerte próxima, viendo mi vida como en una película que corre rápido…

¿Cómo me sentiría?

Sentiría que el mundo se me acaba, triste y deprimida, con un terrible miedo a lo desconocido a pasar por el proceso de recibir el tratamiento a mi enfermedad, sobre todo por el tiempo que lleve este trance, me gustaría sentir en todo momento que mis seres queridos me acompañen, pero sobretodo sentiría un inmenso dolor por dejar a las personas que quiero y trataría de ayudarlos a aceptar mi enfermedad para yo poder irme tranquila.

¿Qué sería lo más importante para ti en ese momento?

Mi familia y trataría de quedar bien con ellos para irme tranquila conmigo misma (cierre de círculos y no dejar puertas abiertas).

¿Qué esperarías de tu enfermera?

Un buen trato digno amable y sobre todo con humanidad.

Si consideramos el hombre con el hombre veremos, siempre, la dualidad dinámica que constituye al ser humano: aquí el que da y ahí el que recibe; aquí la fuerza agresiva y ahí la defensiva; aquí el carácter que investiga y ahí el que ofrece información, y siempre los dos a una, completándose con la contribución recíproca, ofreciéndonos, conjuntamente, al hombre.

Ser persona se alcanza cuando la expresión de la esencia misma del ser humano en sus relaciones consigo mismo con el otro y con el mundo.

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