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Dialogos Sobre Los Dos máximos Sistemas Del Mundo


Enviado por   •  29 de Mayo de 2014  •  14.648 Palabras (59 Páginas)  •  434 Visitas

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EL DIÁLOGO SOBRE LOS DOS MÁXIMOS SISTEMAS DEL MUNDO DE GALILEO. GÉNESIS Y PROBLEMAS

Antonio Beltrán Marí Universidad Central de Barcelona

1. LA PREHISTORIA DEL DIÁLOGO: 1610-1616

E17 de mayo de 1610, cuando tras sus descubrimientos telescópicos Gali- leo negociaba su traslado de Padua a Florencia, exponía sus deseos y proyectos que incluían tres grandes obras:

"Las obras que tengo pendientes son principalmente dos libros De systemate seu constitutione universi (Sobre el sistema y constitución del universo), tema inmenso, lleno de filosofía, astronomía y geo- metría; tres libros De motu locali (Sobre el movimiento local), cien- cia enteramente nueva, f...} tres libros de mecánica f...}

Y añadía:

Tengo también varios opúsculos sobre cuestiones naturales tales como De sono et voce [Del sonido y la voz], De visu et coloribus [De la visión y los colores], De maris estu [Sobre las mareas], De compo- sitione continui [Sobre la composición del continuo], De animalium motibus [Sobre los movimientos de los animales], y otros más."}

I Opere X, 351-353. Cito los textos de Galileo por la edición de las Opere de Favaro, cuya referencia puede encontrarse en la bibliografía, seguida del número del volumen y la página.

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GALILEO y LA GESTACIÓN DE LA CIENCIA MODERNA

Es obvio que los libros Sobre el movimiento local y los de mecánica anun- cian lo que finalmente sería una sola obra sobre dos nuevas ciencias: los Discorsi.2 Pero lo que me interesa destacar aquí es que por una parte se enuncia una obra importante sobre cosmologíay por otra un opúsculo menor sobre las mareas. Nótese que se enuncian como dos temas distintos y diferenciados en importancia. A pos- teriori, podría pensarse que la obra Sobre el sistema o la constitución del uni- verso anuncia el Diálogo, en el sentido de que se trata de una obra de cosmolo- gía. Y en este momento, en 1610, ya sabemos que se tratará sin duda de la presentación de una cosmología copemicana. Efectivamente, entre 1602 y 1609, Galileo' ya ha desarrollado su nueva física que, al ser compatible con la teoría copemicana, la refuerza. Sabemos que la geometría constituiría el método de prueba y el lenguaje necesario para entender estas cuestiones. El destinatario natural de una obra de estas características, escrita en latín, como el De revolutionibus de Copémico por ejemplo, era la comunidad científica. Además, en 1610, ha hecho buena parte de sus descubrimientos astronómicos con el telescopio que presenta como favorables a la cosmología copernicana. En cambio el texto sobre las mareas es anunciado como un mero opúsculo sobre una cuestión natural. Y si el De sis- temate podría compararse al De Caelo de Aristóteles, el opúsculo sobre las mareas, sería un tema menor comparable a uno de los Parva Naturalia de Aristóteles, junto al tema del sonido o los colores. Esto plantea un problema interesante respecto a la génesis, la prehistoria si se quiere, del Diálogo, poruna parte, y sobre la géne- sis y el estatus teórico de la teoría de la mareas galileana por otra.3 En todo caso, creo que nos autoriza a pensar que, si en 1610 Galileo establece esta indepen- dencia yjerarquización entre una obra cosmológica y un opúsculo sobre las mareas, eso significa que entonces la teoría de las mareas para él todavía no tenía el carác- ter demostrativo y probatorio del movimiento terrestre copemicano que le atri- buiría desde 1616.4 Galileo incluso utiliza una terminología, el término latino aestu o estu que no volverá a emplear jamás.

2 En su Momento, Galluzzi ha estudiado en profundidad las relaciones entre estas dos nuevas ciencias a lo largo del desarrollo intelectual de Galileo. Véase Galluzzi 1979. J Recordemos que, cuando en 1597 Galileo le dice a Kepler que es copemicano desde hace años porque la teoría copemicana le ha ayudado a explicar numerosos efectos naturales que la teoría geocéntrica no explica, Kepler entiende que Galileo se refiere a las mareas. (Opere, X, 72) Eso animó a Drake a supo- ner que la teoría de las mareas de Galileo se remontaba a 1595. ("Origin and Fate of Galileo's Theory ofTides", Physis, 3 (1961),282-290, revisado en Drake 1970, pp. 200-214.) El problema estaba en que esta hipótesis carece de un apoyo documental claro. 4 No parece verosímil que si ya entonces la teoría de las mareas hubiera sido considerada por Galileo como "laprueba" del doble movimiento terrestre, Galileo hubiera considerado su tratamiento en un opúsculo menor y de modo independiente al sistema del mundo que probaba. Es decir, es posible que Kepler -véase nota anterior- tuviera razón y que Galileo pensara que el movimiento terrestre hacía comprensible el fenómeno de las mareas. Pero es muy improbable que Galileo considerara que las mareas probaban el movimiento de la Tierra, como afmnará más tarde. Lo cual, a su vez, podría inducir a pensar que la fe en el carácter demostrativo de la teoría de las mareas es derivado, es decir que, en última instancia, procede de la con- vicción de la verdad del sistema copemicano que Galileo desarrolla con sus descubrimientos telescópicos.

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EL DIÁLOGO SOBRE LOS DOS MÁXIMOS SISTEMAS DEL MUNDO DE GALILEO.

GÉNESIS y PROBLEMAS

Entre 1611 Y1613, con las polémicas sobre los cuerpos que flotan en el agua y sobre las manchas solares Galileo se ganó la enemistad de dominicos yjesuitas res- pectivamente. Laoposición a Galileo se organizó y de alú surgieron las denuncias de sus tesis copernicanas ante la Inquisición. Galileo luchó denodadamente para evitar que la teoría copemicana fuese condenada. Y, en este proceso, el opúsculo De estu maris pasó de ser un mero opúsculo sobre un fenómeno natural a ser el Discorso del flusso e reflusso del mare de enero de 1616.5 Ha pasado de ser un texto académico a ser un texto militante. De alú su cambio del latín al italiano. Y, sobre todo, hapasado de ser la exposición de un fenómeno natural que la teoría copernicana puede expli- car, a ser una prueba del doble movimiento terrestre afIrmado por Copérnico; o al menos ambas cosas han pasado a ser equivalentes. Quizás ambas transformaciones estén relacionadas.6 En todo caso, ya era tarde. La condena de la teoría copernicana se precipita en marzo de 1616, y el Discorso sobre las mareas tiene que arrinconarse sin haber salido a la luz. Siguen años de obligado silencio.7 Pero, en todo caso, desde 1616, la teoría de las mareas tiene un protagonismo en el campo de la cosmología que en 1610 no tenía. Ni que decir tiene que

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