Discurso... Rousseau

Además de comenzar de una forma casi poética, sumamente agradable, agraciada, elegante y elogiadora de la humanidad por encima de los astros; comparando su ingenio con la luminosidad del sol, etc. Además de todas estas cosas dice algo que me parece clave casi al inicio del texto, justo después de describir esa época oscura y lapidaria por la que pasó Europa, dice Rousseau que ocurrió algo que curiosamente despertó la Ilustración como movimiento uniformador europeo, esto fue: una Revolución. ¿Qué fue esta revolución?  El derrocamiento de un antiguo régimen para la vindicación del saber como autoridad. Al menos para Rousseau este fue el parteaguas de una nueva época en la que se convertiría en régimen y costumbre el progreso de las ciencias y las artes. Pero ¿no se vislumbraban ya algunos destellos desde el siglo anterior?

Según Rousseau, parece ser, que lo que ha provocado este auge de las ciencias y las artes en la sociedad ha sido un puñado de mojigatería, una mascara para que los hombres oculten su ser por caretas políticamente correctas como diríamos hoy en día. ¿A Rousseau le desagrada, o mejor dicho, le parece una falsedad la idea de Ilustración? No, le parece un movimiento enmascarador cuando se le reduce a toda la sociedad convirtiéndose en costumbre en lugar de fomentar la racionalidad de sus actos. Es decir; se invierten los papeles y se convierten en actos racionales no racionalizados, o como ya apuntábamos antes, políticamente correctos. Por lo menos eso entiendo hasta este punto. “Tal es la pureza que han adquirido nuestras costumbres” dice el mismo Rousseau.

Añade: “Así es como nos hemos convertido en hombres de bien”. Sólo un poco más adelante Rousseau  me aclara un poco mis dudas al momento pues parece un tanto confuso saber si está a favor o en contra de la Ilustración, o a fvor o en contra de la naturalidad corrupta de los hombres.

El desarrollo de las ciencias y las artes se han sublevado a la virtud Natural de los hombres. Se ha impuesto la razón por encima de la virtud y si el desarrollo de ciencias y artes es la ilustración, entonces no es algo con lo que nuestro autor esté conforme.

Según la idea de Rousseau no puede ser posible que se le imponga a un hombre actuar racionalmente antes de incitarle a razonar acerca de sus actos; sólo de esta manera se puede ser virtuoso, se puede ser un hombre. Así es, la virtud de los hombres, lo virtud que se moldea por la Vida misma, sus tragedias, dolores, sufrimientos y peripecias, es el único camino a una verdadera Ilustración; de lo pues de lo contrario, al seguir el desarrollo de ciencias y artes como “rebaño social” sólo son refinamientos pedantes y fruslerías que enmascaran y ocultan la posibilidad del hombre virtuoso.

Debo admitir en este punto que antes de leer este Discurso de Rousseau no me imaginaba la postura que tendría; pensaba acaso un hombre ilustrado lleno de su siglo, comprometido con las ciencias y las artes, etc. Pero cuál fue mi sorpresa al encontrarme frente a un hombre no conformado a su siglo, comprometido con la humanidad antes que con el desarrollo de la ciencia… “Tanta Luz ciega a los hombres” dice él. Su pérfida visión fue capaz de notar que el desarrollo de éste movimiento estaba lapidando la virtud de los hombres, les estaba cambiando oro por piedras ‘bonitas’, perdían su libertad y su individualidad en cuanto a seres capaces de elegir por sí mismos. Después de este breve paréntesis continuo.

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