Disertación sobre la máquina y el hombre

DISERTACIÓN SOBRE LA MÁQUINA Y EL HOMBRE

Vivimos en un mundo rodeado de máquinas. Las tenemos integradas en nuestras vidas como algo que forma parte de nosotros mismos. Ya no se puede concebir una casa sin lavadora, frigorífico, televisor y un montón de pequeños electrodomésticos que nos hacen más cómodo el día a día. Los avances tecnológicos nos permiten recorrer grandes distancias en muy poco tiempo y tener noticias e información de lo que ocurre en el mundo de forma inmediata. La tecnología ha avanzado tanto que podemos tener en nuestro bolsillo la posibilidad de consultar planos, ver películas, visitar museos, indagar sobre cualquier tema y hablar o escribir a quien queramos, esté donde esté.

Es evidente que los avances tecnológicos han hecho que aumente nuestra calidad de vida. Pero yo me pregunto: ¿las máquinas nos hacen más libres o nos esclavizan? ¿Las máquinas con todos estos conocimientos que nos aportan hacen que seamos más inteligentes o más ignorantes? ¿esta inmediatez que proporcionan las máquinas nos da mayor satisfacción, por lo tanto, somos más felices? O ¿Esa inmediatez nos provoca ansiedad y somos más infelices?

Para poder contestar a la pregunta de si las maquinas nos hacen más libres o no esclavizan deberíamos aclarar Los conceptos de libertad y esclavitud, que, aunque en un principio parezcan claros y objetivos, no todo el mundo tiene la misma valoración de los mismos.

Para Schopenhauer “La libertad es la conciencia lanzada a través de la existencia”. Para Wayne Dyer: “La libertad significa que no tienes impedimento para vivir tu vida como tú eliges. Algo menor es una forma de esclavitud”. El Papa Juan Pablo II afirma que: “La libertad no consiste en hacer lo que nos gusta, sino en tener el derecho a hacer lo que debemos”. Goethe asegura que: “Nadie está más esclavizado que aquellos que falsamente creen que son libres”. Para Friedrich Nietzsche: “La libertad es la voluntad de ser responsables con nosotros mismos”. Y para Montaigne “La verdadera libertad consiste en el dominio absoluto de sí mismo”.

Aunque todos hablan de la libertad, cada uno se fija en un aspecto de la misma por lo que podríamos decir que la libertad es, literalmente, la falta de obstáculos, la ausencia de ataduras, pero con límites. Este concepto conlleva tres aspectos principales: podemos hablar de libertad física, libertad intelectual y libertad moral. ¿Y la libertad moral que es? He aquí la piedra de choque del concepto filosófico de la libertad. El libre arbitrio del ser humano en cuanto a hacer lo que quiera si y sólo sí, no perjudica a nadie en su accionar, generando acciones para el bien común (la libertad de un individuo termina donde empieza la de otro). Esto se condiciona a su vez con otro concepto determinante: el poder, que es la capacidad de hacer algo, pero sujeto a ciertas reglas y condiciones. De ninguna manera, la libertad es el “...soy libre, luego puedo hacer lo que yo quiera…cuando quiera…a quien quiera…”.

La esclavitud por otro lado es un concepto más claro ya que todos coinciden en que la esclavitud es una relación que se establece entre dos individuos y que implica el completo y absoluto dominio de uno sobre el otro, un individuo priva a otro de ejercer dominio sobre sí mismo. Por lo general, ese dominio se establece a partir del desempeño de la fuerza, transformándose el esclavo en un objeto o posesión del dueño, por lo cual termina perdiendo, no solo su libertad, sino también su condición de ser humano y su dignidad.

Teniendo en cuenta que las máquinas no ejercen la fuerza para que las usemos y que aún no las podemos considerar individuos, podríamos afirmar que no nos esclavizan, aunque es innegable que provocar cierta adicción. Y las adiciones, al sobrepasar el control de nuestra voluntad ¿se podría catalogar como pequeña esclavitud?

A la pregunta de si ¿las máquinas con todos estos conocimientos que nos aportan, hacen que seamos más inteligentes o más ignorantes? Puedo contestar que depende del uso que hagamos de ellas. Si las utilizáramos para quitarnos trabajo y el tiempo que nos ahorra lo dedicamos a leer, estudiar, investigar o formarnos en cualquiera de las artes, podríamos decir que nos hacen más inteligentes. Si por el contrario ese tiempo que nos ahorran lo dedicamos al abandono

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