EL CONOCIMIENTO. El tiempo es el que va a establecer el nivel de madurez, que tanto, de que calidad y de que profundidad somos capaces de establecer conocimiento

EL CONOCIMIENTO

El tiempo es el que va a establecer el nivel de madurez, que tanto, de que calidad y de que profundidad somos capaces de establecer  conocimiento. En un texto que se llama la iluminación de Kant, Apareció el término madurez como mayoría de edad y como configuración de la mente, ahora les voy a dar otro término, la madurez intelectual en ese caso diríamos, que se caracterizar como:

• Un ejercicio de la autorrealización: Independencia de pensamiento, autonomía y Empatía o ser capaz de ponerse en el lugar de otro.

Esto vale la pena si todos los días caminamos en la misma dirección, no la alcanzamos ya que es un ideal, pero tenemos que buscarla denodadamente, son muchas las fragilidades y las debilidades que tenemos que superar que no nos queda tiempo ni de mirar al vecino, y a veces creemos que no tenemos suficientes cosas por cambiar y nos ponemos a mirar al del lado, y resulta que el del lado mejora no cuando usted lo enjuicia sino lo ve en usted, es decir cuando usted mejora, cuando usted se relaciona con él, etc.

Por ejemplo los japoneses, se proponen que hay que mejorar todos los días un 1% en lo que yo hago, en lo que soy, entonces si mejoro todos los días un 1% en un año seria 365% mejor de lo que fui el año anterior. Y uno ve que la gente no avanza, están estancados dando vueltas en el mismo círculo vicioso, o en su defecto echando para atrás. Si todos los días avanzo una rayita esto me da la posibilidad de ser un libre pensador, autonomía, personalidad, carácter y empatía, yo no puedo pasar por encima de los otros, debo aprender a considerar a los otros, para poder medio entender la situación del otro.

Entonces, la madurez es un ejercicio de autorrealización, y la autorrealización para por un ejercicio de independencia de pensamiento, siendo así, soy epistemólogo, tengo criterios, marco límites, ejerzo el criterio epistemológico  de la demarcación, reglas de juego, pautas y cada vez vamos mejorando, en la medida que vayan apareciendo situaciones nuevas voy estableciendo nuevas reglas y criterios.

• El Despertar de la mente:

Para despertar la mente se necesitan tres cosas: Leer, Escribir y meditar.

Esto nos acerca a una situación mística, espiritual.

El problema es que nos han enseñado que leer es una cosa y escribir es otra, cuando son la misma cosa y es comunicarse con una inteligencia superior, cuando usted lee y escribe se comunica con una inteligencia superior y es necesario entender esto desde el punto de vista espiritual ya que si no es así lo empezamos a hacer de manera mecánica, repetitiva, memorística.  

Entonces, ejercicios en esta dirección el Quijote de la mancha, ya que es un libro memorable, recordable siempre, jamás pasa de moda, obra de la literatura universal, en ella esta combinado leer, escribir, y el desarrollo espiritual.

Así como esta hay muchas, entre ellas cien años de soledad de García Márquez…

Y entonces hay que poder  escribir, poder leer, hacer lo que se llama el ejercicio de lectura síntomal, inferencial, la cual consiste en aprender a leer lo que no escrito, es decir, el mensaje adicional, y esto hace parte de la madurez intelectual.

Lo único que hay que salvar se llama, mente.

Es importante ir haciendo ejercicios para ir depurando la mente, Platón decía que la ignorancia es llenura, estamos llenos de ideas cerradas, erróneas y es necesario vaciar, depurar y de este modo aliviar la mente.

• La Iluminación:

El iluminado es quien entiende y quien más se aproxima a la condición humana, es decir, fragilidades, debilidades, sueños, aspiraciones, frustraciones, somos una cantidad de cosas guardadas.

Disfunción actitudinal: Negativismo, Pereza, Miedos, ocasionados por los desbalances emocionales ocurridos en la infancia.

Como solos no podemos y necesitamos ayudo les voy a entregar unas llaves:

“Hoy tenemos la ventura de recibir de las aguas del mar las llaves de ultramar para recibir, encontrar y abrir todo lo que más allá pudiere haber sin temor a perder.

Llaves de oro, de luz y de rubí, llaves blancas de paz y alelí, no solo para mí, también para ti y para todo el que pueda llegar aquí, llaves mágicas, divinas de las que jamás presumí ni aquí ni allí.

Las llaves son el símbolo que no se puede perder, la representación que no se puede olvidar, el elemento que no puede faltar, las llaves son la señal, la clave, el código para entrar y salir sin tener que transigir, únicas, personales y legítimas, inimitables, inigualables e incomparables, visibles, evidentes y obvias, Las llaves son para el que quiere abrir camino, comprometerse con una causa y asumir una responsabilidad, en nuestras manos están depositadas, con celo cuidadas y con gracia usadas, nos acompañan hasta donde queramos llegar, compadecer y asistir.  Izadas las velas están, pronto zarparán quienes listos están,  sin premura y afán, porque el viaje largo será. Llegada la hora esta, ya no hay vuelta atrás, el convencido y decidido cristan mañana ya no estará, es el momento de partir con alegría hay que ir, con entusiasmo venir, porque todo el sentir es para el que nos ha de elegir, saludables, rebosantes de alegría y vitalidad porque fue, vio, vivió y volvió, así llego el que un día partió…

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