EL hombre y la relación con la muerte

INTRODUCCIÓN

El hombre, en su cualidad como ser, tiene una percepción dramática de la muerte por lo que esta significa. La separación del ser de su entorno material es lo que le da éste énfasis dramático al acto de morir, que en el sentido literal es solamente perecer.

CONTENIDO

El hombre como “ser humano”, vive su existencia ligado a la idea de morir; pero la muerte siempre ha sido relacionada con un fin dramático en el que el cuerpo se separa biológicamente de su existencia espiritual y es ese momento donde se pierde la esencia del ser.

        Es por esto que hemos representado a la muerte como un momento catastrófico en el que se pierde toda la presencia del ser ocupante de ese cuerpo, y si bien, hemos impuesto éste sentido a la muerte, el hombre perdería por completo la dignidad si la muerte no existiera.

        Se dice lo anterior, ya que si la vida estuviera garantizada sin un tiempo final, el hombre perdería en gran medida la motivación de aprovechar el tiempo que tiene y sacar lo mejor posible de él; se perdería por completo ese sentimiento de urgencia ya que habría un tiempo indefinido para realizar cualquier cosa.

        La muerte tiene mucha coherencia cuando hablamos de la vida en general, se entiende como ese proceso biológico natural por el que pasan todos los seres vivientes, y no afecta en absoluto saber de la muerte de un gato o un perro, porque no desarrollamos se desarrolla ese proceso de separación; y es que al ser humano lo ata a la vida las relaciones con los que lo rodean, así como también sus aportaciones al grupo al que pertenece. Dicho lo anterior, se entiende que la muerte humana, se dramatiza mucho más por el temor o el dolor de la separación.

        La persona humana al morir biológicamente, nos abre la incertidumbre o la pesadez de no saber hacia dónde dirigir  la energía que se compartía con la persona en cuestión, genera mucha ansiedad el hueco que la existencia de una persona deja. He aquí, en gran medida, que el hombre moderno hundido en la comodidad o practicidad, se sienta tan atemorizado o tan desestabilizado con el proceso de la muerte.

El ser humano en general, es consciente de la muerte como un proceso más en el desarrollo en el plano físico, no así en el plano espiritual, donde se sufre una pérdida de todo el hombre, cuerpo, espíritu, inteligencia, libertad, esfuerzo y amor, entre muchas otras. Tomando en cuenta lo anterior, es más posible aceptar la expresión tradicional “muerte-separación”.

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