ENSAYO FEDÓN O DEL ALMA

INSTITUCIÓN: I.E.M Ciudad de Pasto

ASIGNATURA: Filosofía

DOCENTE: CARLOS IVÁN REVELO

GRADO: 10 - 8

ESTUDIANTES: MANUEL FELIPE ALOMIA

ENSAYO FEDÓN O DEL ALMA

La muerte es un tema de gran preocupación para el hombre desde el inicio de los tiempos. Los grandes pensadores Sócrates, Platón y Aristóteles con su extraordinario pensamiento dieron origen a la filosofía griega, algunos de los razonamientos más reconocidos   nacieron de las interlocuciones y profundas conversaciones entre Sócrates y sus discípulos que poco a poco construían conocimiento de ontología ciencias políticas y por supuesto la preocupación de que hay después de la muerte.

En una situación tan particular como una muerte anunciada de Sócrates, este filosofo no podía dejar pasar tal acontecimiento, sin analizar y poner en mesa de discusión con quienes lo acompañaban la víspera de su muerte, este tema. Para muchas personas las creencias religiosas determinan su punto de vista ante la existencia de la vida después de la muerte, la verdadera esencia, función y misión del Alma.

Las circunstancias narradas en el libro son muy particulares en cuanto a la vida de Sócrates; su sentencia a muerte, obligado a beber cicuta, acusado  de atacar la religión y el estado y corromper la juventud con sus ideas materiales y racionales^[1].  Quienes lo acompañan creen que como en cualquier otro momento Sócrates debería defender su vida, pero esta vez se evidencia su extraña la serenidad con que espera su muerte. Los razonamientos filosóficos tienen como característica su justificación en la ética y la moral que permiten diferenciar entre el razonamiento de los hombres necios y el razonamiento de los sabios o pensadores (filósofos), a los necios se les atribuye la búsqueda de la muerte como una salida mediante la huida a la muerte, esto convirtiéndose en un suicidio donde se puede visualizar que efectivamente que el suicido en ninguno de los casos tiene justificación. Para las personas creyentes, espirituales y mentalmente estables en ningún momento de la historia el suicidio ha sido aceptado por cuanto un hecho como estos significa atentar contra la propia humanidad dejando un choque emocional para las personas que rodean a quien lo comete, si bien nuevamente volvemos a insistir que la muerte no es una situación fácil de afrontar en un caso natural o fortuito muchos menos es entendible como una persona puede atentar contra sí mismo para arrancarse de la vida.

“La convicción de Sócrates es que la esperanza de encontrar en una vida mejor que la nuestra dioses justicieros, buenos y amigos de los hombres, basta para incitar al sabio a sonreír ante la muerte”. Sócrates acepta su muerte porque tiene la convicción de alcanzar un estado mejor, una vida después de la muerte donde se comparte con los dioses buenos, razón por la cual el no demuestra preocupación ni negativa ante estas circunstancias, pero no son bien vistas por sus seguidores y amigos quienes dejan ver a lo largo del relato un profundo dolor e indignación al ver como a pocas horas un hombre tan representativo dejara de existir ante sus miradas consternadas.

No muy lejos del pensamiento de Sócrates seguimos viviendo en la actualidad, un porcentaje muy alto de las personas somos creyentes, sin importar en qué o en quién, la aspiración de vivir bajo reglas y conductas morales es alcanzar como recompensa un estado mejor después de la muerte,  caso contrario sabemos que nos vemos expuestos a recibir un castigo eterno comúnmente denotado como infierno y aunque científicamente nunca se ha podido explicar que sigue después de la muerte en los seres vivos y específicamente con las personas, la existencia del alma ha generado la espiritualidad que se basa en la ética y la moral que deben regir al individuo en su diario vivir. El alma es el centro de la humanidad porque nos lleva a diferencial el bien y el mal en el actuar que perderían sentido si todo acabara con la muerte; la muerte en si sería la única forma de castigo o finalización del actuar de mala procedencia, pero como desde siempre hemos concebido los humanos al igual que los filósofos sostenían el precepto de la inmortalidad del alma, entonces todos nuestros pensamientos van direccionados a vivir de tal manera que podamos ser dignos de obtener una recompensa para el alma una vez el cuerpo llegue  as u fin.

La teoría de Sócrates menciona otro aspecto importante en cuanto al alma, aclarando su inmortalidad sostiene que el alma una vez desprendida del cuerpo si no ha alcanzado la perfección, encarnara otro cuerpo con el fin de tener otra oportunidad y así cuantas veces sea necesario hasta estar lo suficientemente prepara para tener su lugar junto a los dioses. Por esto cuando la muerte llega al hombre, lo que hay mortal en él muere y lo inmortal se retira sano e incorruptible cediendo el puesto a la muerte. En el contexto actual la religión ha tomado partido muy importante en la teoría de la reencarnación como una creencia consistente en que la esencia individual de las personas (ya sea mente, alma, conciencia o energía) adopta un cuerpo material no solo una vez sino varias según va muriendo^[2]. Algunas de las religiones más conocidas que han adoptado la reencarnación van desde el hinduismo, budismo, taoísmo, Filosofía Griega Clásica y el mismo cristianismo antiguo, razón por la cual no es una idea ajena al conocimiento general de la humanidad; en la actualidad el cristianismo y otras religiones se han alejado de la reencarnación para centrarse en una sola vida y un juicio particular con el ser Supremo (monoteísmo).

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