ENSAYO SIMULADO DE TDC

ENSAYO SIMULADO DE TDC

Pregunta 3. ¿Existe una justificación sólida para dar más importancia al conocimiento de las ciencias naturales que al de otra área de conocimiento? Discuta esta pregunta haciendo referencia a las ciencias naturales y a otra área de conocimiento (Ciencias humanas).

El conocimiento es cualquier creencia razonablemente verdadera. Cuando decimos algo De hecho, tenemos pruebas y argumentos para respaldar esta afirmación, lo que nos permite no dejar dudas. Para lograr este conocimiento, utilizamos la percepción, la razón, la memoria, la intuición, la imaginación e incluso el lenguaje. Ninguno de ellos es infalible, pero si van en la misma dirección, se acumularán evidencias objetivas que te permitirán acercarte a la verdad, porque es en gran parte lógica. Esto es lo que llamamos conocimiento. Sin embargo, debemos recordar que todo conocimiento es conocimiento hasta que aparece nueva evidencia objetiva para desmentir lo que se supone que es conocimiento para reemplazarlo con nuevas creencias. Tal es la historia de la ciencia, en su constante desarrollo se ha comprobado que cuando surgen nuevas evidencias, lo que se supone cierto es reemplazado por un conocimiento correcto y más completo. En la historia de la ciencia y el avance del conocimiento, hay muchos ejemplos de contribuciones individuales que han contribuido al desarrollo de su disciplina. Sin embargo, debemos recordar que nuestro conocimiento siempre comienza con la influencia que recibimos. Las comunidades de conocimiento tienen un lenguaje común, sus propios métodos de investigación y conceptos: esto es conocimiento común. (Comparar con Muñoz, 2020, 4-6, 17) Entonces, dado que cada área de conocimiento tiene su propio método de adquisición de conocimiento, para responder a la pregunta de investigación: Existe una justificación sólida para dar más importancia al conocimiento de las ciencias naturales que al de otra área de conocimientoq2

? Evaluaré la importancia del conocimiento adquirido a través de las humanidades y las ciencias naturales. Estos dos campos son muy diferentes porque requieren la adquisición de distintos tipos de conocimientos, pero comparten algunas características. Las ciencias naturales se practican desde la antigüedad, pero es necesario Espere las revoluciones científicas del siglo XVII, hasta que alcancen su punto máximo en nuestra sociedad. Esta evolución también condujo al reemplazo de ideas basadas únicamente en la perfección divina, como el concepto geocéntrico del universo (basado en el centralismo).

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El reemplazo del viejo dogma no sucederá de la noche a la mañana, pero la presión de nuevos científicos como Galileo, Descartes y Newton eventualmente lo hará posible. Locke, testigo de este cambio de paradigma, se unió a él, apoyándolo a través del empirismo, que creó el espacio para que floreciera la teoría científica. Hace varios siglos se propusieron diferentes explicaciones sobre el estado del conocimiento producido por la ciencia. Desde una de estas perspectivas, la ciencia se posiciona críticamente sin disminuir su valor reclamando la multiplicación de las virtudes de otros tipos de conocimiento. Desde otro punto de vista, cambiar la posición de la ciencia es una dura crítica a esta práctica. Lo que llamamos “crítica débil” es aquella que no ignora que la ciencia es realmente una práctica de generación de conocimiento valioso y/o su papel en la sociedad es inmenso. importante, pero que reconoce la existencia de otros tipos de saberes que, por separado o convergiendo con la ciencia, juegan un papel de igual o mayor trascendencia. Este tipo de postura puede rastrearse desde Platón mismo (entendiendo, por supuesto, la dificultad de equiparar los términos.

En Kant encontramos igualmente referencias a un saber actuar que sirve de contrapeso al valor que se asigna a la ciencia. Ciertamente, Kant valora ampliamente el conocimiento científico, pero replantea el concepto de razón baconiano, de manera tal que en su seno coexisten lo teórico y lo práctico sin que esto último sea asimilado por (o subordinado a) lo primero. Tal vez lo más sustantivo de su planteamiento es que las ciencias teóricas y prácticas son valoradas de igual manera que la estética, por ejemplo, en la medida que todos esos saberes contribuyen al perfeccionamiento moral del ser humano6. Cabe hacer mención aquí a lo que podríamos considerar las facultades de la mente que están en juego cuando intentamos jerarquizar los saberes que a partir de ellas se generan. En Kant se reconocen al menos tres facultades de la mente como distintas: el conocimiento (a su vez dividido en razón, entendimiento y sensibilidad), el deseo y el placer. Desde la perspectiva kantiana el conocimiento no es de ninguna manera la única fuente de toda la ciencia, ni se considera a la ciencia la fuente de todo nuestro bienestar. El conocimiento, como facultad de la mente, es sin duda de gran valor, nos permite satisfacer mejor nuestros deseos, pero su valor como medio no puede considerarse superior a una capacidad que nos conduzca a elegir fines. Es por ello que Kant sustenta en la razón práctica el auténtico bienestar de los hombres, pero al mismo tiempo asocia esta razón no con la facultad mental del conocimiento sino con la del deseo (lo que en el esquema de Bacon serían la voluntad

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