ESTÉTICA DE LA FORTALEZA

Universidad Santo Tomás

Departamento de Humanidades

Asignatura de Antropología

Por Carlos A. Moreno M.

ESTÉTICA DE LA FORTALEZA

La estética de la fortaleza es el oro del alba que amanece en el corazón.

Capacidad de la sutileza

Es hacer todo lo que podemos hacer. Es erigir la vida únicamente con nuestra máxima potestad. Es entregarse a nuestras tareas y encargos con el fin de conocer los límites de la propia entrega, en viva y clara oposición a los excesivos pensamientos y exageradas emociones que propenden a dejarse arrasar por la creencia de que es posible entregar más de lo que la línea divisoria de nuestra capacidad nos permite e impide. Es sentirse satisfecho por haber logrado solo aquello que estaba a nuestro alcance.

Es el mero y asombroso hecho. He aquí lo que es hacer algo, he aquí lo que es un acto puro. ¡Lo que amáis de más imperiosidad en el hombre es su sutileza!    

• A continuación mostraré como esta capacidad es pensada por algunos hiperbóreos:

“Espero que no vayan a estar desalentados, perdimos, pero hicieron lo que pudieron por ganar” Benji Price. Los  Supercampeones. Audio latino, capítulo 22, minuto 16:00.

“Todo acto es irremediablemente una selección y una exclusión” Chesterton, Ortodoxia. Pág. 56

“El arte es limitación; la esencia de toda pintura es el contorno. Cuando dibujáis una jirafa, tenéis que ponerle el pescuezo largo. Y si, según vuestro audaz sistema de creación, os empeñáis en pintarla con el cuello corto, pronto os convenceréis de que no sois libres de pintar una jirafa como se os antoje” Chesterton, Ortodoxia. Pág. 57 (Explicación: Pero este es el límite de su creación y no, el de su no creación).

“Entrar en el terreno de los hechos es entrar en el mundo de los límites” Chesterton, Ortodoxia. Pág. 57

“Se puede libertar a un tigre de su jaula, pero no de su piel manchada” Chesterton, Ortodoxia. Pág. 57

“No pretendamos, como esos torpes demagogos, entusiasmar a los triángulos a que se emancipen de la tiranía de sus tres lados” Chesterton, Ort. 57 (Explicación: ¿Para qué exigirle a alguien que te quiera más de lo que te puede querer?). “Si los triángulos han podido alguna vez ser amados, se debe a que son triangulares” Ortodoxia. Págs. 57-58.

“La creación artística puede considerarse como el ejemplo más elocuente de voluntad pura. El artista ama sus limitaciones; ellas integran la calidad de su obra. El pintor se alegra de que el lienzo sea plano; el escultor, de la palidez de la arcilla” Chesterton, Ortodoxia. Pág. 58. (Explicación: Pero son límites necesarios, es decir, existen no en razón de que carezca de ánimo quien creará su obra de arte).

“El que nada quiere rechazar, concibe la anulación del querer, porque la voluntad no solo consiste en un acto de selección para un objeto determinado, sino también  en un acto de exclusión para todos los demás objetos” Chesterton, Ortodoxia. Pág. 61. (Explicación: No aprobar ni abominar todos los caminos, sino escoger el propio camino: actividad esencial de cada día).

“Juana de Arco, con una ventaja todavía: que ella, en vez de cantar la guerra, guerreó” Chesterton, Ortodoxia. Pág. 62. (Explicación: Quien es sutil ¡lo hace! Un hombre o una mujer así valen más que quienes solo predican la importancia de hacerlo).

“Siempre me sentí más inclinado a dar crédito a la gente ruda y obrera que no a la molesta y singular clase literaria a que pertenezco. Prefiero los caprichos y prejuicios de la gente que mira la vida desde adentro, a las más lúcidas demostraciones de los que miran la vida desde afuera” Chesterton, Ortodoxia. Pág. 68.

“Sus méritos son limitados, pero suficientes. En suma, que puede llevar alta la cabeza, aunque no con exageración” (Explicación: Llevar la cabeza lo suficientemente alta). Chesterton, Ortodoxia. Pág. 130.

“Las frases largas nunca son tan enérgicas como las cortas; y hay más sutileza metafísica en la palabra “merma” que en la palabra “degeneración”” Chesterton, Ortodoxia. Pág. 171. (Para aclarar este pensamiento definiré mediante el Diccionario de la Real Academia Española las siguientes palabras:

Degeneración: Biol. Deterioro estructural o funcional de células o tejidos. /Med. Pérdida progresiva de la normalidad psíquica y moral y de las reacciones nerviosas de un individuo a consecuencia de las enfermedades adquiridas o hereditarias.

Mermar: Hacer que algo disminuya o quitar a alguien parte de cierta cantidad que le corresponde. Mermar la paga, la ración. /Bajar o disminuir algo o consumirse una parte de ello).

“Mientras haya un muro que cerque la cumbre, pueden entregarse a sus locos juegos y poblar el sitio de rumores” Chesterton, Ortodoxia. Pág. 196

• A continuación presento con otros pensamientos una crítica a quienes carecen de sutileza, basada en la afirmación de que estas personas buscan abarcar por encima de sí mismas sus ideales, son deshonestas y propenden a su propia destrucción anímica.

“Se llaman buenas a la virtudes de un hombre no en razón de los efectos que las mismas puedan tener para él, sino en razón de los efectos que de ellas presuponemos para nosotros  y para la sociedad: ¡qué poco “desinteresada”, qué poco “no egoísta” ha sido desde siempre la alabanza del virtuoso! En caso contrario, se tendría que haber visto, en efecto, que las virtudes (como la laboriosidad, la castidad, la piedad, la justicia) son la mayoría de las veces perjudiciales para sus poseedores, en la medida que se trata de impulso que dominan en ellos con demasiada violencia y avidez y que, vistos desde la razón, de ninguna manera quieren alcanzar un equilibrio respecto al resto de los impulsos” Nietzsche, Ciencia jovial. Pág. 601. (Para aclarar este pensamiento definiré mediante el Diccionario de la Real Academia Española las siguientes palabras:  

Laboriosidad: Muy aplicado al trabajo /Trabajoso, penoso.

Castidad: Que se abstiene de todo goce sexual, o se atiene alo que se considera como lícito./Que no posee en sí sensualidad.

Piedad: Benigno, blando, misericordioso, que se inclina a la piedad y conmiseración. /Dicho de una cosa: Que mueve a compasión o se origina de ella.

Justicia: Que obra según justicia y razón. /

Arreglado a justicia y razón. / Que vive según la ley de Dios. / Exacto, que no tiene en número, peso o medida ni más ni menos que lo que debe tener).

“Cuando tienes una virtud, una virtud real, plena (¡entonces eres tú su víctima!) ¡Pero si justamente por eso el vecino elogia tu virtud! Se llega a elogiar al hombre laborioso aun cuando con esta laboriosidad se perjudique la capacidad visual de sus ojos o la originalidad y frecura de su espíritu; se honra y se compadece al joven que “ha trabajado hasta la extenuación”, ya que se juzga que: “¡para el conjunto total de la sociedad, la pérdida del mejor indivduo no es más que un pequeño sacrificio! ¡Malo que se necesite una víctima! ¡Pero mucho peor, en efecto, si el individuo pensara de otra manera y considerara más importante su conservación y desarrollo que su trabajo al servicio de la sociedad!”” Nietzsche, Ciencia jovial. Pág. 601.

Se considera a la persona meramente un instrumento: “Entregado a ella [sociedad] y desconsiderado para consigo mismo, -lo que se llama a un “buen hombre”” Nietzsche, Ciencia jovial. Pág. 602.

“Lo que propiamente se elogia, pues, en el virtuoso, -cuando se lo elogia- es, de entrada, su carácter instrumental. [La sociedad no permite “la imposición de límites” personales]. La irracionalidad en la virtud, en razón de la cual el ser individual se deja transformar en una mera función de la totalidad. El elogio del virtuoso no es sino el elogio de lo que perjudica a lo privado –el elogio de impulsos que privan al hombre de su más noble egoísmo y de la fuerza para la más suprema autonomía” Nietzsche, Ciencia jovial. Pág. 602.

“El trabajo ciego y desenfrenado, es típica virtud instrumental, se presenta como el mejor camino hacia la riqueza y el honor y como el fármaco más sano contra el aburrimiento y las pasiones: pero no se habla del peligro, de la gran peligrosidad” Nietzsche, Ciencia jovial. Pág. 603.

“Así es como siempre procede la educación: busca fijar en el individuo una manera de pensar y de actuar mediante una serie de estímulos y ventajas, que, cuando llegan a ser hábito, instinto y pasión, dominan sobre y en él en contra de su último provecho, aunque “a favor del bien general”” Nietzsche, Ciencia jovial. Pág. 603.

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