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El Alquimista


Enviado por   •  11 de Diciembre de 2011  •  1.986 Palabras (8 Páginas)  •  593 Visitas

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Relata sobre un joven pastor que cuida su rebaño, y un día se queda dormido en una iglesia abandonada y vuelve a soñar algo repetidamente, y por lo tanto,decide al otro día ir a visitar a una gitana para que le descifre su sueño. Le cuenta que ha soñado con un tesoro cerca de las pirámides de Egipto. La gitana le dice que tiene que ir a buscarlo y que cuando lo encuentre en vez de cobrarle la consulta, debe darle la décima parte de ese tesoro.

No cree nada de lo que dice y decide ir a buscar un libro más grueso para poder utilizarlo como almohada y para tardarse más en leerlo.

Estando en la plaza, iba a comenzar a leer su libro cuando un hombre se le acercó y le dijo que el libro era aburrido. Se agachó y el muchacho vio que había un resplandor en su pecho. Comenzaron a platicar y el muchacho le contó sobre su sueño. El hombre le dijo que él era el rey de Salem y que venía a ayudarlo para que siguiera su sueño. El muchacho no creía que fuera un rey, pero se descubrió el pecho y vio que era un tronco de oro puro con piedras preciosas incrustadas. Quitó dos, llamadas Urim y Tumim, y le dijo al muchacho que ellas le podrían ayudar a hacer decisiones importantes, una significaba “si” y la otra “no”.

El rey le habló de la Leyenda Personal, que había que cumplirla, de la Suerte de Principiante y lo instruyó en muchas cosas importantes. Le dijo que su sueño había sido la señal de que debía cumplir su LEYENDA PERSONAL, que en el mundo estaban escritas muchas señales que debía seguir para cumplirla ,le dijo “Cuando quieres una cosa, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla”. Decidió ir, vendió todo su rebaño y juntó dinero para irse a África.

Estaba sentado en una especie de bar donde el dueño le señalo una bebida que había servido en otra mesa. Solo pensaba en su tesoro y en la manera de conseguirlo. La venta de sus ovejas le había dejado bastante dinero y el viejo le había hablado de señales que lo guiarían hasta su tesoro.

Un joven hombre le hablo y Santiago le conto que quería ir a las pirámides preguntándole si este lo podía llevar hasta allí y este acepto el dueño del bar los sacó, ya que la persona con la que el muchacho estaba, era un ladrón, fueron a la plaza y le dio el dinero al hombre, se distrajo por unos segundos a observar una espada y cuando regreso la mirada ya no estaba el hombre, se sintió muy frustrado y comenzó a llorar, se había quedado sin dinero.

Llegó a una tienda de cristales. Entró y le dijo al dueño que le ayudaba a limpiar todos los cristales a cambio de una comida. El dueño aceptó y cuando terminó el dueño le dijo que fueran a comer. Le explicó que según el Corán era una ley darle de comer al hambriento sin ninguna paga. Al dueño le gustó tanto como se veían sus cristales limpios que empezó a tener mayores ventas, el muchacho se quedó a trabajar con él cerca de un año para juntar dinero y así poder regresar a Andalucía y comprar su nuevo rebaño. Aprendió a hablar bien el árabe, y el dueño de la tienda le explicó más cosas sobre las señales. “Maktub” decía. Las cosas estaban ya escritas, como el destino. El muchacho tuvo brillantes ideas para que el señor tuviera mejores ventas, pusieron una tienda en la punta de una colina para que la gente que subiera tomara té en bellos jarrones de cristal y así quisieran comprarlos.

Penso en regresar a las llanuras andaluzas pero sintió que tenía que ir por el tesoro pues siempre podía volverá a ser pastor de ovejas, siempre podría volver a ser vendedor de cristales y se acordó que uno de los proveedores del Mercader tría los cristales en caravanas que cruzaban el desierto.

El Ingles estaba sentado en el interior de una edificación que olía a animales, a sudor y a polvo, se puso a ojear una revista, aún tenía dudas respecto a su decisión. Pero se daba cuenta de una cosa importante: las decisiones eran solamente el comienzo de algo. El Ingles le dijo que lo que él quería era encontrar a un hombre que conoce el Lenguaje Universal. Un alquimista.

Le pregunto si el también estaba buscando una alqumista pero dijo que el hiba en busca de un tesoro pero el Ingles no le dio importancia, le explico que la alquimia es un trabajo muy serio. Exige que se siga cada paso exactamente como los maestros lo enseñaron.

El muchacho decide ir con el grupo que cruzara el desierto, monta el camello, empieza a concretar una relación con el camellero y con el Ingles.

El Ingles le presta unos libros y el muchacho empezó a interesarse en la Alquimia, un buen dia el muchacho le devolvió los los libros al Ingles y le pregunto que que aprendio, respondiendo: He aprendido que el mundo tiene una Alma y que quien entienda esa Alma entenderá el lenguaje de las cosas. Aprendi que muchos alquimistas vivieron su Leyenda Personal y terminaron descubriendo al Alma del Mundo, la Piedra Filosofal y el Elixir.

Dos noches después, cuando se preparaban para dormir, el muchacho miro en dirección al astro que seguían durante la noche. Le pareció que el horizonte estaba un poco mas bajo, porque sobre el desierto había centenares de estrellas. El camellero vio el oasis pero dijo que tenían que dormir y hasta la mañana siguiente irían.

Cuando llego al oasis quedo sorprendido por todas las palmeras y supo que los oasis eran neutros en una guerra pues había una entre clanes y el jefe de los camelleros dijo que se tenían que quedar hasta que la guerra terminara.

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