El Amor A La Justicia

El Amor a la Justicia

La definición más aceptada de Justicia, es aquella dada por el jurista romano llamado Ulpiano, para el justicia, es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno su derecho, es decir, lo suyo. Sin embargo este concepto tiene acepciones desde la antigua Grecia, platón creía en la justicia como un bien superior, una armonía de la sociedad. Para Aristóteles era una virtud ética por excelencia, es un hábito por el cual se da a cada uno lo que le corresponde en una igualdad proporcional. Aristóteles comprendía dos tipos de justicia, la justicia conmutativa, y la justicia distributiva. Dicho de otra manera Aristóteles afirmaba que es el hábito de elegir el justo medio entre extremos. Para Cicerón la justicia nace en el derecho natural, la naturaleza otorga la razón al ser humano y la razón en rectitud se convierte en justicia, y por consiguiente en ley, aunque no toda ley o institución esta validada por el derecho natural, por tanto no es parte de la justicia. Por otro lado según Kelsen, que es un iuspositivista, plantea que la relación que existe entre justicia y derecho, está dada por la relación que existe entre moral y derecho, y como bien sabemos Kelsen despoja de todo aquello subjetivo o irracional al derecho, por lo cual para el, si hay que separar la moral del derecho, también debe ser lo mismo con la justicia, para este autor, la justicia es un fin del derecho, pero no es parte de él.

Un buen abogado debe saber cuando no tomar un caso, cuando dejarlo, o cuando seguir hasta las últimas consecuencias en busca de la justicia, incluso cuando el derecho se vuelva en nuestra contra. El abogado debe ser capaz de separa los intereses individuales y decidir si con sus decisiones profesionales propagara la justicia, o la lucha de intereses personales.

La justicia se puede ver desde el punto de vista del Estado y sus instituciones, a un nivel macro, o se puede analizar a un nivel de individuos que conforman la sociedad, donde el abogado es una identidad con poder de conocimiento que es capaz de administrar justicia en su ejercicio profesional a través de su ética. La decisión que toma cada abogado tendrá un efecto en la justicia existente en la sociedad.

La justicia debe tener un principio de imparcialidad, que es imprescindible, para el abogado en su profesión, ya que debe ver más allá de los intereses del cliente, de la contraparte, he incluso de los propios, debe ser capaz de sintetizar como plantea Hegel, la solución más justa para todos los integrantes de la sociedad o de las partes involucradas, o como decía Aristóteles debe ser capaz de determinar el justo medio entre los extremos.

Opinión personal: En función de la claridad de Justicia a nivel subjetivo es útil determinar que conceptos son importantes a la hora de pensar, desde mi punto de vista el abogado debe usar la razón en un sentido crítico y autocrítico, para encontrar la verdad de la justicia en diversas situaciones, así como en la propia evaluación de la visión que se tiene de justicia, para saber si esta noción se adapta a las problemáticas que se presentan, a raíz de esta continua reflexión se deben tomar decisiones para poner en práctica dicha visión hipotética, y darle una continua comprobación empírica, de manera que mediante la acción se vuelva consecuente la conceptualización de justicia que si bien es parte de la subjetividad, se ejercita intelectualmente con un método que se asemeja al método científico.

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