El Campesino Polaco

Olvido y Vigencia de El Campesino Polaco en Europa y América

Victoriano Camas Baena

Este es un resumen del profesor Eli Zaretsky, sobre el campesino polaco cuya edición original ocupa más de dos mil páginas distribuidas en cinco volúmenes y que fue publicada entre 1918 y 1920, acá podemos ver un amplio y diverso colectivo de investigadores sociales independientes de su especialización histórica, sociológica, psicológica, antropológica y tambien a nivel epistémico. En el texto original de Thomas y Znaniecki aparece como la “nota metodológica” en que a través de una perspectiva etnográfica hay un periodo en la historia de la sociología en que los documentos personales iban a constituirse en un recurso fundamental para esta disciplina.

Parece que el campesino polaco interesa solo a algunos investigadores que estudian en serio la subjetividad y la creatividad humana y porque se quiere ser consciente del papel moral y político que fomente menos la explotación, la opresión y la injusticia que caracteriza al modelo de sociedad capitalista.

La obra de Thomas y Znaniecki es la gran precursora y fundadora de una escuela que utiliza la biografía como material de lectura de la realidad basada en la aproximación al lugar y circunstancias en que se producen los fenómenos convirtiéndose en la narrativa vital, más el conjunto de registros documentales y entrevistas a personas del entorno social.

Por su lado, Marinas y Santamarina sintetizan en dos etapas un conjunto de procedimientos en la historia oral, una es el antropologismo conservacionista que privilegia lo emic por sobre lo etic y a la interpretación de los documentos y una segunda etapa donde se denominan los estudios de la marginación en los objetos sujetos de estudio que pasan a ser los sectores de la población marginada, la desviación social, los procesos migratorios y el cambio social.

Así se puede decir que se crea el campo de la sociología urbana en que define los conceptos de actitud y valor que después utilizarán los psicólogos sociales y que representa una sólida descripción de la sociedad campesina tanto para historiadores como para antropólogos. La historia oral y el énfasis con lo subjetivo de la historia social contemporánea que se denomina como perspectiva biográfica que viene siendo una nueva práctica en la investigación social, los autores del campesino polaco intentan construir una síntesis entre lo psíquico y lo sociológico y plantean nuevas cuestiones empíricas y ontológicas con respecto a la naturaleza de los fenómenos sociales, tambien proponen algunas tesis refiriéndose al papel de los elementos subjetivos en la estructura de los grupos sociales, donde se debe comprobar si es posible pasar de una serie de concepciones subjetivas y opiniones a declaraciones objetivas acerca de la sociedad, su estructura y los procesos en que se desarrollan por igual de valores culturales objetivos y de valoraciones subjetivas (actitudes) de las personas, los objetos solo se convierten en elementos de cultura cuando la personalidad individual, con sus actos subjetivos, les confiere cierto significado y atribuye importancia para las necesidades y finalidades humanas. Así, las actitudes psíquicas y los valores culturales son factores íntimamente entrelazados de la realidad social, la cual constituye un complejo de factores, actitudes, situaciones, experiencias y valoraciones de personas que participan en ello, cabe señalar que los factores subjetivos constituyen un elemento esencial de los procesos sociales y que los materiales biográficos proporcionan una información válida para comprender dicho elemento pudiendo considerarse como fuente única y suficiente para el conocimiento en la investigación social.

Se sabe que las críticas de los sociólogos conductistas, cuantitivistas o funcional –estructuralistas han sido numerosas: su carácter subjetivo, la no globalización de la comprensión teórica del problema a analizar, el débil poder de generalización y la dificultad metodológica en la recogida y análisis de los datos, ante esta perspectiva biográfica no se basa en una nueva técnica, sino en la construcción de un modelo coherente entre reflexión y observación (biografía, historia y sociedad se hallan estrechamente ligadas), y de aquí nace su infinito poder de generalización. Al mismo tiempo que se ponen de manifiesto la importancia de los elementos subjetivos en la sociedad, se tiene plena conviccion de que la opinión colectiva se manifiesta en la experiencia del individuo. El análisis social no es la de probar leyes, hechos o procesos, porque solo la practica social puede probar algo y para eso la ciencia social entendida desde el punto de vista de las ciencias naturales, no son posibles y no existen.

Se puede reconocer que cuando la información es tratada con instrumentos cuantitativos la relación entre los fenómenos sociales y la relación de los hechos con variables sociológicas permiten relativizar los hechos en función del lugar y del tiempo, lo cual demuestra que la investigación con materiales biográficos no se considere como una opción caprichosa del investigador sino que se justifica por si misma a partir de una concreta visión teórica de la realidad social. Esta es dinámica y sometida a las variaciones de espacio y tiempo que ubican las diversas experiencias del sujeto viviendo en sociedad. Desde la perspectiva biográfica se da cuenta de cómo la sociedad crea identidades y muestra a la vez como esta sociedad se interioriza en la persona y al trabajar con materiales biográficos se puede comprender un dimensión que se escapa fatalmente por otros procedimientos metodológicos en el proceso seguido por los sujetos, el sentido de lo vivido, la significación de la vida colectiva en la conciencia de los individuos.

Desde la perspectiva etnobiográfica resulta que los hechos sintomáticos han de examinarse como un saber real ofreciendo una verdad subjetiva que le confiere una coherencia de la historia donde la significación permiten aislar y poner en relación una verdad objetiva que constituye el objeto buscado.

Las críticas no solo llegaron del enfoque sociológico antes mencionado sino que tambien por Blumer (uno de los máximos exponentes de la segunda generación de la escuela de Chicago), personaje que criticó duramente a Thomas y Znaniecki porque según el habían fracasado a la hora de demostrar su teoría, dudando de sus cartas, documentos y recortes de la prensa que pudieran validar los informes, porque parecía que la relación entre evidencia y teoría era más psicológica que lógica y tambien opinaba que los conceptos de actitud y valor aparecían en la obra definidos referencialmente el uno al otro, los materiales de verificación no se pueden considerar como

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