El Conocimiento

El conocimiento y las interpretaciones.

Objetividad y subjetividad, desde siempre han sido dos conceptos que nos llevan a la duda del conocimiento. ¿Conocemos? ¿Cómo sé que conocí y no creí conocer? Algunos métodos plantean una certeza de conocimiento como es el método científico y otros que plantean otra forma de conocimiento, como la hermenéutica en este caso nos habla de conocimiento a través de las interpretaciones.

Después de realizar varias lecturas puedo llegar a la conclusión de que no es posible llegar a un conocimiento objetivo a partir del método hermenéutico porque como se sabe, este método está basado en interpretaciones y como tal, se puede caer en el subjetivismo porque la interpretación de cada ser es diferente según su contexto. Un individuo con una mente más abierta que la de otro puede llegar a interpretar de forma diferente por obvias razones, ningún individuo conoce igual que otro, es decir, hay similitudes en cuanto a formas pero el ente siempre está condicionado por su contexto, por ejemplo: Un joven de un nivel económico acomodado o de un nivel alto no percibe ni interpreta de la misma forma que un joven de ingresos económicos carentes; ya que están condicionados por la manera en qué viven, el ambiente en el que se desenvuelven, las prioridades en su vida y el estilo de vida.

Como propone Heidegger según el “Das Man” al no vivir según quién eres, sino vivir de acuerdo a lo que se dice, se marca o se usa; la interpretación y el conocimiento no pueden ser objetivos ni reales porque no es algo auténtico, no se conoce de verdad se conoce de una manera ya predeterminada según los patrones que te condicionan en el contexto. Es decir un conocimiento objetivo para mí pero no para los demás, llegando a ser así subjetivo.

Hay muchos factores que intervienen al momento de juzgar si podemos llegar a un conocimiento objetivo, a una verdad absoluta e inapelable en este caso me referiré al dogmatismo, porque tratar de interpretar mientras tenemos una postura que para nosotros es la única que contiene la verdad en sí es ya desde el inicio cero objetivo. Reitero lo que para alguien es Su interpretación y la considera objetiva para el semejante es totalmente lo opuesto, la realidad o conocimiento se concibe desde diferentes perspectivas, por ejemplo, un cristiano interpreta la biblia de una forma según la bases de su doctrina mientras que un budista o un testigo de Jehová lo interpreta tal vez con similitudes pero con contrastes o diferencias que hacen perder el punto de convergencia entre estos. Por lo tanto el dogmatismo y dejando un poco a un lado el marco religioso y refiriéndonos a las creencias propias, las filosofías de vida, las convicciones, la percepción de moralidad y reglas o establecimientos sociales nos llevan a encontrarnos nuevamente ante la postura de un conocimiento real casi “imposible” porque todo puede ser

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