El Hombre Malvado
elgrangus6520 de Septiembre de 2012
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El Hombre Malvado
Podemos ubicarnos en principio, en Anaximandro, que fue el que primero introdujo el concepto de la separación de contrarios o de los opuestos, para armar la teoría del origen del universo y con ello de todas las cosas. Postulaba que el universo era el resultado de la separación de opuestos, desde la materia primaria. Así, el calor se movió hacia fuera, separándose de lo frío y, después, lo hizo lo seco de lo húmedo.
“Anaximandro sostenía que todas las cosas vuelven con el tiempo al elemento que las originó.”
¿Cual seria entonces el elemento que origino al hombre -que conocemos actualmente y lo largo de la historia- y al cual debe remitir? ¿De que opuestos se originó?
Intentaremos reflexionar en este trabajo, que formo al hombre que Aristóteles lo definió como animal racional político, que Maquiavelo se refirió como perverso y simulador, que Thomas Hobbes lo define como lobo del propio hombre. Este hombre que crea y destruye lo que crea y que antepuso un enorme artificio (cultura) a la naturaleza de la que proviene (el hombre es tan natural como una lata de duraznos al natural ¿que tiene de natural una lata de duraznos?) .
Podríamos decir que el hombre nace bueno, pero es la vida en sociedad la que lo convierte en malo. Pero a la sociedad también la crea el hombre, como puede alguien de naturaleza buena, construir algo tan perverso, como la sociedad, que convierte al mismo hombre en malo, ¿es entonces que lo bueno engendra lo bueno pero también engendra lo malo? Se podría decir que lo malo engendra lo malo e inventa lo bueno como una necesidad de tener su opuesto.
Como elementos opuestos nos encontramos NATURALEZA-CULTURA. De esta oposición nace el hombre que conocemos o intentamos conocer. La naturaleza nos provee de muchas cosas que en la cultura reconocemos como buenas. por ejemplo un organismo que nos asombra por su funcionamiento; un cerebro capaz de crear cosas que a nosotros mismo nos sorprende; un alma o espíritu que nos anima, que puede estar dada en la misma psicología del hombre o desde un ámbito divino de orden metafísico, según la creencia de cada uno. Es la naturaleza que nos lleva en el ámbito de la cultura, a crear las ciencias, que están destinadas a desocultar las verdades no observables que tiene la naturaleza. Es ahí, en esas verdades no observables, donde esta el elemento o la “condición de malvado” que posee el hombre de forma natural. Es esta condición la que en el ámbito de la cultura se nos hace ingobernable y aparece la necesidad de crear en contraposición “el hombre bueno o no malvado”, como un ideal casi imposible de hacerlo concreto.
En la actualidad, en el terreno de la cultura mas espeficamente en las ciencias, hay una disciplina que intenta demostrar la relación naturaleza-cultura que habita en el hombre. La SOCIOBIOLOGIA es un campo científico en desarrollo que investiga las bases biológicas de las conductas sociales de los animales (incluyendo los humanos) como la cooperación, la agresión, la territorialidad, los sistemas sociales y la elección de pareja. Los sociobiólogos postulan que tanto el comportamiento animal como el comportamiento humano no pueden ser explicados satisfactoriamente sólo tomando en cuenta factores culturales y ambientales. Edward Osborne Wilson demostró lógicamente que los organismos altruistas sobreviven por reproducción favorecida de sus genes altruistas. Los individuos altruistas, en términos humanos, practican la ética de que la “caridad empieza en casa”, con buenos resultados en tanto que repercuta favorablemente en la supervivencia del grupo. Comportamientos animales y humanos — sociales e individuales— son hereditarios y se ven afectados por la selección natural. Asume por tanto que los comportamientos en sí evolucionan de la misma manera que las características físicas.
Circulo vicioso del Hombre Malvado
Una vez establecido la condición natural de malvado del hombre, en el ámbito de la cultura, a mi entender, hay ingredientes que diferencian a estos hombres, que siendo de una misma composición no son iguales, pero remiten a lo mismo, y ésta diferencia se da en la educación, pero también en la instrucción, la primera dada en la familia y la segunda en la escuela, esto nos da dos tipos de hombres malvados, el instruido y el que no lo es.
El “Hombre Malvado Instruido” es malo en principio, para los demás. Por sus actitudes de dominio que ejerce sobre otros, sus tratos despectivos, en sus ansias de dominación y soberbia. De esta manera trata de marcar permanentemente la superioridad que le da la instrucción y el saber, por sobre el no instruido. Pero al final termina siendo malo para si mismo, por ganarse el desprecio de esos otros no instruidos.
En el caso del Hombre Malvado no instruido, es en principio malo para si mismo. Por no procurarse una vida mejor, arrojándose al conocimiento, a la educación, al saber que le permite liberarse de la opresión del instruido. De esa manera poder zafar de vivir una pésima vida creyendo que no es merecedor de otra. Y termina siendo malo para los demás, por que arremete contra el opresor, a veces de una forma violenta, por no encontrar una salida racional de su estado.
En El discurso de la Servidumbre Voluntaria E. de la Boétie. Dice que El siervo o esclavo se vuelve a su vez tirano de otros. Por lo tanto, son posiciones complementarias. Deleuze en sus clases sobre Spinoza afirma que un esclavo es un tirano en potencia. Están unidos por afectos similares.
Como vemos esto se termina convirtiendo en un “círculo vicioso” en el que todo vuelve a empezar.
Aristóteles diría a esto claramente, que lo que cambia es el accidente no la sustancia, el hombre es sustancialmente malvado y accidentalmente instruido o no.
El Hombre Malvado en la Historia
Nicolás Maquiavelo consideraba que el hombre es perverso por naturaleza y que se mueve entorno a intereses individuales en búsqueda de su propio bienestar. Su ambición lo lleva a cometer acciones de distinta índole, las cuales pueden acarrear consecuencias tanto favorables como desfavorables. Por lo tanto asegura que el hombre es egoísta, que solo piensa en el mismo. Ante esta concepción, dice que es necesaria una fuerza dominante que sea capaz de imponerse sobre el resto (la cultura).
<<Porque de los hombre puede decirse en general que son ingratos, volubles, simuladores y simulados, que huyen de los peligros y están ávidos de ganancias. >> Cáp. XVII de "El Príncipe"
<<Y cuando sin embargo necesitara derramar la sangre de alguien, debe hacerlo sólo en casos de justificación conveniente y causa manifiesta pero, ante todo, absteniéndose de los bienes ajenos, porque los hombres olvidan más rápido la muerte del padre que la pérdida del patrimonio. >> Cáp. XVII de "El Príncipe"
<<Todo ello nos hace decir que a los hombre hay que tratarlos bien o aplastarlos, porque ellos se vengan de las pequeñas ofensas, pero de las grandes no pueden vengarse. >> Cáp. III de "El Príncipe"
Podríamos agregar que el hombre simula lo que no es y disimula lo que en verdad es. Lo que dice Maquiavelo es que el hombre es malvado por naturaleza y solo se convierte en bueno por necesidad, esta necesidad esta dada en la cultura y no en la naturaleza. Acá nos queda claro que el Hombre Bueno o no Malvado es un intento de creación del propio hombre, que ha fracasado sistemáticamente a lo largo de la historia. Es por eso que el hombre actual se origina de estos opuestos (naturaleza – cultura), por un lado no acepta su condición natural y por el otro no logra imponerse en lo cultural, puede ser aquí en esta indefinición que es lo propio del hombre, en este ápeiron donde radica la tremenda angustia que caracteriza al hombre y no le permite ser plenamente feliz, que por otra parte es a lo único que puede aspirar.
Para Freud el hombre sería un ser instintivo, que solo puede ser civilizado bajo el efecto opresor de la sociedad. En ausencia de ésta, el hombre sería básicamente cruel, bien dispuesto a usar la fuerza y el poder en beneficio de sus deseos. Por eso Freud calificaría a la sociedad como represora, aunque aceptaría dicho rol como un mal necesario.
Hobbes, en cambio, sostiene que lo que de verdad mueve al hombre es su miedo y su egoísmo. El estado de la naturaleza —el mundo anterior a la organización social— es la “guerra de todos contra todos”. La vida en ese estado es solitaria, pobre, brutal y breve, y por tanto el hombre se ve obligado a utilizar la fuerza para garantizar su auto conservación. Pero la utilización de la fuerza se trata de una reacción originada en el miedo al otro y no una acción gratuita. Para alcanzar mayores cuotas de seguridad, cada hombre renuncia y transfiere su derecho a un poder que le garantice el estado de paz (la sociedad). Bajo la concepción de Hobbes, la sociedad no solo no es un elemento de represión, sino que se transforma en el elemento fundamental de nuestra libertad. La protección que ésta ofrece nos permite vencer nuestro miedo animal, dejar de lado el recelo y ser, en definitiva, más bondadosos.
"Pero ninguno de nosotros acusa por ello a la naturaleza del hombre. Los deseos, y otras pasiones del hombre, no son en sí mismos pecado. No lo son tampoco las acciones que proceden de estas pasiones, hasta que conocen una ley que las prohíbe.
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