El Metaverso la Ética y el Ser

El Metaverso la Ética y el Ser

Colegio Campestre Anglo Hispano

04/10/2022

Sofía Uribe Martínez

El Metaverso (espacio que combina la realidad aumentada y la realidad virtual) ha llamado la atención de las empresas tecnológicas más grandes y exitosas del mundo, como Facebook, Apple y Microsoft, argumentado que este espacio virtual revolucionará la manera en la que vivimos, además de que traerá consigo beneficios y mejoras a problemas actuales para todos por igual; pero al adentrarse más en el tema encontramos riesgos y amenazas que contradicen este discurso.

Antes que nada el concepto de Metaverso no es algo nuevo, fue utilizado por primera vez en la novela de ciencia ficción “Snow Crash”, junto al término de avatar. Pero, ¿qué es el Metaverso? Esencialmente es un mundo virtual, con la particularidad de ser 100% inmersivo, que pretende ser una “segunda realidad” en donde se hacen actividades del día a día desde la casa, y para el cual se requiere de cascos de realidad virtual y conexiones de alta velocidad, que aún no están disponibles para la mayoría de la población.

A pesar de que aún está en proceso de desarrollo y se pronostica que entre en operación dentro de unos 10-15 años; ya se pueden vislumbrar las problemáticas que esta nueva tecnología nos traerá.

Para empezar el mayor entusiasta es Mark Zuckerberg (CEO de Meta), quien es el propietario de las redes sociales más usadas en la actualidad, con mayor cantidad de usuarios y rodeadas de polémicas relacionadas con el manejo poco ético que le dan a los datos privados de los usuarios. Esto da un abrebocas de lo que se viene, teniendo en cuenta que por ejemplo Facebook nunca se ha caracterizado por priorizar o velar por el bienestar de sus usuarios, al contrario siempre se han destacado por anteponer el beneficio económico, el ejemplo más famoso en el que se evidencia esto es el documental de Netflix “El dilema de las redes sociales”.

Y de hecho es justamente por toda esta polémica que Mark se ha enfocado tanto en el Metaverso, para desviar la atención de las personas sobre estas problemáticas.

El riesgo más evidente es el de la ciberseguridad, el cual se ve y experimenta en las redes sociales, y se agravará en el Metaverso, pero para este artículo nos enfocaremos en las reflexiones éticas y filosóficas de este.

Los avatares que parecen un usuario común y corriente pero que en realidad son inteligencia artificial contratada por empresas serán muy comunes, los utilizarán para vender más productos, o incluso algo mucho peor y más peligroso: influenciar políticamente. En este caso, ¿cómo podríamos confiar en la democracia? Si no podemos estar seguros de que algún partido político, o empresa utilizó estos avatares de inteligencia artificial para ganar más votos, algo parecido a la polémica que hubo con Donald Trump en las elecciones del 2016 y Twitter.

Un engaño de otro tipo del que seremos testigos o incluso victimas será el de la propia realidad.

Llegará un punto en el que la línea que divide realidad de la fantasía se desvanezca por completo; Descartes planteaba: “el posible carácter ilusorio de la realidad basado en el hecho de distinguir con absoluta certeza un sueño de una realidad” y en el caso de este contexto no se distinguirá la realidad física de la virtual, llegando al punto de que ambas se fusionen, o simplemente al de preferir la realidad que se construye en este Metaverso. Incluso se podría comparar con las personas que escapan de su realidad por medio de los videojuegos, y yendo más allá, las drogas y el alcohol.

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