El Pais De Uno
darinkasierra17 de Agosto de 2014
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El mexicano puede doblarse, humillarse, "agacharse" pero no "rajarse", esto es, permitir que el mundo exterior penetre en su intimidad. Octavio paz
Estamos en una época en donde han salido muchos libros donde nos preguntan ¿Qué es esto de ser mexicano? Denisse Dresser recientemente público un libro llamado el país de uno, publicado en el año 2013, donde justamente trata de hacer un diagnóstico para saber dónde están los problemas, donde invita a la ciudadanía a actuar sobre, por qué se nos da el conformismo, porque tenemos algo de adicción al fracaso, porque somos naranjas que se dejan exprimir por monopolios privados y públicos. Que al final le dice al pueblo mexicano que tenemos lo que tenemos por culpa de los mexicanos y, va documentando como un grupo de poder ha capturado privilegios sentenciándonos a nosotros los mexicanos.
Sin embargo la pseudoescritora Denisse Dresser se muestra dando por hecho algo en nombre de todos los mexicanos, afirmando haber escrito un libro que “le abrirá los ojos a los mexicanos”. El país de uno, reflexiones para entender y cambiar México, tristemente ella cree tener el poder de iluminarnos con su conocimiento abrirnos los ojos e invitarnos a hacer un cambio. Denisse Dresser escritora, critica a Andres Manuel Lopez Obrador, diciendo que sus propuestas son muy buenas pero no da soluciones, considero que la escritora ha caído en el mismo abismo donde conferencia tras conferencia artículo tras articulo nos dice de la problemática en México y no nos ofrece soluciones, donde no nos dice nada que no sepamos.
es comprensible que cuando vemos a nuestro país mal, “los intelectuales” nos den soluciones de como erradicar o atacar el problema que tanto lamenta nuestro Mexico. El problema es que muchos de ellos, más allá de sus buenos deseos, se convierten en un detonante que ataca con la paz y, alimentan la frustración e impotencia del pueblo. El libro de Denise Dresser es una obra imprecisa que gasta mucha tinta, cantinflea, pero no nos dicen nada.
Un libro donde solo marca todas las desgracias de México, las problemáticas subjetivas de este, como la apatía, conformismo, desinterés, o simplemente utilizando sustantivos que generalizan a toda la población. Decir por ejemplo, “Los mexicanos estamos mal porque no hemos hecho las tareas que exige la modernización” ahí no se culpa a nadie, pues cuando todos somos responsables, nadie lo es, todo queda en el aire.
El resumen de toda esta literatura puede resumirse en la siguiente frase: México es un desastre, permanece atrasado, sigue inmerso en la corrupción y la impunidad, con enormes rezagos sociales y económicos, con una democracia hecha trizas, huérfano de un verdadero Estado de derecho, con un Estado rebasado por los poderes fácticos, inmerso en la violencia y la inseguridad. Y si esto es así es porque los mexicanos lo hemos tolerado. Nuestros males, son el espejo de una sociedad instalada en la “permisividad y la dejadez.” Obviamente, el argumento tiene fuerza y eficacia, pues nadie pondría en duda que nuestras desgracias son ante todo nuestras y de nadie más, o sea de una sociedad mexicana supuestamente disfuncional que arrastra falsas creencias desde la creación de la Nación. Sin embargo, aunque es fácil caer en sus redes, no deja de ser una falacia bastante conveniente para sacar de foco los problemas y hacer que sean menos notorias las responsabilidades. Por eso, quizá los diagnósticos críticos que se hagan de la problemática actual del país en este libro es más o menos acertado, su punto de vista pero las conclusiones y las propuestas para enfrentarlos terminan siendo neutrales frías y sin soluciones.
El diagnóstico de Dennise Dresser, resulta ser sobre lo peor de México, y ofertando sugerencias para salir del mismo.
Desde el Prólogo se anuncia el camino determinado que tomara el libro: “El pesimismo, el fracaso, el desencanto y el silencio infectan a México”. Por eso es “Imperativo que los mexicanos evalúen a su país y a sí mismos con más honestidad. Sin las restricciones de los mitos, los intereses y los lugares comunes que buscan minimizar los problemas. En México mostramos una peligrosa inclinación por ordenar superficialmente la realidad en vez de buscar su transformación profunda. Somos una nación que no logra encarar sus problemas con la suficiente franqueza”. Nada más y con tampoco sustento que recurrir hasta la reiteración al “nosotros”, a “los mexicanos”, a “la nación”, a “México” para construir un discurso que se pretende explicativo, pero que no logra desmarcarse en absoluto de los discursos políticos que Dresser tanto crítica. Si el recurso a la idea abstracta y genérica de la nación por parte de un político es demagogia, en un académico es insensatez.
Como según Dennise Dresser hemos sido.
“Hemos creado un país estancado, un país atorado, un país con petróleo pero con ciudadanos no participativos, un país de empleados en vez de emprendedores”
Con mucho respeto considero, que una persona que no conoce a su país sería capaz de hablar de ella de esa misma forma.
El mexicano puede doblarse, humillarse, "agacharse" pero no "rajarse", esto es, permitir que el mundo exterior penetre en su intimidad. Octavio paz.
No somos “ciudadanos vasija” en este capítulo solo degrada al mexicano, El problema es que muchos de estos pseudointelectuales llegan a ser tan persuasivos, sobre todo cuando gozan de fama mediática, que siempre hay incautos que compran sus argumentos sin decir nada, y hasta terminan concibiéndose a sí mismos como parte del problema que aqueja a la nación. Pero la realidad es muy distinta. Si México ha conquistado en tiempos recientes avances democráticos se debe única y exclusivamente a la propia sociedad, si México dejó atrás setenta años de dictadura perfecta fue gracias a sus ciudadanos, si hoy tenemos más derechos y garantías que antes es porque los ciudadanos decidimos luchar por ellos. En México, los ciudadanos hemos tenido que abrirnos paso en nuestras aspiraciones y reivindicaciones con todo en contra, con una elite política corrupta e ineficaz, con poderes fácticos que rebasan al Estado, con elites políticas e intelectuales que nos siguen “invisibilizando”… Y no se trata de anteponer un discurso idealista de la sociedad frente a la presunta maldad del Estado, Quien no entiende que debajo de esa aparente apatía y conformismo de un pueblo masacrado y doblegado perennemente existe un hambre de justicia, paz y prosperidad, no entiende nada. Quien no entiende que los mexicanos hemos tenido que abrirnos paso trabajosamente con todo en contra, sometidos por siglos de privilegios, oligarquías, castas, partidocracias, populismos, dictaduras… y que aun así no nos han doblegado.no comprende mexico Quien no entiende que las conquistas, grandes o pequeñas, alcanzadas en México han sido exclusivamente conquistas de una sociedad avasallada pero también inconforme. Quien no comprende que vivir en México, en un país secuestrado por un gremio político cínico y voraz, ocupado por poderes fácticos monopólicos, en un país sumido en la violencia, la inseguridad y el saqueo por parte de las élites, convierte a sus ciudadanos en auténticos héroes, héroes por vivir y trabajar honradamente, por migrar para mejorar sus condiciones de vida, por votar apostando por un futuro de paz y leyes
País petroidiotizado
No es secreto que el país es extremadamente rico en petróleo, que este está siendo mal utilizado y que las inversiones no son las adecuadas para el país, no creo que sea algo nuevo ni tampoco veo una propuesta de la escritora para solucionar el problema, podría ser que me falte algo más de cultura para poder entender porque se aqueja tanto Dresser, perteneciente a la elite política donde al fin de cuentas no hará nada más que escribir un libro, garantizar que algún día llegara un político integro que vera por el país y en automático cambiara la situación, otra vez Dennise Dresser nos muestra su falatica ilusión su subjetismo, y su carente argumentación al plantear problemas, creando así mas resentimiento social, México es un país capitalista innovador o como le podríamos llamar a la reforma energética,
El exportar los hidrocarburos para poder explotar mejor los recursos naturales es una muy buena estrategia, inversión privada se necesita, y podría ser que por personas que piensan como yo este el país mal, pero como critica Denisse Dresser a carlos Slim respecto a la iniciativa privada en Telmex y el robo nacional y sea como haya pasado en México muchas personas se beneficiaron ya que cuando eso paso Telmex estaba en quiebra y para poder adquirir una línea se tardaban años en dar el servicio.
En este caso con la iniciativa privada simplemente será para facilitar la explotación de hidrocarburos y el estado encargarse de distribuirlos. Se baja el costo de producción y se generan más empleos, aunque podría ser que este tema quede en tela de juicio los beneficios no los puedo afirmar ni tampoco denigrar, es muy ambiciosa la idea aunque el gobierno solo nos habla a medias tintas, o carece de estrategias, me suena mucho a la propuesta hecha por Vicente Fox afirmando un aeropuerto que este sería construido en 2 años, estrategas de muchos países no lo podían creer, y vinieron a ver como este iba a ser realizado, pero ni él ni su equipo sabían cómo hacerle, estamos en un país donde estamos estancados ya que este es el país de unos cuantos
El gobierno es ineficiente, pero los ciudadanos a pesar de ello seguimos luchando no nos derrumbamos los mexicanos somos grandes, grandes pensadores.
País mal educado
País? Ósea que todos los mexicanos
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