El Problema De La Verdad

El problema de decir que algo es "verdad" se refiere a una serie de temas de los que la historia de la filosofía se ha ocupado en diferentes momentos. ¿Qué decimos cuando decimos que algo es "verdad"? ¿Cuáles son los criterios de la que podemos decir ellos? ¿Qué es la verdad? Es por eso que escribiré sobre la problemática de la verdad de la mano de la filosofía. Aventurarse en el eterno tema de la verdad parece riesgoso, pero considero un buen momento para hacerlo.

Con el término "verdad" podemos referirnos a una realidad o a una proposición y, así, hablamos de una verdad ontológica (de la realidad, del ser) o de una verdad lógica (del conocimiento, de la proposición mediante la que se expresa un juicio).En el primer caso decimos que una cosa es verdad, o verdadera, para indicar que no se trata de una ilusión, de una apariencia, siendo entonces la verdad idéntica a la realidad, a lo que las cosas son.

A partir de que la filosofía tratara la problemática de la verdad, el tema de la veracidad estaba ahora inevitablemente ligada a ella, para dicha pretensión podría estar sólo en términos de un fin: llegar a la verdad. Desde ese momento, la verdad ha estado presente en la filosofía teleológicamente y luego como problema fundamental. A lo largo de este ensayo hablaremos de la presencia histórica del problema de la verdad en la filosofía desde el punto de vista de diferentes filósofos.

Si analizamos la época de los presocráticos (Heráclito y Parménides) afirmaban que la filosofía era el único camino hacia la verdad. Para ambos, la verdad se da como desvelamiento del ser. Pero en este dilema de la verdad existen indubitablemente visiones opuestas de estos filósofos. Para Heráclito la verdad es un constante proceso hacia el ser, este, al ser cambiante, al devenir constantemente, implica el cambio en la cuestión de la verdad.

En cambio para Parménides plantea que la razón nos proporciona la verdad, mientras que las sensaciones que proceden de los sentidos no son sino apariencias. Además afirma que el ser es la vía de la verdad. La vía única es la de la verdad. El ser, al ser siempre estático, permanece por lo que la verdad es una sola es decir única.

Cambiando de filosofo, Platón, por ejemplo, consideraba que en la naturaleza del auténtico filósofo debía existir una tendencia a perseguir la verdad por sobre cualquier otra cosa, y que, precisamente, esa tendencia lo diferenciaba del ignorante (o amante de la falsedad). Estuve averiguando y leyendo La República por internet, y Platón diserta acaloradamente sobre esto y sus palabras contienen la declaratoria de la filosofía como ciencia de la verdad:

“Pero ¿no nos defenderemos cumplidamente alegando que el verdadero amante del conocimiento está naturalmente dotado para luchar en persecución del ser, y

...