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El Sentido De La Vida

mfeer1026 de Enero de 2013

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OBJETIVOS

General:

Explicar en qué consiste el Sentido de la Vida para el hombre.

Específicos:

• Informar que es el sentido de la vida y en que se relaciona.

• Reconocer que la Felicidad es el fin máximo que da el sentido de la vida.

CAPITULO I

CAPITULO I

EL SENTIDO DE LA VIDA

1.1. El sentido de la vida

Según Chaunu, P. (1987) Precisamente porque la vida tiene un sentido es por lo que no se puede pensar en recorrerla de otra manera. Pero el sentido de mi vida yo no la separo del sentido de la vida.

Una de las cosas que más motivan en la vida es darle un sentido, es verdad que nuestra vida ya tiene un sentido, pero corresponde encontrar un sentido individual.

Es aquel sentido de vida que llevamos, en la cual nosotros podemos desarrollar nuestro propio sentido de vida.

1.2. ¿Qué es eso del sentido de la vida?

Según Trossero, René. (2003) El sentido de la vida se vive muchas veces como una vivencia afectiva, que se siente, más allá de lo que se piense; esto no excluye lo razonable, lo juicioso, lo cuerdo.

Las personas dan muchas respuestas erróneas a la pregunta sobre el sentido de la vida, el suicidio es la respuesta desesperada; el alcohol y las drogas son una fuga.

La respuesta verdadera consiste en tratar de ser plenamente la persona que somos, el sentido inmediato de la vida consiste en alcanzar la alegría que todos buscamos y la logramos conviviendo con el otro y para el otro, esta convivencia es la fuente de la alegría que busca el corazón humano

1.3. ¿Tiene sentido la vida?

Según López, A. (2003) El sentido de vida brota a la creatividad, y los seres humanos solo somos creativos en cada situación concreta. Alguien sufre un accidente, y tú te rebelas al ver su mutilación .Tu irritación te lleva a pensar que la vida carece sentido.

No pierdas el tiempo en hacer consideraciones generales sobre la vida. Ponte en ayuda a ese ser menesteroso, y veras como vuestras vidas concretas se van llenando de sentido. En el encuentro, el sentido se hace palpable, denso, sugerente, reconfortante.

Para captar el sentido, más allá del significado, hay que ampliar el horizonte vital, es decir, los criterios de interpretación de la vida, las pautas de conducta, las perspectivas desde las que podemos contemplar nuestra existencia y sus avatares. En definitiva, actitud virtuosa es la actitud solidaria en todas las vertientes de la vida. Según Bergson, la alegría anuncia siempre que la vida ha reportado una victoria. No hay triunfo mayor que crear formas levadas de unidad, porque en ellas reside el sentido más hondo de la vida.

1.4. Búsqueda del sentido de la vida

Según Chaunu, P. (1979) Un individuo no puede vivir y desarrollarse si no percibe un sentido de su vida; el hombre es simplemente un hombre más en la sociedad como la conciencia individual. Un individuo no puede vivir y desarrollarse más que si comunica un sentido a la vida en el grupo con el cual se identifica.

No se puede vivir sin relacionarse con una sociedad de semejantes. Estamos insertados dentro de un conjunto de grupos engranados, desde la célula familiar hasta la comunidad, incluso hasta una sociedad cósmica superior como la ciencia ficción, ello hace preciso percibir un sentido de la vida .La necesidad del sentido de la vida es la condición misma de existencia de una conciencia de sí. Me parece vano imaginar una vida consciente sin la percepción de un sentido en la vida. Se pueden dar muchos a la vida, lo esencial es reconocer en ella un sentido, tener siempre una dirección en todos los momentos del camino.

A veces la vida parece tan agitada que no nos da tiempo a pensar qué queremos realmente, o por qué, o cómo podemos conseguirlo. Pero hay que pararse a pensar, sin achacar a la complejidad de la vida como si fuéramos sus víctimas impotentes lo que muchas veces no es más que una turbia complicidad con la debilidad que hay en nosotros.

Somos cada uno de nosotros los más interesados en averiguar cuál es el grado de complicidad con todo lo inauténtico que pueda haber en nuestra vida. Si uno aprecia en sí mismo una cierta inconstancia vital, como si anduviera por la vida distraído de sí mismo, como desorientado, sin terminar de tomar las riendas de su existencia quizá por los problemas que pudiera suponer exigirse coherencia y autenticidad, parece claro que está en juego su acierto en el vivir y, como consecuencia, una buena parte de la felicidad de quienes le rodean.

Lo cierto, que la reflexión sobre la propia vida aleja al hombre de la visión superficial de las cosas y le hace recorrer su propio camino. La vida le presenta numerosos interrogantes, de los que normalmente sólo obtiene respuestas parciales e incompletas, pero con una reflexión frecuente puede lograr que la multitud de preocupaciones, afanes y aspiraciones de la vida diaria no desvíen su atención de lo realmente valioso.

1.5. El logro de la forma suprema de sentido

Según López, A. (2003) Si una persona amplia su horizonte humano en dirección al infinito, confiere un rango nuevo y superior al sentido de su vida .Esta experiencia excepcional la realizamos cuando respondemos activamente a la palabra que nos trae un mensaje de riqueza sobrehumana y fundamos una relación de encuentro con lo absoluto.

El que haya vivido esta experiencia al menos una vez en la vida será su existencia enriquecida con ese horizonte de sentido, que lo invitara constantemente a superar toda realización precaria de si mismo y llevar a pleno desarrollo su vocación y misión.

El encuentro con la forma de realidad absolutamente perfecta eleva al hombre a lo mejor de si mismo, al máximo despliegue de sus aspiraciones más nobles, y le produce sentimientos de entusiasmo y felicidad plena.

Responder activamente a toda invitación al encuentro que supone un gran valor porque hace posible la realización del ideal de la unidad para conferir el sentido pleno a la vida, a la propia, e incluso a la de otras personas. Ese paso se da en la experiencia de participación .Al participar, el hombre se trasciende a sí mismo y descubre que lo más profundo que hay en mi procede de mi. El hombre alcanza su sentido cabal (su planificación) cuando orienta su sentido en el sentido (en la dirección) que marca las condiciones de la actividad participativa.

Aprender a participar, en el pleno sentido de la palabra, es la meta de toda formación humana autentica. Al hombre no le viene dado de antemano el sentido de su propia existencia como un objeto que pueda ser poseído. Se le dan potencias para fundar relaciones que son otros tantos campos de juego en los que puede desarrollar su vida personal. El sentido constituye, así, para el hombre una meta y una tarea siempre renovada, un reto que lo insta a trascender en cada momento los hitos ya alcanzados.

1.6. El sentido de la vida y la libertad verdadera

Según López, A. (2003) Nuestra vida se desarrolla y adquiere, por ello, sentido cuando cumplimos el deber de elegir en virtud del ideal verdadero de nuestra existencia. Ese ideal viene dado según la investigación actual por la creación de formación de formas valiosas de unidad con las realidades.

Si ese deber que asumimos lo consideramos como algo impuesto desde el exterior, nuestra libertad interior es todavía incipiente: nos liberamos del apego a nuestras apetencias, pero permanecemos sumisos a una instancia externa y ajena. Más, cuando llegamos a amar ese ideal, lo interiorizamos de tal forma que lo sentimos como una exigencia interior. Con ello, nuestra elección a favor del ideal gana espontaneidad, y la libertad interior se hace perfecta. Tal presencia transfiere nuestro ser y actuar y los colma de sentido.

1.7. El sentido y la responsabilidad

Según López, A. (2003) El sentido de nuestra vida brota cuando somos responsables, en el doble sentido de que respondemos al valor. Esta recepción activa del valor es una actividad creativa. Y toda forma de creatividad es dual, implica al menos la colaboración de dos realidades. Por eso exige una actitud de apertura desinteresada.

Si quiero descubrir el sentido de mi existencia en un momento determinado, no debo preguntar qué partido le puedo sacar a la vida, sino que solicita de mí la vida en esa circunstancia. Si alguien espera algo de mí y yo satisfago sus deseos, mi vida se carga de sentido, ya que se ha movido en el plano de la creatividad y ha cumplido las leyes del crecimiento personal.

El que solo se preocupa de lo que puedan reportarle los seres del entorno, tiende a reducirlos a medios para sus fines. En consecuencia, vacía su vida de sentido, porque no funda encuentros ni crea nuevos ámbitos de vida; se reduce a manipular objetos. Sitúa su vida en un plano inferior al debido, se aleja de su verdad existencial, reduce su capacidad creadora.

El que confunde el amor personal con el mero erotismo corre peligro de reducir la otra persona a mera fuente de gratificaciones. Esta vida de relación interesada puede tener un significado intenso, incluso conmovedor, pero carece de sentido.

El

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