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El Verdadero Tonto


Enviado por   •  5 de Junio de 2013  •  830 Palabras (4 Páginas)  •  275 Visitas

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La fábula del tonto

Se cuenta que en una ciudad del interior un grupo de personas se divertían con el tonto del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños mandados y recibiendo limosnas.

Diariamente, algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 céntimos y otra de menos tamaño, pero de 1 euro. Él siempre tomaba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.

Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos, y éste le respondió:

--Lo sé, señor, no soy tan tonto..., vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el jueguecito se acaba y no voy a ganar más mi moneda.

Después de leer el artículo anterior, escribe un texto con el título de ¨El verdadero tonto¨

El verdadero tonto

El artículo me ha provocado un impactante choque como si un edificio alto fuera derrumbándose poco a poco en mi corazón. Las palabras del inocente hombre aún queda en mi mente como un eco, semejante al zumbido que quedan en la oreja los pasos de una tempestad. Lo que piensa el tonto es diametralmente opuesto a lo que piensa la gente. Siguiendo el hilo del escritor del artículo, es muy fácil llegar a la conclusión de que el verdadero tonto es ese grupo de personas.

Antes de manifestarse partidario de esa opinión con facilidad, se debe reflexionar sobre el motivo de la actuación de ambas partes, es decir, de ese grupo de personas y del inocente hombre. Esa gente está dispuesta a dar dinero al tonto con el fin de entretenerse con él, y el inocente hombre, a su vez, se deja burlar por la atracción del dinero. Dicho de otra manera, la demanda de ese grupo de personas es la consecución de un sentido de superioridad y cierta sensación de saciedad después de burlar al tonto, mientras que su oferta es el dinero. En cuanto al inocente hombre, su demanda es el dinero y su oferta es el sufrimiento de burlas. Existe un equilibrio entre la demanda y la oferta, de consecuencia, el juego no se acaba.

Ahora si tornamos la vista a la opinión de que el verdadero tonto es ese grupo de personas, podemos notar el error en ella. La gente no es tonta porque de verdad ha conseguido lo que quiere. El inocente hombre tampoco es inteligente porque ha pagado los precios dejándose burlar por la gente. Podemos decir que ese grupo de personas está consumiendo al tonto, el cual desempeña el papel de payaso. De hecho, en un juego como así, no hay el verdadero tonto. Ambas partes se han procurado lo que quieren y han perdido algo a la vez.

El juego en el artículo no es un juego de suma cero, por

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