El consumo en el ser humano

El consumo en el ser humano ha estado presente ya hace varios siglos, desde el nacimiento del trueque en donde antiguas civilizaciones comenzaron a comerciar y el consumo se realizaba por necesidad, hasta el día de hoy. El consumo desde su inicio ha sido fundamental para el ser humano, ya que es esencial para vivir, pero ha llegado a un punto en donde este sobrepasa la necesidad y se convierte en exceso; este se va extendiendo día tras día y aumentando generación en generación.

La gran línea que separa entre el consumo y el consumo excesivo es cuando este se convierte en una de las grandes pasiones de la vida, y es aquí donde surge el consumismo.

El consumo penetra en todos los estratos sociales.

La deuda permite que los sectores populares puedan consumir objetos que de otro modo no estarían a su alcance.

Sociedad para buscar la felicidad se aferra a los bienes materiales.

El consumo en la actual sociedad Chilena se instala como deseo y no como necesidad.

Se desarrolló una matriz cultural individualista – hedonista, basada en el neoliberalismo.

La cultura hedonista esclaviza a la persona por la fetichización de los objetos.

El capitalismo opera bajo la lógica de mayor ganancia, en donde el que tiene más consume más, no así del que necesita más. Este sistema social y económico necesita estimular el consumo en amplios sectores sociales a través de mecanismos, tales como el Desgaste y la Innovación.

Consumismo genera una cultura con deseos y sueños que al realizarse producen un goce instantáneo pero que compromete al futuro: INSTITUCIONES

La necesidad del capitalismo en instalar en las subjetividades el consumo como deseo es fundamental, y para ello se instalan en cada uno los impulsos voraces hacia el consumo, la actitud hedonista. Para ello se crean instituciones que permiten realizar estos impulsos, por ejemplo, las grandes tiendas, la propaganda, la televisión y su sentimentalización de la vida, la estetización de la pobreza y la presentación de un mundo colmado de seres ricos y hermosos , los sistemas crediticios y los malls, en donde este último es el santuario mayestático del consumo, que hace que ricos y pobres una familia bienvenida. “ Los objetos se insinúan, se ofrecen, parecen cobrar movimiento y vida”

Este sistema transforma el sentido del concepto trabajo, en donde la persona se desliga de los aspectos vocacionales o de realización, para pasar a ser un proveedor de dinero. Las personas se vuelven esclavas del trabajo y del dinero por el endeudamiento.

El consumo con deuda es una facilitación del consumo que han puesto en funcionamiento principalmente estas sociedades de capitalismo neoliberal. Permite instantaneidad

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