El objetivo de la felicidad

La felicidad es un tema que ha sido, desde que sabemos razonar, uno de los objetivos principales de la humanidad, anhelamos constantemente el bienestar. ¿Porque hacemos todo lo que hacemos? ¿que sentido tiene la vida sino es el buscar esa felicidad que tanto anhelamos? ¿que es la felicidad?. Hoy en día se nos impone el hecho de ser felices, y esta obligación parece estar presente en varios ámbitos como la publicidad, amistad, economía, política, familia, sexualidad. Al igual que Sara Ahmed, también pienso que la felicidad nos dicta la organización del mundo. La felicidad aparece como un imperativo y la sociedad determina que actos te hacen feliz.

En este ensayo he decidido analizar la felicidad de Aristóteles y Sara Ahmed, dando mi opinión sobre la felicidad actual y de como nuestro alrededor nos la impone. Según Aristóteles felicidad es un fin, da igual las circunstancias y diferencias de las personas, este tema esta presente en todo el mundo, todos intentamos actuar bien para conseguirla. Y según Ahmed es un terminio determinado, un concepto vacío, no sabemos que anhelamos.

“La felicidad es el significado y propósito de la vida” – Aristóteles1

En Aristóteles hay un fin que es buscado por todos llamado fin último que es la felicidad, es el objetivo final, todo lo que hacemos lo hacemos para sentirnos bien y llegar a esa fin.

La pregunta es que anhelamos, todos queremos alcanzar la felicidad pero no sabemos como, cada persona es diferente y cada una tiene un concepto distinto de lo que es la felicidad pero casi nadie sabe que quiere ni como conseguirla. Pero en toda acción y decisión es el fin el objetivo, con vistas al fin todos hacemos las cosas.

El bien es el que nos hace felices y cuando somos felices ganamos fuerzas para obrar bien, somos más productivos. Y el comportarse bien, es el comportarse como la sociedad espera que lo hagas, adecuarse a las normas, aunque no tengan sentido nos sentimos bien cuando nos adecuamos a ella y si no lo hacemos nos sentimos mal. Es decir que si cumplimos las reglas impuestas por la sociedad ,porque se supone que es para el bien común, nos sentimos bien y si no las cumplimos hay un castigo, y ese castigo, ya sea impuesto por la sociedad o el auto castigo del humano cuando siente hecho algo malo acabando por llegar a un mal estado, hace que veamos que debemos seguir las normas y sino lo hacemos nos sentimos mal por ello.

La felicidad la elegimos por ella misma y no por otra cosa, mientras que el placer, inteligencia, y virtud la deseamos por sí mismos y la deseamos a causa de la felicidad, ya que, pensamos que gracias a ellos seremos felices. Nadie busca la felicidad por estas cosas ni en general por ninguna otra. Es decir, que creemos que estos procedimientos de placer, saber y virtud es lo que nos acabara ayudando para llegar al objetivo que queremos que es el de la felicidad, ya que es todo lo que el humano anhela y por lo que lucha día a día, es la preocupación y la parte esencial que da fuerza a la humanidad para seguir existiendo.

“En este sentido todos buscamos alcanzar este fin para sentirnos llenos de alguna manera con nosotros mismos y satisfacernos para sentirnos felices, como lo plantea Aristóteles debemos vivir en comunidad, bien que la finalidad del estado es la vida feliz y digna de los ciudadanos, la política es la continuación y culminación de la ética y que permite satisfacer una necesidad entre muchas otras.”2

En el libro “La promesa de la felicidad” de Sarah Ahmed habla como la felicidad es también una obligación y que se caracteriza como el objeto del deseo humano, es una meta que da propósito, orden y sentido a nuestras vidas. A la autora le interesa cómo la felicidad aparece asociada a determinadas elecciones de vida.

Ahmed dice: “La felicidad dicta la organización del mundo”, y también dice que esta idea la debe a los estudios feministas, negros y queer. Estoy totalmente de acuerdo con que la felicidad organiza el mundo, un ejemplo seria como la sociedad ha utilizado este concepto de felicidad para hacer lo que les conviniera.

“La afirmación de que las mujeres son felices y que esta felicidad radica en el trabajo que hacen permite justificar una división del trabajo en función del género, no como un producto de la naturaleza, la ley o el deber, sino más bien como la expresión de un anhelo y deseo colectivo. ¿Qué mejor forma de justificar una distribución desigual del trabajo que afirmando que dicho trabajo hace felices a las personas que lo realizan?”3. En el tema de la “ama de casa feliz”, durante mucho tiempo los hombres y la iglesia metieron en la cabeza de las mujeres que para ser feliz ellas debían quedarse en casa con las tareas , cuidar al marido y los hijos, porque se suponía que así serían felices. Los medios de comunicación también usaban esto como beneficio propio, usando la imagen de ama de casa feliz limpiando y así vender sus productos y ayudar en el hecho de que limpiar y cuidar es lo que les hará ser felices. Actualmente esto ha cambiado gracias al movimiento feminista, pero actualmente siguen intentando beneficiarse con el deseo del ser feliz, por ejemplo el de la “mujer bella”, nos hacen mirarnos al espejo y pensar que tenemos imperfecciones y utilizan esto para vendernos cosas que nos harán ser “mas bonita”, nos hacen pensar que al ser bellas seremos felices y nos sentiremos bien con nosotras mismas y gracias a esto otro sector también se acaba beneficiando, el de la venta de libros de auto ayuda, psicólogos, etc .

Existen hoy muchos libros, cursos y terapeutas para aquellas personas que por culpa de la sociedad que baja la autoestima de las personas. Muchas personas no se sienten bien con ellas mismas y piensan que estos libros de auto ayuda les hará sentirse mejor y llegar a ser “felices”.

“Uno de los principales indicadores de felicidad es el matrimonio. La unión conyugal vendría a ser así “el mejor de los mundos posibles”, en la medida en que maximiza la felicidad.”4 Desde siempre el matrimonio es la idea de que si estas casado

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