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El valor de la vida y el miedo a la muerte


Enviado por   •  3 de Mayo de 2014  •  Ensayos  •  401 Palabras (2 Páginas)  •  293 Visitas

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FEDÓN

La convicción de Sócrates es que la esperanza de encontrar en una vida mejor que la nuestra dioses justicieros, buenos y amigos de los hombres, basta para incitar al sabio a sonreír ante la muerte. Pero ningún hombre debe adelantar el término natural de la vida, y el sabio menos que los demás, porque si existe una razón justa para no temer la muerte, hay dos para esperarla, empezando por el ánimo esforzado de que debe dar pruebas, soportando con paciencia los males de esta vida, en la que se cree guardando un puesto cuyo abandono representaría una cobardía; después por pensar que su persona y su destino pertenecen a los dioses, sus creadores y dueños, y que no perteneciéndose carece del derecho de disponer de sí mismo. Estas razones son las más poderosas que jamás se hayan invocado contra el suicidio, y no es poco honor para Platón el que en un problema tan importante y tan delicado su espiritualismo pagano nada tenga que envidiar a la moral cristiana y al espiritualismo moderno. ¡Y con qué fuerza pone de relieve la idea tan diferente que de la vida y la muerte se forman el filósofo y el hombre vulgar! Éste se aferra a la vida porque sólo le preocupan su cuerpo y los goces sensuales, no pensando siquiera en que tiene un alma. La muerte le aterra también porque al destruir su cuerpo le priva de cuanto le es caro. Pero ¿dónde están el valor de la vida y el horror a la muerte en quien no concede a su cuerpo la menor importancia? Tal es el filósofo que encuentra la felicidad en el pensamiento único que aspira a bienes invisibles como él mismo, inasequibles aquí abajo, y que gozoso ve llegar al muerte como el fin de período de prueba que le separa de estos bienes, a los que toda la vida dedicó sus meditaciones. Su vida, en realidad, no es más que una mediación de la muerte. Preguntad a Platón cuáles son esos bienes invisibles, y os dirá: «No hablo solamente de lo justo, de lo bueno y de lo bello, sino también de lo grande, de la salud, de la fuerza, en una palabra, de la esencia de todas las cosas, es decir, de lo que son ellas por sí mismas».Éste es el primer rasgo de la teoría de ideas cuyo objetivo va a acusarse muy pronto.

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