En qué consiste el fin último del hombre

1. ¿En qué consiste el fin último del hombre? Explicarlo bien.

Para Aristóteles, el fin último del hombre es la felicidad, esta es el bien al que todas las elecciones apuntan. Muchos suponen que vivir y obrar bien es un sinónimo de ser feliz, esta es la razón por la cual la esencia de la felicidad es vista de diferente manera por los doctos y por el vulgo.

En cuanto al hombre, por lo menos, reina acuerdo casi unánime, pues tanto la mayoría como los espíritus selectos llaman a ese bien la felicidad, y suponen que es lo mismo vivir bien y obrar bien que ser feliz. Pero la esencia de la felicidad es cuestión disputada, y no la explican del mismo modo el vulgo y los doctos. (Libro l, IV, p.5)

Los fines del hombre en sí parecen ser múltiples, y podemos llegar a escoger uno sobre otro dependiendo lo que se busca alcanzar, por esto es evidente que hay fines que no son finales, .pero el bien supremo debe ser algo final. Lo que el ser humano toma como fin último, siempre será el fin que es preferible en si más que cualquier otro fin; y éste parece ser por encima de todo, la felicidad.

La felicidad es aún más deseable que todos los bienes, y no está incluida en la numeración de éstos. Si lo estuviese, es claro que sería más deseable después de haber recibido la adición del menor de los bienes, ya que con lo añadido se producirá un excedente bien, y de dos bienes el mayor es siempre el más estimable. (Libro I, VII, p.11)

Aun así, parece una preorgullada decir que la felicidad es el bien supremo. Esto tal vez podría hacerse si el acto del hombre se pudiera captar. Ya que cada uno desempeña diferentes acciones, y en estas acciones que realizan ellos, se cree que residen el bien y la perfección. Entonces, esto también debe acontecer con el hombre en caso de existir algún acto que le sea propio. Además, sabemos que la felicidad se consigue en el vivir bien y obrar bien, ya que la felicidad es un tipo de vida dichosa y de buena conducta. Y aunque la felicidad sea algo que se pueda conseguir en la tierra, podemos decir que es algo divino, supremo y bienaventurado.

Parece, con todo, que aun admitiendo que no nos la envíen los dioses, sino que pueda adquirirse por la virtud, o por cierto estudio o ejercicio, la felicidad es una de las cosas más divinas, puesto que el premio y fin de la virtud es, con toda evidencia algo supremo y divino y bienaventurado. (Libro I, IX p.15)

Por lo tanto es mejor ser feliz de este modo que por obra del azar, y parece razonable decir que éste es el modo en el que se alcanza la felicidad, ya que las cosas naturales tienen una tendencia natural a estar dispuestas de la mejor manera posible.

2. ¿En qué medida el fin último es un bien perfecto?

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