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Ensayo Teoría de la Justicia


Enviado por   •  13 de Marzo de 2016  •  Ensayos  •  2.827 Palabras (12 Páginas)  •  279 Visitas

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Teoría de la Justicia

Para Aristóteles la justicia e injusticia puede entenderse en muchos sentidos, ya que debe ser estudiada bajo tres aspectos fundamentales: “A que acciones se aplican, que especie de medio es la justicia, y cuáles son los extremos entre los cuales lo justo es un medio laudable” (Aristóteles, trad. 1983, p. 169); es decir: diferenciar entre los actos justos que proceden de personas con esta cualidad y los que no; que tipos de justicia hay; y como esta cualidad se convierte en un medio admirable al que las personas aspiran.

Es claro para el autor que la justicia se trata principalmente de una cualidad moral, sin embargo, la define en relación con la ley al expresar que “Lo justo será lo que es conforme a la ley y a la igualdad, y lo injusto será lo ilegal y lo desigual” (Aristóteles, trad. 1983, p. 170); dejando claro que para él todas las cosas legales son justas al estar basadas en el bienestar común y al buscar el desarrollo de las virtudes del hombre y la inhibición de los vicios, orientando las diferentes acciones.

La justicia para Aristóteles no es una virtud individual, pues está definida en torno a la relación con terceros, siendo útil a los demás y no beneficiando únicamente al individuo que la posee; de hecho, aquel que es justo deja de lado su beneficio propio por hacer lo que es legalmente correcto, lo que implica la equidad e igualdad; de allí que se hable que “Todas las virtudes se encuentran en el seno de la justicia.” (Aristóteles, trad. 1983, p. 172). El que es justo posee la virtud absoluta y el que es injusto el vicio completo, pues la única diferencia entre la virtud absoluta y la justicia radica en la manera de ser, “En tanto que hace relación con en otro, es la justicia; en tanto que es tal hábito moral personal, es la virtud” (Aristóteles, trad. 1983, p. 172).

Ahora bien, además de la injusticia absoluta que correspondería a la violación de la ley, existen unas injusticias especiales que se cometen por algún vicio específico, es decir, acciones en las que el hombre falla  por incurrir en algún otro vicio: “Si un hombre comete adulterio, se atribuye su delito a relajación; si en una batalla abandona a sus compañeros, a cobardía” (Aristóteles, trad. 1983, p. 173); en cambio, cuando el hombre comete un delito sacando provecho para sí mismo y codiciando en su beneficio, se habla de la injusticia misma. Es por esto que se deben distinguir diferentes especies de justicia.

La primera especie de justicia es la justicia distributiva de los honores, en ella se especifican los principios que deben regular la distribución del honor y de la fortuna que pueden tener las personas de la comunidad, donde  la igualdad es la que determina la justicia al marcar la proporción entre la división de estos bien; es decir, “Lo justo debe acomodarse al mérito relativo de los contendientes” (Aristóteles, trad. 1983, p. 176); con esto se refiere a que ya que las personas no son iguales, no tienen por qué obtener partes iguales. Más la justicia siempre será proporcional, aunque esta proporcionalidad no sea continua, así “El que comete la injusticia se atribuye más que lo que debe tener, y el que la sufre recibe menos que lo que le corresponde.” (Aristóteles, trad. 1983, p. 177) .

La segunda especie de justicia es la que regula las relaciones civiles y de los contratos, en esta no importa la distinción o rango del hombre justo o injusto, sino que aplica simplemente la proporción aritmética, pues “La ley sólo mira a la naturaleza de los delitos y trata a las personas como completamente iguales.” (Aristóteles, trad.1983, p. 178). La justicia aquí consiste en igualar las acciones en las relaciones de dos personas, es decir, en castigar al que causó el daño y darle un provecho al que lo sufrió, buscando que cada persona tenga su misma parte antes y después.

Ahora bien, ya que es necesario hablar de igualdad para determinar la justicia, Aristóteles hace énfasis en la implementación de la moneda como una herramienta necesaria para darle un valor a las cosas y determinar la proporción entre un bien u otro; ya que “No hay verdadera reciprocidad sino cuando se han igualado las cosas de antemano” (Aristóteles, trad. 1983, p. 182). Es este mismo principio el que determina que no es posible aplicar la ley del Talión para ejercer la justicia, pues aquel que pretende aplicar la justicia de forma personal no podrá determinar la proporción en el castigo, ya que su juicio está juzgando de acuerdo a la justicia sufrida.

Es por esto que son las prescripciones legales las que se deben encargar de impartir la justicia, pues, aunque los actos pueden ser diversos, el principio general que siguen las leyes puede responder a los casos específicos. Sin embargo, es necesario hacer una diferencia entre lo ilegal y legalmente justo, pues para que un acto se considere justo no basta con pensarlo, sino que es necesaria su ejecución legal; mientras que la injusticia lo es en sí misma, sin haberla ejecutado.

Lo anterior permite que la intención pase a ser una característica importante al definir la justicia, ya que es necesario que se actúe de forma voluntaria cuando se comete un delito o se realiza un acto justo; así puede el hombre cometer acciones injustas sin ser injusto en sí, ya sea por error, por ignorancia o por accidente, sin ser consciente de que ocasionará un perjuicio. Este tipo de acciones pueden ser perdonadas, pero aquel que daña con intención, comete una falta imperdonable. Más siempre es más malo quien comete una injusticia que quien la padece, aunque el último sea quien sufra de un mal mayor.

Finalmente, Aristóteles es consciente de que la ley puede equivocarse al determinar lo justo, es por esto que hace referencia a lo equitativo como aquello que es también justo pero que es mejor al no basarse únicamente en la ley, pues comprende que las generalidades de la misma no responden en ocasiones a algunas acciones específicas, por lo que actúa de forma correcta de acuerdo a la libre elección de la razón y a su buena disposición moral.

Apreciación sobre la teoría de la Justicia

Es interesante la relación que realiza Aristóteles entre la ley y la justicia, pues éste considera que  la ley es la que guía los actos que corresponden a la práctica de las virtudes. Como la justicia es la máxima y la primera de las virtudes morales, es por tanto el cumplimiento de la ley.

Además es a través de esta virtud que se organiza, para el autor, la sociedad, pues la justicia distributiva es aquella que define la repartición de bienes, honor, dinero e incluso cargos públicos, de acuerdo a los méritos, dignidad y necesidades de cada sujeto; suponiendo así el funcionamiento político basada en las virtudes.

Entender la justicia bajo esta definición, es incompatible con la visión de política que se tiene en la actualidad y parece incluso una búsqueda utópica en una realidad donde las leyes se contradicen y no son justas en sí mismas, y donde los que legislan no lo hacen por ser superiores en virtudes a los demás hombres.

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