Ensayo de Paideia

Ensayo de Paideia

Werner Jaeger

Para poder entender la palabra griega paideia necesitamos emplear a la vez expresiones comúnmente usadas tales como: civilización, cultura, tradición, literatura y educación, estos términos por separado expresan solo un aspecto del concepto de paideia en general. Los antiguos tenían la seguridad de que la educación y la cultura no componían un arte formal; esos valores se formaban, según ellos, en la literatura, que es la expresión real de toda cultura superior.

La paideia griega en la historia: pone en importancia el humanismo de los primeros tiempos. Es insistente en aquellos aspectos de la civilización griega primitiva que tienen importancia primordial para la comprensión del estudio final de los problemas de cultura y educación durante el siglo platónico.

La educación es el principio mediante el cual la comunidad humana conserva y transmite sus características físicas y espirituales. El hombre solo puede propagar y conservar su forma de existencia social y espiritual mediante la voluntad consciente y la razón.

La naturaleza corporal del hombre y sus cualidades pueden cambiar mediante una educación consiente y elevar sus capacidades a un rango superior; pero el espíritu humano lleva progresivamente al descubrimiento de sí mismo, crea, mediante el conocimiento del mundo exterior e interior, formas mejores de la existencia humana.

La educación no es una propiedad individual, sino que pertenece, por su esencia, a la comunidad. El carácter de la comunidad se graba en sus miembros individuales y es, en una medida muy superior que en los animales. La fuente de toda sociedad descansa en las leyes y normas escritas o no escritas que la unen y ligan a sus miembros, así toda educación es producto de la conciencia viva de una norma que rige una comunidad humana. A la estabilidad de las normas validas corresponde la solidez de los fundamentos de la educación; de la disolución o destrucción de las normas resulta la debilidad, la falta de seguridad y la impotencia absoluta de toda acción educadora.

Grecia representa, frente a los grandes pueblos de Oriente, un progreso fundamental en todo cuando se hace referencia a la vida de los hombres en la comunidad. Por muy alto que estimemos las realizaciones artísticas, religiosas y políticas de los pueblos anteriores, la historia de aquello que denominamos cultura, no comienza antes de los griegos.

Nuestra historia comienza con la aparición de los griegos; Grecia es nuestra fuente espiritual y por ello, en el curso de nuestra historia, volvemos constantemente a ella. El fundamento de nuestro retorno se halla en nuestras propias necesidades vitales.

En forma de paideia, de cultura, consideraron los griegos la totalidad de su obra creadora en relación con otros pueblos de la antigüedad de los cuales fueron herederos. Sin la idea griega de la cultura no hubiera existido la antigüedad como unidad histórica ni el mundo de la cultura occidental. Estamos acostumbrados a usar la palabra cultura, no en el sentido de un ideal relacionado a la humanidad heredada por Grecia, sino en un sentido mucho más trivial. Entendemos por cultura la totalidad de manifestaciones y formas de vida que caracterizan un pueblo.

La importancia universal de los griegos como educadores deriva de su concepción de la posición del individuo en la sociedad. Concebían al ser como una estructura natural, madura, original y orgánica. La espontanea vivacidad, la ágil movilidad e íntima libertad, que parecen haber sido las condiciones para el rápido desenvolvimiento de aquel pueblo en una riqueza inmensa, no tienen su raíz en el cultivo de la subjetividad, sino que pertenecen a su naturaleza. Y cuando alcanza conciencia de sí mismo, llega por el camino del espíritu a descubrir las leyes y normas objetivas cuyo conocimiento ofrece al pensamiento y a la acción una seguridad antes desconocida.

El concepto de naturaleza tiene evidentemente su origen en su constitución espiritual, consideraron ya las cosas del mundo desde una perspectiva en la que ninguna de ellas les pereció como una parte separada y aislada del resto, sino siempre como un todo ordenado en una conexión viva, en la cual y por la cual cada cosa alcanzaba su posición y su sentido.

Las formas literarias de los griegos, con su variedad y elaborada estructura surgen organizadamente de las formas naturales e ingenuas mediante las cuales el hombre expresa su vida y se eleva a la esfera ideal del arte y el estilo. En el arte oratorio su aptitud para dar forma a un plan complejo y articulado, procede del natural y maduro sentido de las leyes que gobiernan el sentimiento, el pensamiento y el lenguaje, el cual lleva finalmente a la creación abstracta y técnica de la lógica, la gramática y la retórica.

La creación maravillosa del espíritu griego es la filosofía; en ella se despliega de la manera más evidente la fuerza que se halla en la raíz del pensamiento y del arte griegos, la clara percepción del orden permanente que se halla en el fondo de todos de los sucesos y cambios de la naturaleza y de las vidas humanas.

Los griegos buscaron la ley que actúa en las cosas mismas y trataron de regir cor ella la vida y el pensamiento del hombre. El pueblo griego es un pueblo filosofo por

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