Ensayo

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Introducción

Unas de las grandes disyuntivas que tenemos presente en la sociedad es definir las limitaciones morales del mercado. Esto debido a que cada vez el mercado se encuentra presente en circunstancias cotidianas de la vida de las cuales no debería ser participe, influenciando en la toma de ciertas decisiones dado que el dinero actúa como incentivo en estas.

En Chile se dan varias situaciones donde el dinero es factor en el accionar de ciertas instituciones en distintas áreas, por ejemplo, la que se desarrollará en este ensayo, la salud.

El objetivo general será identificar situaciones en Chile en las que el mercado se encuentra presente, influenciando fuertemente en el actuar de las personas y sus decisiones.

El objetivo específico será trabajar el objetivo general pero contextualizado en un área específica, el sistema de salud chileno.

En el sistema chileno se tiene por un lado la salud pública y por otro la salud privada. Ambas responden, en cierta forma, las necesidades de los usuarios, el sistema funciona relativamente bien y se han resuelto problemas sanitarios que fueron prioridad en décadas anteriores. Aunque se han dado hechos en los cuales se critica la atención, rapidez y nivel de profesionalismo en el sector de la salud púbica; gente que ha muerto en las salas de espera debido a la lentitud de atención y disponibilidad de doctores, negligencia médica, entre otros.

En un país en vías de desarrollo no debería existir mayor diferencia entre el servicio entregado en hospitales públicos con los de las clínicas privadas, dado que no se debería privar a la gente de tener acceso a salud de calidad por no tener recursos para pagar una clínica privada.

Desarrollo

Entre las fuentes que se rescatan para ejemplificar el contraste de esta situación se encuentra el capítulo “La medicina con fines de lucro y el motor de la compasión” del libro “La moralidad del capitalismo” de Tom Palmer. En este capítulo el autor relata su experiencia contrastando su visita a un hospital con fines de lucro y uno sin fines de lucro. En el hospital con fines de lucro Palmer comenta que fue una experiencia bien grata, la atención era muy buena y la disponibilidad de doctores además la rapidez de atención era satisfactorias, todo por un tema de incentivo monetario que a fin de cuentas conduce el acto de los empleados del hospital. En cambio en el hospital sin fines de lucro, el gran problema que Palmer tuvo fue la disponibilidad para ser atendido además de la deficiente atención que le tocó presenciar de parte de las enfermeras con algunos pacientes. (Palmer, Tom G. 2013. La moralidad del capitalismo. En La medicina con fines de lucro y el motor de la compasión (77-88)).

Si bien, tiene un grado de subjetividad lo que Palmer escribe en este capítulo, es un hecho real perceptible para la gente. No se debería privar a la gente de la salud, ni deberían recibir un trato distinto en hospitales públicos ni en clínicas privadas, es más, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el Artículo 25 de la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” declara que toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure salud, bienestar y la asistencia médica necesarios en instancias de empleo y desempleo. Es decir, salud de igual nivel para todas las personas.

La situación actual, de cierta forma, no respeta nuestros derechos como persona, justificado con los recursos que se requieren para asegurar salud de calidad para todos, entre estos el dinero principalmente, que talvez por desgracia es demasiado necesario y se depende mucho de él, de tal forma que se convierte en un incentivo para llegar a atender a alguien en un hospital o si quiera salvar su vida. En estas circunstancias se cuestionan los límites morales del capitalismo, se corrompe la vida de la gente, se compara colocan en una balanza los recursos (dinero)  por un lado y las vidas por el otro.

Otro argumento clave para contextualizar el caso de Chile, es el acceso que tiene la gente a salud de calidad. Según el Boletín estadístico de FONASA, entre el año 2013 y 2014, 17.819.054 de personas estaban afiliadas al servicio de prevención FONASA a nivel nacional. Por otro lado, hasta el 2015, 1.902.448 personas se encontraban afiliadas a ISAPRES (sistemas privado de salud chileno).

El gasto para el sector público ha ido en ascenso, pero sigue siendo bajo. En el 2014, el gasto en sector público de la salud fue de $6.962.677 millones de pesos chilenos, es decir, aproximadamente $3.500 pesos chilenos por afiliado al servicio de prevención FONASA. Se busca un mayor gasto para el sector público para poder asegurar mejores asistencias médicas al sector público de salud.

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