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Eutanasia


Enviado por   •  13 de Febrero de 2014  •  2.306 Palabras (10 Páginas)  •  205 Visitas

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Universidad Nacional Autónoma de México

Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia

La eutanasia como debate filosófico

Alumno: Valdez Avendaño Noé

Materia: Filosofía y enfermería

Profesora: Sofía Rodríguez Jiménez

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Introducción

En la vida simple hay un inicio y un fin, en esencia de una manera fácil de entender nacemos y morimos nadie decidió nacer pero ya al desarrollarnos en el camino de la vida se va adquiriendo con diferentes facultades llámese conciencia, ética, moral, etcétera para comprender y manipular al mundo a nuestro favor pero ya al momento de partir no se está preparado y he aquí el mayor problema aún si es con la vida misma y mayormente con la de un ser querido en este caso con la muerte inducida que es la eutanasia a causa de diferentes factores de salud principalmente.

Desarrollo

Según la etimología de la palabra eutanasia: eu (bueno) y thanatos (muerte), ésta significa buena muerte una muerte digna, pues permite la muerte, en una serie de casos que luego vamos a ver, sin sufrimiento y dolor.

El problema surge, dentro de nuestro contexto social, cuando este tipo de prácticas involucran el rol de médico, enfermera(o), esto es, una disciplina tecnificada, y sus correspondientes implicaciones éticas, y la aceptación civil de dicho procedimiento en una sociedad tan religiosa como la nuestra. Pero, ¿realmente qué es la eutanasia para que cause tanto debate? A primera vista, es la difícil situación de proporcionar la potestad a algún individuo de quitar la vida de alguien.

Uno de los casos más particulares en el uso de la eutanasia, de manera deliberada y premeditada, es en el caso de los pacientes desahuciados a causa de una enfermedad terminal.

En dichos casos, el paciente tiene la libertad de un “suicido medicamente asistido” y digno, pues, al no tener más esperanzas de vida, considera que no tiene sentido prolongar una vida en la cual se sufrirá y lamentará mucho.

Tal vez, un enfermo de cáncer que esté sufriendo mucho por las altas dosis de quimioterapia o medicamentos considere quitarse la vida para dejar de sufrir; por ello, el Estado de derecho deberá respetar su decisión, apoyándola jurídicamente. No obstante, no estoy a favor de la eutanasia en todos los casos de paciente desahuciados, pues, cada individuo, y lo repito, tiene la libertad de ejercer sobre su propia vida cualquier acto.

Un ejemplo de ello puede ser que un individuo con fuertes compromisos religiosos no considere quitarse la vida y se aferre a un posible milagro o salvación divina. Esto, y cualquier otra clase de expectativas, son respetadas. Así pues, lo que yo quiero sostener es que aquellas personas que sí consideran la eutanasia como un camino para dejar de sufrir, deben ser tenidas en cuenta, independientemente, de cualquier prejuicio ético o religioso.

Y el problema no solo radica en el médico o paciente sino también los familiares y hasta los intereses económicos donde queda solo en papel, al aire la humanidad, el compromiso que juraron los médicos y los enfermeros; y aun sea por voluntad propia del paciente al decidir dejar de existir o por personas terceras familiares, médicos por que el paciente no está en la condición mental para decidir por su futuro en ambos caso son grandes conflictos tanto personales (decisión del paciente) y éticos en el caso de las terceras personas.

En el caso del paciente no es fácil decir “doctor ayúdeme a morir” aún más si se le agrega a la condición por la que está pasando el paciente en esos momento de dolor, angustia, tristeza y otras cosas que se van agregando a la familia; regresando a la premisa nadie decidió nacer, entonces porque al morir se crea ese miedo a dejar de existir para la razón más consciente es fuimos educados a morir sino a vivir y el problema radica que no existe un equilibrio y así es con todo en la vida siempre a los opuestos sea el bien o mal.

Y no es posible que en nuestra consciencia no se pueda vivir con un equilibrio pero el cuerpo siempre busca esa homeostasis para realizar las actividades cotidianas desde respirar hasta comer.

La muerte no dice cuándo, ni dónde, ni cómo hoy se está con salud mañana no se sabe o simplemente al rato no se sabe si todavía lo se va a respirar es como dormir nadie sabe si mañana se va despertar, pero se acuerda de los pendientes que dejo para el siguiente día es más hasta lo proyectos de largo o medio plazo.

Y al pensar que si mañana todavía va a poder abrir los ojos nadie se acuerda ya hasta el lecho del dolor y ya es difícil tratar de prepararse en esos instantes; y se tiene que aprender de la peor forma muchos casos influye la educación de la familia la forma de percibir el mundo y si se le agrega una creencia religiosa, una cultura acerca de la muerte; regresando a que se aprende la forma cruel de mirar a la muerte depende a que edad se encuentra el ser humano en relación al fin de una viva no es lo mismo la vida de una mascota a la de un familiar (aunque las dos son vivas deben valer lo mismo) pero no se le da la misma propiedad de amor hacia un animal que a una persona.

Y en esencia no es el miedo a morir sino a perder a ese ser querido viéndolo de diferentes ángulos del suceso tanto la persona que se va como las que se quedan.

¿Se practica la eutanasia en México?

Para responder a la pregunta se tendría que realizar una encuesta en el sector salud y aplicarla a médicos, enfermeros y administradores de hospitales, tanto públicos como privados; pero el problema es que si se practica es por debajo del agua no existe una ley tal que se sustente este acto.

Desafortunadamente, en México, cuando alguien promueve el ejercicio de un derecho, siempre habrá otro que se oponga a ello. La justificación más frecuente es que con el tiempo se hará obligatorio o que se abusará en su ejercicio. Solo existe la ley del buen morir pero nada más se ejerce en la Ciudad de México.

Punto de vista de la medicina

Desde el punto de vista médico es imperativo cubrirle al moribundo o enfermo terminal las necesidades vitales elementales, como tratamientos analgésicos y de sedación (Casanova, 2007).

El artículo 28.2 del Código Internacional de Ética Médica establece que en caso de enfermedad incurable y terminal el médico debe limitarse a aliviar los dolores físicos y morales

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