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¿Existe relación entre disciplina e inteligencia emocional?


Enviado por   •  31 de Mayo de 2016  •  Ensayos  •  2.403 Palabras (10 Páginas)  •  291 Visitas

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¿Existe relación entre disciplina e inteligencia emocional?

Mauricio Salazar Sandoval.

Eliecer Paillahueque.

Asistentes Sociales.

     Muchas veces cuando hablamos de inteligencia, la asociamos a logros, perspectivas, estudio, quien sabe más o es capaz de resolver más o de inventar más, también la asociamos como sinónimo de ingenio, capacidad para sobrevivir etc. En nuestra búsqueda, nos interesa encontrar de qué manera, las características de la inteligencia, confluyen con la disciplina. Según la clásica definición, de inteligencia “es la facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad,” (R.A.E, 2015).

     De esta definición, se concluye, que inteligencia es la fuerza mental, que permite comprender, el medio, la realidad, tomar decisiones, ejercer acciones y construir discursos, dándonos movilidad como seres humanos. Por otro lado, el ingenio, se distingue como, la capacidad que tiene una persona de imaginar o crear cosas útiles combinando la inteligencia, habilidad, los conocimientos que posee y los medios técnicos que dispone. A partir de esta definición podríamos deducir que, el ingenio es un elemento, más de la inteligencia, que permite generar respuestas bajo presión, en situaciones de dificultad, o bien la posibilidad, de salir de manera rápida y discreta de situaciones incomodas.

     Ahora bien, lo que nos convoca en este escrito, es indagar, en qué medida se relaciona la inteligencia y la disciplina, dicho así conviene analizar este último concepto, el cual la Real Academia Española, lo define como: “El Conjunto de reglas o normas cuyo cumplimiento de manera constante conducen a cierto resultado”.  De lo expuesto, notamos como algo normativo de la vida misma, asumiendo lo valorativo y lo coercitivo, nos conduciría directamente al éxito, al cumplimiento de metas y objetivos, lograr sentirse realizado en la vida. Pero también lo podríamos asociar, al mantenimiento del orden individual y público, por ejemplo, si cumplo todas las normas de conducir, me evito de partes policiales, de este modo desembolsar muchas, cantidades de dinero, permitiéndome mantener una vida holgada, sin preocupaciones adicionales.

     Otra definición de esta misma academia nos indica, “que son un conjunto de reglas de comportamiento para mantener el orden y la subordinación entre los miembros de un cuerpo o una colectividad en una profesión o en una determinada colectividad”. Vemos de este modo, como el concepto de disciplina es categorizado, para el correcto funcionamiento del orden social, manteniendo el funcionamiento de comunidades, organizaciones, empresas, iglesias y cualquier otra colectividad para que logre sus objetivos, imperando a través de la disciplina individual, un cumplimiento de metas colectivas, más que individuales, y que en algunos casos son contradictorios a los objetivos personales, como por ejemplo las ganancias de una empresa como resultado, de la disciplina de los trabajadores, se contrapone, con sus objetivos de estos, que solo deben laborar por necesidad, recibiendo los logros, los dueños de la empresa.

     El colombiano, mexicano “Yokoy Kenji”, en una charla denominada, “Mitos y verdades, Japón Colombia”, compara, la cultura y tradiciones, japonesas, versus la cultura colombiana, la que fácilmente, podríamos asociarla a la forma de vida, latino americano en general. Él expositor compara, materias de riqueza, carácter, ingenio, honradez e integridad, entre otros, llegando a la conclusión, que el gran éxito del país japonés se debe, al grado de disciplina que los ciudadanos de este país por herencia, manifiestan a diario, lo que ha llevado a buen estado de calidad de vida, producto de la economía y productividad y armonía de relaciones de dicho país. Claro está que este expositor desvincula, la inteligencia de la disciplina, poniendo más énfasis en esta última, como motor para lograr el éxito, apartando la inteligencia como elemento aparte y complementario. ¿Pero es posible separar la disciplina de la inteligencia?

     En este contexto se considera como relevante, mencionar a Howard Gardner psicólogo, investigador y profesor de la Universidad de Harvard, conocido en el ámbito científico por sus investigaciones en el análisis de las capacidades cognitivas y por haber formulado la teoría de las inteligencias múltiples, en una de ellas nos corresponde tomar en cuenta, la teoría de la inteligencia intrapersonal, también conocida como la inteligencia emocional, entendida como “la capacidad para identificar, entender y manejar las emociones correctamente, de un modo que facilite las relaciones con los demás, la consecución de  y objetivos, el manejo del estrés o la superación de obstáculo” (Muñoz, 2005). Sin embargo, el autor indiscutido, para aclarar este concepto es, “Daniel Goleman”, que toma, en partes elementos de la teoría Aristóteles;” Aristóteles realiza una indagación filosófica sobre la virtud, el carácter y la felicidad, desafiándonos a gobernar inteligentemente nuestra vida emocional. Nuestras pasiones pueden abocar al fracaso con suma facilidad y. de hecho, así ocurre en multitud de ocasiones; pero cuando se hallan bien adiestradas, nos proporcionan sabiduría y sirven de guía a nuestros pensamientos, valores y supervivencia. Pero, como dijo Aristóteles, el problema no radica en las emociones en sí sino en su conveniencia y en la oportunidad de su expresión. La cuestión esencial es: “¿de qué modo podremos aportar más inteligencia a nuestras emociones, más civismo a nuestras calles y más afecto a nuestra vida”. Goleman (1995)

      Como el nombre lo indica, la inteligencia emocional se basa en el control, de nuestras emociones, impulsos. La base estaría en el dominio de las emociones, para llevar a cabo acciones, de esta capacidad, dependería, por ejemplo, nuestra percepción de los hechos, si reaccionamos positiva o negativamente a esto, que tanta paciencia se tiene frente a esto, como nos frenamos y actuamos. De mantener una buena inteligencia emocional, estaría relacionado, nuestro éxito y fracaso en la vida cotidiana, el autor señala cinco puntos, claves para mantener una buena inteligencia emocional[1]:

Conocer nuestras propias emociones: basada en el principio de Sócrates de “conócete a ti mismo”, en definitiva, tener conciencia, de las propias emociones y sentimientos y reconocerlas en un momento determinado.

Manejar las emociones: Es como manejamos nuestros sentimientos, para expresarlos de forma apropiado, aunque estos sean de rabia, ira frustración, entre otros.

Motivarse a sí mismo: Es mediante una emoción, impulsar acciones, que nos conlleve al logro de algunas metas u objetivos, pero también en demorar acciones de impulsividad, el cual, si las demoramos igual los conlleva logro de objetivos.  

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