FACTORES QUE INFLUYEN AL MOMENTO DE LEER

En este escrito estableceremos una relación entre nuestra psique y nuestros libros de lectura, textos, etc. Como influye el contexto, nuestro estado de ánimo, nuestra personalidad, nuestros gustos en nuestra vida como lector, y en cómo nos enfrentamos a una determinada lectura.

¿Cómo se relaciona la lectura con nuestra actitud y disposición? Empezaremos diciendo que “para dar lugar a un estilo de lectura son precisas ciertas condiciones de contexto y ciertas actitudes o disposiciones…los aspectos situacionales y psicológicos que rodean una lectura representan tipos de contextos:

a) “El lugar o situación en el que se habrá de desarrollar una determinada lectura puede ser algo que quede a nuestra entera disposición”. ¿Influye algo tan básico como el lugar en donde estemos al momento de leer? Pues sí, aunque esto es una de las muchas cosas que pueden estar influyendo en un mismo momento: una persona que va leyendo en la micro, de pie, apretado, y con ruidos molestos, lo más probable es que ya sea que le guste o no lo que está leyendo, le será poco agradable leer y quiera guardar el libro o texto para luego leerlo en otro sitio, más apto, cómodo y silencioso donde obviamente uno podría llegar a una lectura más eficaz y productiva. A esto también le acompañan otros factores indirectamente: los gustos de la persona, quizás para alguien sea cómodo leer en un parque, al aire libre, quizás para otro la idea de estar en el suelo en una vía publica no es muy llamativa, quizás haya alguien que prefiera leer acostado y otro que encuentre una dificultad el poder mantenerse despierto mientras realiza la lectura en estas condiciones.

b) “Los factores psicológicos que dependen de nuestros estados anímicos y que nos ayudan a generar actitudes acordes con la lectura. ¿De qué manera se puede ver esto? Partiendo por lo básico, si nuestro estado anímico esta decaído, si estamos tristes, acomplejados, de primera ya no podríamos concentrarnos bien en lo que estamos leyendo, pues tendríamos nuestra mente puesta en el problema que nos aflige. Al contrario de esto, cuando nuestro ánimo está en buenas condiciones, tendemos a tener una mente más despierta y más imaginativa, cosa que influye en nuestra disposición al momento de leer, y en nuestra capacidad para entender e interesarnos en lo que leemos. Así también el interés con el que leamos algo va a depender de las etapas que estemos viviendo, por ejemplo si una adolescente se entera de un libro que hable de “cómo enfrentar mi primer amor”, o “como manejar a nuestros padres”, lo más seguro es que le llamara la atención y empezara y terminará el libro con un real interés. Es algo sabido que una lectura se hace más fácil: cuando el lector puede involucrarse más con lo que está leyendo, cuando puede sentirse más identificado, cuando el texto es de nuestro agrado y cuando nuestra disposición es la correcta, por ejemplo:

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