FILOSOFAR

ES BUENO FILOSOFAR ¿POR QUE?

En la vida de todo ser humano en sus mentes siempre hay un porque de las cosas que nos, rodean en por nuestra existencia, esto ocurre desde el momento que la persona es consciente de sus propios actos, es decir un niño siempre le está preguntando a sus padres sobre todo lo que le rodea, por consiguiente empieza a filosofar de manera inconsciente, luego cuando ese niño entra a la adolescencia se pregunta por el sentido de vivir ya que no ha obtenido una respuesta satisfactoria del medio en que se encuentra, entonces en su mente comienzan a aparecer una serie de interrogantes en este orden: primero se pregunta por Dios, luego por cosmos y finalmente por el hombre, y se da cuenta que el filosofar que es preguntarse por todo y, que darle una respuesta a ese todo no sirve para nada ya que la humanidad por más investigaciones que realice nunca va a encontrar respuestas absolutamente verdaderas, porque ninguna de ellas puede ser comprobada científicamente.

Un ejemplo claro de que el filosofar no sirve de nada lo encontramos en la época de Platón en el momento en que su ánimo para filosofar decae porque las personas no desean filosofar y por ende no quieren cambiar, prefieren continuar con su vida monótona y sin razón de ser, si lo contextualizamos en la actualidad el salir del circulo vicioso.

Llamado “rutina diaria” constituido por los patrones de comportamiento que debe seguir un individuo si desea sobrevivir en este mundo fijados por la sociedad, es casi imposible porque el hacerlo implicaría abandonar todo lo que el sistema nos ha obligado a obtener, aquello a lo que hemos dedicado tanto tiempo y esfuerzo, sin contar con el rechazo y las críticas por no actuar de acuerdo a la “normalidad de la vida.

El filosofar deja de ser algo importante en la vida del ser humano cuando este encuentra su verdadero propósito de estar vivos unos lo encuentran por su empleo, otros por su familia etc.… es en ese momento cuando nos atrevemos a decir que el ser humano es realmente feliz; pero basta con que algo terrible suceda, la muerte de un familiar por ejemplo, para que el ser humano de nuevo empiece a filosofar haciéndose preguntas como

¿Porque Dios me lo quitó? o ¿porque Dios se lo llevo?, en este punto haremos un alto para explicar porque el ser humano siempre se refugia en Dios y porque al final nunca habrá una respuesta concreta de algo.

Esto ocurre porque la persona se la ha pasado toda la vida buscando el porqué de las cosas para saber que el punto final siempre fue el punto de partida ¿existe un Dios? Ese gran interrogante no lo deja avanzar en su búsqueda hasta llegar a negar su existencia, pero como en el ejemplo de la muerte de una

Familiar, al final, al único que recurre es a Él, a ese ser que siempre negó que existiera, se refugia en Él porque nunca descubrió la respuesta final de lo que se preguntaba

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