Fabulas De Esopo 14

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La liebre y la tortuga

Viendo una tortuga que una liebre se burlaba de sus pies la invitó a correr juntas para ver cuál de las dos llegaría antes al término señalado. Eligieron por juez a la raposa, por ser muy astuta, pero sucedió que confiando en su ligereza la liebre, quiso descansar un momento y se durmió, mientras que la tortuga llegó mucho antes al sitio indicado sin correr, pero sin perder la perseverancia, con lo que ganó la apuesta.

Más se consiguen las cosas con cuidado

y diligencia que con la fuerza corporal.

La zora y las uvas

Contemplaba una zarra los racimos de uvas ya muy maduras que colgaban de un hermosa parra, y deseando comérselos no sabía cómo hacer para alcanzarlos. Viendo que no era posible cogerlos de modo alguno y que se le frustaba su vehemente anhelo, dijo para consolarse :

"Noquiero estas uvas, porque están verdes."

Prudencia es a veces manifestar no apetecer

lo que es imposible de conseguir.

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El hombre y la pulga

Saltaba una pulga según cistumbre y se puso sobre un hombre picándole en seguida. La atrapo éste con ligereza y se preparaba ya a matarla, cuando dando ella otro salto se escapó ibró asi la muerte. Volviendose el hombre entonces hacia una estatua del dios Hércules, exclamó:

"¿Como no has venido en mi ayuda, oh Hércules, en esta ocasión, tú que siempres castigas a los malos?"

Para cosas de poca monta no

debe pedirse el auxilio del cielo.

El buitre y las otras aves

Finguiendo un buitre que quería celebrar el día de su nacimiento, convidó a las otras aves menores a cenar ; pero cuando las tubo dentro de su cueva, cerro la entrada y comenzó a matarlas no dejando ni una viva.

Cuando un poderoso te halaga y te convida,

cuida de que no intente engañarte.

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La cigarra y la hormiga

Sacaba la hormiga al sol en invierno todo el trigo que había recogido derante el verano. Una cigarra hambrienta que vio sus provisiones, se acercó y le pidio que le diese un poco, a lo cual respondió la hormiga:

-seguramante no te tandré por feliz de aquí en adelante, pues veo que tu aparente felicidad bien cara te cuesta.

No debemos de envidiar los bienes

que traen consigo miserias y peligro

El cuervo y la serpiente

Yendo un cuervo en busca de comida, vio a una serpiente que estaba dormida en en el hueco de una piedra, y volando hasta ella, la cogio con el pico y se la llevo, pero despertando depronto la serpiente, le mordio y le causo la muerte.

-¡pobre de mí -dijo el cuervo antes de expirar -, cuán perjudicial me ha sido mi presa!

Muchos pierden la salud y la vida

pensando ganar riquezas

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El rey y las monas

Deseando divertirse cierto rey de Egipto, dispuso que enseñasen a bailar a algunas manas, vistíendolas con ricos trajes, y de este modo las presentó a gran número de perona. Bailaban con toda perfección las monas. pero ocurriéndosele a uno de los espectadores acharles una nueces, se descompuso el baile, porque la monas corrieron detrás de la nueces, pegámdose unas a otras, arañamdose y rasgándose unas a otras, arañandose y rasgandose los vestidos, con grande riza de todos.

Los trajes y los adornos no

cambian el carácter de las personas

El perro envidioso

Se acostaba cierto perro muy envidioso en un pesebre lleno de heno, y cuando venían los bueyes al establo no les quería dejar comer. Se acercó un buey para tomar un bocado de heno, pero el perro se puso furioso, ladrando y enseñándoles los dientes.

-Bestia envidiosa -le dijo el buey -, qué perverso eres, que ni tan siquiera permites que me aproveche de lo que el amo destina para nosotros y que a ti no te sirve para cosa alguna.

Dejemos que los demas se aprovechen de lo que nosotros no nos hace falta.

No tengamos envidia de los que sean mas afortunados.

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La zorra y el lobo

Muchas provisiones había reunido el lobo en su madriguera para mantenerse, lo cual fue sabido por la astuta zorra que se le presentó enseguida, dicíendole que le apresiaba tanto, que deseaba vivir en su compañia.

-No vienes a verme porque me estimes - ledijo el loba-,sino para ver si puedes pillarme algo de lo que tengo , asi no agradezco tu visita.

Resentida la zorra quiso vengarse, y descubrió a un pastor la cueva del lobo para que lo matase, pero el pastor mató también a la zorra como animal dañino, y ésta al morir dijo:

-Con harta razón me sucede esto, puesto que he procurado la muerte del lobo, sólo movida de envidia.

Detestable es la envidia, que tanto daño causa siempre al envidioso como el envidiado.

El Águila y la Raposa

Robóun águila los hijuelos a una raposa, para darlos a comer asu cría. Seguía la desgraciada raposa a la raptora, rogandole encarecidamente que le devolviera a sus hijos, pero considerándose el águila más fuerte y poderosa, desperciaba sus lamentos. Llena

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