ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Filo Politica Tomás de Aquino, Dante y Maquiavelo


Enviado por   •  12 de Octubre de 2020  •  Resúmenes  •  1.487 Palabras (6 Páginas)  •  223 Visitas

Página 1 de 6

Unidad 2: Tomás, Dante y Maquiavelo

Materia: Filosofía Política

Alumno: Caceres, Juan Cruz

Consignas

1.- Resuma y explique los argumentos que da Tomás de Aquino en Del Reino, para mostrar la subordinación del poder temporal del Rey al poder espiritual del Papa.

2.- Resuma y explique los argumentos que ofrece Dante en La Monarquía para mostrar la independencia entre el poder del Papa y el Emperador.

3.- En el capítulo XV del Príncipe Maquiavelo sostiene: “Pero siendo mi intención escribir algo útil para quien lo lea, me ha parecido más conveniente buscar la verdadera realidad de las cosas que la simple imaginación de las mismas” (p. 145-46). A la luz de esta afirmación y otras similares, la tradición filosófica ha interpretado que Maquiavelo es el padre del “realismo político”. Teniendo en cuenta este capítulo y otros que considere pertinentes: ¿podría indicar en qué consistiría y dónde se advierte dicha postura “realista” en Maquiavelo?

Respuestas

1.- En un principio, en Del Reino Tomás de Aquino parece estar de acuerdo con Aristóteles al afirmar que el fin del hombre es la vida virtuosa, o sea el vivir bien y que por lo tanto el rey está a cargo de que el hombre logre esta vida virtuosa. Pero luego advierte que el hombre tiene dos fines, sirviéndose del ejemplo de una nave “si algo se ordenara a un fin exterior a sí mismo, como la nave al puerto, al deber del gobernador pertenecerá no sólo conservar la cosa ilesa en sí, sino también llevarla después hasta el fin”. Entonces ya no es suficiente con el fin natural, esto es: conservar la vida, administrarla, conocer la verdad y vivir según la razón, ya que existe otro fin último gracias al cual el hombre alcanza su última perfección. Según Tomás estos fines no son paralelos sino subordinados uno al otro, están colocados en una línea causal ya que el fin natural es el que posibilita el fin espiritual, en palabras del filósofo “no es el fin último de una multitud congregada vivir según la virtud, sino por la vida virtuosa alcanzar la fruición divina”. Como consecuencia de esta relación de ambos fines, si bien no se anula el poder temporal, es decir del monarca, si hay una subordinación de este al poder del papa (el poder espiritual) ya que es él quien prepara a los hombres en esta vida para alcanzar el fin último.  En resumen, Tomás logra explicar ontológicamente la subordinación del poder temporal al poder espiritual de la iglesia gracias a una jerarquía de fines, puesto que el fin último es la visión de Dios después de la muerte, “el ministerio de tal reino, al estar separado lo espiritual de lo terreno, ha sido encomendado no a reyes terrenos, sino (…) al sumo sacerdote, sucesor de Pedro, vicario de Cristo, el pontífice romano”

2.- Dante identifica la operación que da especificidad al género humano y la llama “facultad intelectiva”. Además, lo religioso toma un papel paralelo y no fundante. Puestas humanidad y cristiandad sobre principios diferentes, Dante atribuye la doble ordenación a la existencia de una ley natural y una divina. El cumplimiento de las leyes naturales corresponde a las enseñanzas filosóficas y al cumplimiento de estas “obrando de acuerdo con las virtudes morales e intelectuales”; en tanto que a la ley divina se llega “por preceptos espirituales (…) con tal que los sigamos, obrando de acuerdo con las virtudes teologales, fe, esperanza y caridad”.

Esta dualidad se la advierte también en su análisis del bien supremo. Dante recurre a la idea de dos fines, misma idea que había planteado Tomás de Aquino, pero de una manera distinta. Partiendo del lugar intermedio que corresponde al hombre entre lo corruptible y lo incorruptible es preciso que participe de ambos extremos y así el hombre tendrá un doble fin. Se trata de “la felicidad de la vida presente, que consiste en la actuación de sus propias facultades (…) y la felicidad de la vida eterna que consiste en el gozo de la visión de Dios” para cuya consumación se requiere de la existencia de dos instituciones que aseguren dichos fines. Por un lado, el Emperador que debe aspirar a conseguir “que en esta mansión de los mortales se viva libremente en paz” y por lo tanto es necesario para conseguir la felicidad temporal y la Iglesia que “conduce al género humano a la vida eterna según la verdad revelada”. Entonces, el fin del hombre natural no depende de la felicidad eterna, es autónomo aunque esté coordinado con ella. Dante adapta la doctrina averroísta del intelecto y plantea que el fin más elevado debe ser presentado por Dios a todo el género humano; es este en su totalidad el que actualiza la facultad de conocer, ni un hombre individual, ni una comunidad menor sino la unidad política de todo el género humano y solo así se puede pensar la paz en libertad. Lo que une a la humanidad ya no es la fe cristiana y por lo tanto esta unidad abarca no sólo a los cristianos sino a todos los hombres.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (8.7 Kb)   pdf (72.7 Kb)   docx (10.2 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com