Filosofia
janjel814 de Septiembre de 2013
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LA VIGENCIA DE LOS CLÁSICOS
EL ESPÍRITU DE MONTESQUIEU EN LAS LEYES
CHRISTIAN BALFHOR
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA ARGENTINA
“...quand j´ai découvert mes principes, tout ce que je cherchais est venu à moi”..
De l´Esprit des Lois, Prefacio.
v INTRODUCCIÓN
El objeto del presente estudio consiste en poder identificar, resaltar y relacionar los
aspectos más salientes de la obra cumbre de Montesquieu, “Del Espíritu de las Leyes”. En
líneas generales, se trabajará en el análisis de la Teoría Política y Social del autor y en la
interpretación del concepto de Espíritu General. En términos particulares, se intentará
rescatar de su pensamiento, las causas que dan origen e incentivan el progreso en las
sociedades humanas. Asimismo, se tomará los aspectos más salientes del autor a fin de
poder buscar alternativas a la problemática de la Argentina de hoy.
A fin de encarar tamaña empresa, corresponde destacar que la obra de Montesquieu no sólo
se concentró en lo político sino también impactó en la filosofía, en las letras y en la historia.
Es más, autores de la talla de Isaiah Berlin y Raymond Aron consideraron a este ensayista
como pionero en ciencias tales como la sociología, la antropología y la psicología social.
Sucede que su enfoque ha sido altamente innovador. Su trabajo abrió todo un camino hacia
el estudio comparativo de las instituciones humanas y sus causas. Sin dudas, “Del Espíritu
de las Leyes” ha realizado un aporte sin precedentes en el pensamiento político liberal de
todos los tiempos.
Montesquieu y el Espíritu de las Leyes
Charles-Louis de Secondat nació en 1689 en Bréde, Francia y falleció en 1755 en Paris.
Recordado por ser un gran observador y un aristócrata de finos modales, bajo el seudónimo
Montesquieu esgrimió su talento con obras de vasta envergadura tales como “Lettres
Persanes” (editado en 1721) y “Considérations sur les causes de la grandeur et de la
décadence des Romains” (impreso en 1738). Sin embargo, ninguna de ellas reflejó su
pensamiento de manera tan elocuente y vasta como fue la publicación su gran libro “De
l´Esprit des Lois” en 1748. Este último ensayo, el cual le insumió a Montesquieu más de
veinte años de su vida, fue criticado duramente por Jeremy Bentham y Voltaire al
considerarlo un trabajo sin método. No cabe duda de que ambos se han equivocado. Como
veremos más adelante, la lógica del método de Montesquieu tiene por objeto hacer
comprensible para la razón humana la diversidad histórica, explicar la realidad por medio
de principios o categorías únicas. No es casualidad que Isaiah Berlin lo haya definido como
el último de los filósofos clásicos y el primero de los sociólogos.
“De l´Espirit des Lois” es un tratado que tiene un criterio sistemático en su forma de
exposición. Raymond Aron escribió en su libro “Las etapas del pensamiento sociológico”
que la célebre obra puede estructurarse de la siguiente forma:
- La primera parte trata acerca de la Tipología de Gobierno (abarca los primeros
trece libros).
- La segunda parte incluye toda la explicación de las Causas Materiales o Físicas
que afectan las sociedades humanas (cubre los libros catorce a dieciocho).
- La tercera parte expone un estudio acerca de cómo las Causas Sociales impactan
sobre las costumbres, los usos y las leyes (tiene un alcance que va del libro veinte al
veintiséis).
- Por último, Aron entiende que el libro diecinueve es un capítulo aparte. Éste se
refiere al principio unificador del todo social, es decir, al “Espíritu de la Nación”.
El presente escrito va a estudiar la obra de Montesquieu siguiendo los lineamientos
propuestos por Aron. Primero, estudiaremos su Teoría Política; segundo, analizaremos su
Teoría Social (estudio de causas físicas y sociales); tercero, el desarrollo de la noción del
Espíritu General de la Nación. Por último, cerramos la exposición con una conclusión
general y particular del trabajo.
v LA TEORÍA POLÍTICA DE MONTESQUIEU
Tipología de Gobierno
Casi siempre que se menciona el nombre de Montesquieu se lo relaciona con su doctrina
más famosa: la División de Poderes. Aquí veremos que su teoría política no se limita a la
separación de poderes sino que su pensamiento político es más amplio y profundo. En
general, el autor francés intentará demostrar que cada tipo de gobierno surge a causa de la
Naturaleza propia de su organización social, y que se fortalece en virtud del cumplimiento
de sus respectivos Principios de gobierno. Y en particular, su libro le mostrará al mundo
que los hombres tienen a su disposición las herramientas políticas necesarias (creación de
leyes positivas) como para poder generar mayor prosperidad individual y social con sólo
considerar los aspectos particulares y universales de cada organización social.
Montesquieu inició su loable trabajo desarrollando su teoría política. Tomó la concepción
clásica de tipos de gobierno (aristocracia, democracia y monarquía), adoptada
oportunamente por Aristóteles en su libro “Política”, y le realizó unas diferenciaciones en
su tipología. Separó y clasificó los gobiernos en tres clases: los republicanos (aristocracia y
democracia), los monárquicos y los despóticos. Así, el criterio de clasificación de los Tipos
de Gobierno se basó inicialmente en dos aspectos que definían la Naturaleza de cada
gobierno: por un lado, quién detenta el poder; por el otro, cómo lo hace. En el caso del
Gobierno Republicano, el pueblo o una parte conserva el poder soberano (ya sea
democracia o aristocracia, respectivamente) y éste es responsable de hacer las leyes. En el
Gobierno Monárquico es el rey quien posee el poder y lo hace bajo una estructura de leyes
fijas y establecidas. En cambio, en el Gobierno Despótico existe una persona que detenta el
poder y lo ejerce sin leyes fijas imponiendo sus caprichos personales. A esta altura,
Montesquieu incorpora un criterio adicional para poder seguir con el esquema de tipos. Es
lo que se llama los Principios de gobierno. Mientras que la Naturaleza es la estructura
particular de cada gobierno, es lo que le hace ser tal; los Principios son las pasiones
humanas que impulsan dichos gobiernos, es lo que le mueve a actuar como tal. Con este
razonamiento, el francés definió a la Virtud Política como el Principio íntimo de la
República, al Honor Principio esencial para la Monarquía y al Temor Principio vital para el
Despotismo. Esto quiere decir que cada tipo de gobierno necesita actuar acorde a sus
Principios para poder conservar su autoridad. Lo novedoso de este análisis es que la Teoría
de Principios de Gobierno conduce a una Teoría de la Organización Social. Aron recuerda
que la filosofía clásica formuló una teoría de los regímenes políticos pero al margen de la
organización de la sociedad y presuponiendo validez intemporal de los tipos políticos. En
cambio, Montesquieu combinó estrechamente los Tipos de Gobierno con la estructura
social (educación, tamaño, instituciones intermedias, igualdad de los ciudadanos). Esto se
puede interpretar de la siguiente manera: la Virtud Política, Principio generador de la
República, significa amor a la patria y a las leyes, consagración del individuo por la
colectividad. Esta última reflexión conduce a un sentido de igualdad social de los hombres
frente a la ley pues todos se sienten ciudadanos que viven por y para la comunidad. Por otro
lado, la Monarquía no proclama el renunciamiento personal ni promueve el sentimiento de
igualdad, sino que todo lo contrario, el Honor alienta la presencia de jerarquías, nobleza y
distinciones. Así como la ambición es perniciosa en la República, no lo es en la Monarquía
pues es la diferenciación social lo que le infunde vida al gobierno. Mientras que en la
República existe una organización igualitaria entre los miembros de la colectividad, la
Monarquía se fundamenta en un tratamiento social desigual frente a la ley. Luego, podemos
concluir que la República y la Monarquía tienen diferente esencia; uno se basa en la
igualdad y el otro se apoya en la diferenciación, uno se funda en la Virtud Política y el otro
en el Honor. En la República, el Principio de la Virtud permitiría encaminar el interés
particular al interés general, diferente es en la Monarquía, donde el Principio del Honor,
falsa virtud, la sostiene al brindar a los ciudadanos la posibilidad de actuar acorde a sus
propios intereses y no necesariamente al interés general. Sin embargo, ambos tienen un
aspecto en común: son moderados porque respetan la ley. En cambio, el Despotismo es
arbitrario porque no gobierna respetando la ley. El Despotismo se fundamenta en la
igualdad pero basado en el Temor, donde ninguno tiene participación del poder soberano.
Sólo la religión y las costumbres actúan como factor limitativo a esta forma absoluta de
gobierno. Aquí, podemos vislumbrar cómo la estructura o vida social
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